La Habana, enero 12 - En el contexto de las nuevas realidades que estremecen a Venezuela a partir de la instalación de la nueva Asamblea Nacional en ese país, el Embajador de la República Bolivariana de Venezuela en Cuba, Alí Rodríguez Araque, participa en un programa en vivo de la Mesa Redonda, programa de la televisión cubana, conducido por el periodista Randy Alonso.
La oposición va a recibir justa respuesta
“El rencor, el odio y el rechazo a Simón Bolívar es históricamente conocido desde los tiempos de Santander y la gran colonia, lamentablemente esos rencores han tenidos herederos de generación en generación”, comenzó su intervención el Embajador venezolano.
La encarnación de todo ese odio está en lo que acabamos de ver, añadió. “Podemos imaginar por donde van las cosas, viene de una parte de la posición de la Asamblea. Están confundiendo una parte del asunto con otra. El Estado está bajo control de las fuerzas populares, y lo más importante es que el sentimiento chavista esta enraizado. Si siguen en ese punto van a recibir la justa respuesta del pueblo venezolano”, afirmó.
Conflictos internos de la oposición
Esa alianza opositora tiene muchos conflictos internos porque representa muchos intereses y tendencias, no representan un todo. Por el momento vemos arrogancia de la Asamblea Nacional, pero hay que esperar un tiempo para ver cuál es la realidad de esa alianza, aseguró Rodríguez Araque, al comentar el acto de desprecio de Ramos Allup, quien retiró imágenes del Presidente Hugo Chávez y de Simón Bolívar del recinto parlamentario.
“De alguna manera ahí hay muchas negociaciones que uno no conoce”, y añadió el político venezolano: “Lo que no cabe la más mínima duda es que es el resultado de una negociación de la MUD, de la oposición política venezolana”.
Es un componente más de todo ese desarrollo que ha venido desplegando la oposición. Detrás de la oposición hay un poder económico y político. Lo que uno puede observar es que se ha desplegado una gran contraofensiva para recuperar las posiciones que perdieron en décadas pasadas, así es en el caso de Argentina y en esto que estamos viviendo en Venezuela.
“No es una disputa por la presidencia del Parlamento; el objetivo es Maduro“, aseguró.
Vendrán nuevos conflictos
Van a venir sucesivos conflictos por las distintas posiciones de poder que se enfrentan en Venezuela, es un episodio de la guerra que se inició en Venezuela desde la derrota que sufrieron. Esos conflictos están ahora muy avivados, aseveró.
El diplomático dijo a Randy Alonso, director de la Mesa Redonda, que la oposición va a utilizar ese poder que lograron en la Asamblea y desde ahí van a cañonear el poder. “La Asamblea Nacional puede colocar muchos obstáculos para la buena marcha y puede generar un conflicto de poder que llevaría al chavismo a movilizar al pueblo que está en la calle. No ha sido necesario hacer un llamamiento a movilización, pero estoy completamente seguro que la circunstancia lo exige”, dijo.
Estamos en un proceso de ajuste de la situación pero lo fundamental es que la inmensa mayoría del pueblo es chavista.
La guerra económica se va a acentuar
La guerra económica se va a acentuar este año, aseguró Alí, que recordó la reducción de los precios petroleros y la demanda creciente de la población, en comparación con el auge que vivimos hace veinte años. Venezuela ha sido desde 1940 un país importador de alimentos, y en este momento enfrentamos por un lado la caída del ingreso en dólares, que afecta la importación de alimentos.
Todo esto ha generado problemas de abastecimiento e inflación en un terreno tan sensible como el de alimentos. El escenario es superable, pero el proceso se enlentece en comparación con 15 años atrás, dijo.
Recordó la presencia en este escenario de la hostilidad de Estados Unidos y su apoyo a los sectores de oposición. A todo esto se añade, que el poder legislativo tiene un conjunto de competencias para aprobar créditos y maniobrar con el presupuesto, y en consecuencia puede ser un factor obstaculizador de la gestión del presidente Maduro.
“Nuestra fuerza ha radicado siempre en el pueblo, en los jóvenes campesinos y sectores productivos, de tal manera que de ser necesario habría que apelar a la movilización de estos sectores”, concluyó.
La fuerza está en el pueblo
En el contexto actual del país, el Presidente Nicolás Maduro debe apostar, en primer lugar, a la fuerza, que está en el pueblo.
“La fuerza natural de nosotros, de la izquierda venezolana y del proceso revolucionario tiene que estar en el pueblo. No por gusto la apuesta más importante que hizo Hugo Chávez en el orden estratégico fue que la estructura del Estado venezolano fuera comunal”, recordó.
En buena medida, todavía el pueblo venezolano es la base de la República y por ello ahora cambió el Gobierno, pero no el Estado. El gobierno no es el Estado. El Estado sigue siendo comunal, aseveró Alí.
“Las antiguas instituciones deben presentarse con un nuevo rostro y tienen que desarrollarse en el nuevo contexto. Si no, ya vimos lo que pasó en el Parlamento. Eventos similares pueden suceder. Por lo tanto, los nuevos cambios apuntan hacia el énfasis en las misiones fundamentales de la Revolución, pero esto debe ir de la mano con la movilización del poder comunal, y en esa capacidad de movilización está el destino de la revolución venezolana.”
Sin movilizar al poder comunal es muy fácil predecir que el proceso revolucionario fracasará, enfatizó el Embajador. Y añadió:
“Mientras no se integre al pueblo en el ejercicio real y diario de la política, no se les haga saber su protagonismo, será muy difícil llegar a alguna parte. En la dirección política ya hubo un balance de lo que ha ocurrido, un balance general de la gestión bolivariana. En este momento el proceso exige una serie de correcciones. Se debe colocar el énfasis de la movilización política no solamente desde el gobierno, sino desde el partido, y tiene que haber una movilización muy profunda entre la unidades básicas de lucha, el partido y la izquierda.”
Crisis del petróleo
Al comentar las prioridades en la economía doméstica, el Embajador venezolano aseguró que si cae el ingreso en un 30 por ciento, como ocurrió en Venezuela, “hay que ver de qué vas a prescindir para concentrar el gasto en lo que es indispensable para el desempeño normal de la vida cotidiana. Hay que establecer un orden de prioridades: lo primero en la sociedad es la alimentación”.
Teníamos un déficit de 3 millones de viviendas y se ha reducido a 800 mil, un esfuerzo que se va a enlentecer, porque la primera prioridad es la alimentación, el transporte y todo aquello que es indispensable para el desarrollo de la economía y el pueblo: “Lo que hay que establecer es estricto orden de prioridades del gasto. Un uso eficiente del ingreso. Esto va a ser bueno como pedagogía para nosotros, después de una época de abundancia en los precios del petróleo”.
Para los próximos 10 años el petróleo va a oscilar entre 35 y 40 años y quizás 50 dólares. Con el petróleo es muy difícil hacer un pronóstico de precios porque están mediados por factores extraeconómicos, y no dependen solo de la oferta y la demanda. “Vamos a estar oscilando entre 35 y 40 dólares, pero tenemos que manejarnos en el caso de Venezuela con un presupuesto pequeño y, como decía, con un orden de prioridades”, enfatizó.
Maduro no está aislado
El primer gran error es pensar que Maduro es una persona aislada del quehacer político de Venezuela, ignorar que Maduro está ahí. Hay una fuerza organizada que todavía no se ha desplegado en el país y es lo que ellos están subestimando, dijo Alí.
En segundo lugar, (han subestimado) la relación entre Maduro y el pueblo. “Maduro es la continuación de lo que ha significado la transformación del país en el chavismo. El chavismo acató unánimemente la propuesta de Chávez”, dijo el diplomático.
Reconoció como un hecho muy importante la cohesión interna del chavismo. No se han expresado tensiones, hay debates en el seno de una coalición democrática. Se mantiene el liderazgo de Maduro y del equipo que lo acompaña.
Iniciar esta realidad económica delicada implica una caída del ingreso y un sacrificio de un grupo, implica ciertas redefiniciones en el orden social, económico y político, aseveró.
Sectores populares en Venezuela
La política de ingresos de la Revolución ha elevado los niveles de vida de una parte de la población venezolana, recordó.
El cambio de estatus económico genera posiciones ideológicas. No es igual lo que piensa quien vive en un rancho propio que tiene que pensar en la alimentación diaria, a quien tiene un trabajo, ingresos y requerimientos de salud cubiertos por el Estado. Eso hay que entenderlo y estudiarlo, porque la realidad social y económica del país ha cambiado por la Revolución bolivariana. Eso conduce a redefiniciones en la política, no para renunciar a lo revolucionario, sino para tener en cuenta esas realidades y avanzar al objetivo de transformación, añadió Alí.
Es fundamental el Poder Popular, los consejos populares, las comunas. Gobernar desde abajo, porque si no se va colocando una separación entre el Estado y el pueblo, y la sociedad se puede ir burocratizando, aseveró.
Buscan la división del pueblo
El trabajo constante de las fuerzas de oposición interna, que intenta dividir al pueblo, se centra lógicamente hacia la búsqueda de división en el seno de la Fuerza Armada. “No dudo que haya conspiraciones allí -añadió-. Pero lo que uno siente en la Fuerza Armada es mucha cohesión… Debemos tener en cuenta la identidad que hay entre los militares y el pueblo. Hoy es común ver en Venezuela que las fuerzas armadas trabajen conjuntamente con el pueblo en disimiles tareas”, dijo.
Vivimos en medio de un conflicto, de una guerra del poder político en Venezuela, la Cuarta República busca restauración y la Revolución intenta seguir su proceso social:
“Uno puede imaginarse a los expertos estadounidense desplegando movimientos en una sala de mapas. Venezuela guarda en este mapa un lugar privilegiado por su reserva petrolera. Recordemos que el mundo se mueve por energía y dentro de ella el petróleo es un elemento fundamental, por eso Venezuela está allí en la sala de mapas bajo el análisis constante del capitalismo. Todos los esfuerzos que hay por revertir el proceso revolucionario en Venezuela, Ecuador, como ya lo lograron en Argentina. Para ello destinan esfuerzos económicos y políticos enormes.”
Fortalecer la unidad latinoamericana
En el contexto de hoy, hay que revitalizar todas esas estructuras que surgieron para fomentar y fortalecer la unidad de los pueblos latinoamericanos, aseguró
Alí en los últimos minutos del programa.
Aunque no se puede decir que haya desaparecido ni mucho menos esa unidad, se empieza a notar que han perdido algo de su impulso y su vigor: “Ninguno de nuestros países puede sobrevivir aislándose del resto de América Latina, porque esta es una gran nación, fragmentada, pero una gran nación. La capacidad de andar todos juntos va a definir esta batalla.”
Dijo que “estos procesos no son una línea recta, son ondulados, con avances y retrocesos. Pero en el balance general que podríamos hacer en este punto del desarrollo, los avances han estado por encima de los pequeños retrocesos. Sin embargo, ahora más que nunca hay que garantizar la unidad de las fuerzas progresistas”.
Recordó que “América Latina ha vivido un gran cambio: ya no es el patio trasero de los Estados Unidos y eso difícilmente tenga marcha atrás. Pero hay que revitalizar eso cambios y avanzar hacias nuevos logros, hacia la integración, hacia la independencia total política y económica. Por ahí va la lucha del hoy”, concluyó.