30-06-14.-José Altuve está viviendo la temporada de su carrera en las Grandes Ligas y, a pesar que está apenas en su cuarto año, los números que ha colocado y proyecta parecen barreras difíciles de superar más adelante.
Sin embargo, hay datos de interés, asombrosos y que provocan curiosidad sobre cómo va terminar en el 2014.
Altuve terminó la jornada del domingo con tres imparables y par de bases robadas, en la victoria de los Astros de Houston sobre los Tigres de Detroit, seis carreras por cuatro, que les permitió ganarle la serie a los felinos por primera vez desde el 2009. En la celebración, el Altuve tiene una gran cuota de colaboración.
El par de estafadas le permitió varias cosas al segunda base de los ciderales: ampliar su dominio en bases robadas en la temporada con 36, e imponer una nueva marca en la franquicia de los Astros al convertirse en apenas el tercer pelotero, desde Ray Chapman en 1917, en sumar cuatro juegos consecutivos con al mejos dos bases robadas en un juego, todo eso hablando de la era moderna en las Grandes Ligas. Además, extendió a nueve su liderato en las Mayores, con nueve.
Con Houston también asumió una nueva marca al tener seis juegos seguidos robándose al menos una almohadilla.
Las 36 estafadas ya es una marca para el equipo antes del Juego de Estrellas, evento en el que está perdiendo, por votación de los fanáticos, con Ian Kinsler, Dustin Pedroia y Robinson Canó, teniendo como límite el 3 de julio, hasta las 11:29, para votar hasta 35 veces por su jugador favorito.
Altuve proyecta la increíble marca de 70 robos que Jacoby Ellsbury puso en el 2009, pero con llegar a 66 estaría adueñándose de la cifra más alta para los Astros en un año cuando Gerald Young, en 1988, alcanzó 65.
Antes del Juego de Estrellas, a realizarse en Minnesota el próximo 15 de julio, Altuve podría dejar atrás a uno de los favoritos de la afición, Carlos Beltrán. Si en los próximos seis juegos logra alcanzar una base extra por vía del robo, estaría colocando en 29 los juegos seguidos para un jugador de la organización con estafadas. El boricua sumó 28 en una de sus mejores temporadas, en el 2004.
En el mes de junio el “pequeño” jugador batea para .424 con 8 dobles, 16 bases robadas y nueve impulsadas. Pero el haber llegado a 25 dobles en la jornada del domingo lo convierte en el primer pelotero en la historia en sumar esas dos estadísticas antes del descanso del juego de mitad de temporada.
Por si fuera poco, su impresionante capacidad para embasarse, mostrado en los .383 en su porcentaje de embasado, le permite tener más estafadas y anotadas que ponches, con 23.
