Tegucigalpa, 6 oct. 2009 - El presidente de facto de Honduras, Roberto Micheletti, acusó al presidente venezolano, Hugo Chávez, de promover el odio entre hondureños, y le dijo que los 'Goriletti' son los demócratas que le impidieron poner sus "botas" en el país centroamericano.
"Quiero decirle que Goriletti -apodo que le puso Chávez- es un grupo de hombres y mujeres democráticas que no le permitimos que pusiera las botas de Venezuela, de su gobierno, en este país pobre pero con dignidad", dijo Micheletti en rueda de prensa junto a una congresista estadounidense.
El presidente de facto señaló a Chávez "como de los hombres que han tenido aquí una campaña de odio, de pleito entre los mismos hondureños, jamás habíamos visto actuaciones de quemar buses y asaltar negocios como sucedió en días anteriores".
Micheletti argumentó que fue el estallido de la violencia en Honduras, tras el regreso al país de Zelaya el 21 de setiembre, lo que lo motivó a emitir hace una semana un decreto que suspendió garantías constitucionales, el cual fue derogado este lunes por el consejo de ministros.
"Yo le digo a él y a todos los que me atacan que no guardo rencor en mi corazón, que pido a Dios que los perdone por todo el daño que le están haciendo a sus pueblos", dijo el gobernante de facto.
Micheletti, instalado en la Presidencia tras el golpe de Estado que derrocó a Manuel Zelaya el 28 de junio pasado, dijo que en Venezuela sigue existiendo una "gran pobreza", a pesar de "la revolución y el socialismo del siglo XXI".
"Ese señor que habla de revolución, de siglo XXI, (pero) sigue habiendo miles y miles de pobres en Venezuela. Nosotros no tendríamos este problema si tuviéramos el petróleo que tiene" ese país, agregó.
La republicana ultraderechista Ileana Ross-Lehtinen se encuentra de visita en Honduras al frente de una delegación de congresistas estadounidenses que dieron su respaldo al régimen dictatorial hondureño.