Cepal: posición de Venezuela ante la crisis financiera internacional es privilegiada

Osvaldo Kacef

Osvaldo Kacef

Credito: Archivo

01 de marzo 2009. - Para el director de Desarrollo Económico de la Cepal, Osvaldo Kacef, la posición de Venezuela para enfrentar la crisis financiera internacional es privilegiada, debido a sus ahorros y al petróleo. Considera que la reciente debacle global equivale a la economía lo que para la Guerra Fría representó la caída del muro de Berlín. “América Latina debe participar del diseño de la nueva arquitectura financiera mundial”, dijo Kacef.

En entrevista con PANORAMA, el director de desarrollo económico de la Cepal dijo que Estados Unidos y Europa serán, de ahora en adelante, más activos en la regulación de la actividad económica y de las políticas públicas.

Los altos precios del petróleo, que se mantuvieron hasta que estalló la crisis económica mundial (septiembre 2008), junto con su capacidad de ahorro desarrollada, han colocado a Venezuela, en cierto modo, en una posición privilegiada para hacerle frente a la tormenta económica-financiera global.

—No todos los países, lamentablemente, tienen la posibilidad que tiene Caracas (...). La posición de Venezuela, en cierto modo, es privilegiada”, dijo a PANORAMA, desde Chile, el director de la división de desarrollo económico de la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Osvaldo Kacef.

Kacef señaló que Venezuela es uno de los países que, en América Latina, ha podido reducir la desigualdad en la distribución del ingreso.

Sobre el G8, el grupo de países más industrializados del mundo, afirmó que es una institución del pasado. Resaltó la importancia que países emergentes del G20 como Brasil, México y Argentina deben tener en el rediseño de arquitectura financiera global.

En cuanto al plan de estímulo económico de Barack Obama, indicó que el plan de gastos es positivo, pero le criticó algunas concesiones hechas en materia impositiva.

—La secretaria ejecutiva de la Cepal, Alicia Bárcena, ha dicho que no estamos en una época de cambios, sino en un cambio de época. En medio de esta crisis económica mundial, a qué se referirá exactamente Bárcena.

—La magnitud de los cambios que atravesamos es tal que se abre una nueva época en la forma en que se hará la política económica, la manera en que se organizarán los mercados y se harán los negocios. La organización de la actividad económica será muy diferente de aquí en adelante.

—El Gobierno de Barack Obama defiende la intervención del Estado para poder manejar la crisis. ¿Cree usted que de ahora en adelante veremos a un Washington más controlador?

—Creo que en Estados Unidos, así como en el resto del mundo, veremos un Estado mucho más activo, como mínimo, en lo que tiene que ver con la regulación de la actividad económica. También veremos un Estado más activo en materia de políticas públicas. El premio nobel de economía, Joseph Stiglitz, ha dicho que esto que sucede en la economía de mercado es equivalente a lo que fue la caída del muro de Berlín para la guerra fría. La manera en que se organizará ahora la actividad económica tendrá más participación del Estado, en comparación con lo que ha sido hasta ahora.

—¿Qué evaluación hace del plan de estímulo económico presentado por Obama y aprobado por el Congreso norteamericano la semana pasada?

—Es un primer gran paso, es algo parcial. Tal vez hubo algunas concesiones políticas para conseguir la aprobación del plan con medidas de reducción de impuestos que quizás no sean las más indicadas en estos momentos. El énfasis del gasto me parece correcto. Todavía no hay mucha claridad en relación con qué sucederá con los sistemas financieros. Esto es muy importante porque si el sistema no vuelve a prestar dinero el impacto será mayor. Mucho se potenciaría el alcance de las medidas si el sistema financiero vuelve a prestar normalmente, pero esto en el paquete de rescate o estímulo presentado todavía no está del todo claro. Esta es la principal debilidad, además de algunas concesiones que se hicieron en materia de reducción de impuestos.

—Mucho se ha dicho del rediseño de la arquitectura mundial financiera. En este sentido, ¿qué cree usted que debe incluir esa reingeniería y qué papel puede jugar Latinoamérica en este proceso?

—Los países en desarrollo, en especial los latinoamericanos, tendrán y deben tener más peso en la discusión de lo que debe ser la nueva arquitectura financiera internacional. Una parte cada vez más importante del crecimiento mundial se explica por la actividad de los países en desarrollo. Las grandes discusiones económicas se han llevado a cabo en ámbitos restringidos como el G8. Éstas son estructuras del pasado y ahora estamos en presencia de discusiones en el ámbito de lo que se llama el G20, que tiene mucha más participación de los países en desarrollo e incluyen a tres de nuestra región: Argentina, Brasil y México. Nuestros problemas importan en la medida en que nuestra actividad es más importante que hace 30 o 40 años atrás. Las estructuras económicas no tomaban nota de estos cambios (...). La posibilidad de que el mundo vuelva a crecer depende mucho de que las soluciones sean coordinadas.(...). El nuevo modelo también debe apuntar hacia un rol mucho más activo, y de menos condicionamientos, en el corto plazo, de los organismo financieros para proveer financiamiento. A más largo plazo, debe irse hacia un diseño del financiamiento que sea menos procíclico y más contracíclico.

—¿Cómo ubica a Venezuela, en el contexto latinoamericano, para enfrentar la crisis económica, tomando en cuenta que Caracas ha creado fondos de ahorro que traspasan recursos excedentarios de la reserva hacia el Fondo de Desarrollo Nacional (Fonden)?

—No todos los países, lamentablemente, tienen la posibilidad que tiene Caracas. Esto ha sido relativamente más fácil para aquellos países que se han beneficiado de los buenos precios internacionales del petróleo o de los metales, como son los casos de Venezuela, Chile y Perú. Para otros pequeños, importadores de petróleo, como los centroamericanos, no ha sido tan fácil. La posición de Venezuela, en cierto modo, es privilegiada.

—Según Caracas, en Venezuela se ha producido una disminución de la pobreza, en los últimos 10 años. ¿Qué evaluación hace usted de los resultados?

—No puedo hacer evaluaciones de las cifras que presenta el Gobierno venezolano. Sin embargo, Venezuela es uno de los países de la región que más ha disminuido la pobreza y más ha disminuido la desigualdad en la distribución del ingreso. Son cifras muy positivas.

—¿Cómo ha sido afectado el financiamiento de los proyectos de desarrollo para América Latina, desde que estalló la crisis económica?

—Todavía no se ha sentido el impacto. Al contrario, observamos un rol más activo de los organismos internacionales de financiamiento y una mayor voluntad de contrarrestar lo que el mercado no puede hacer. No veo un retroceso en este sentido.




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