9 de junio de 216.- Cada dos años, la hermosa ciudad de Grodno, al oeste de la República de Belarús se convierte en un inmenso escenario donde confluyen las distintas diásporas de habitantes extranjeros presentes en ese país, mostrando su cultura y sus costumbres a propios extraños.

Se trata de una fiesta muy colorida, organizada por el Ministerio de Cultura de ls República de Belarús y en esta edición celebrada los días 4 y 5 de junio, contó con la participación de más de 30 países, desde los mas cercanos como Lituania, Polonia o Rusia hasta distantes invitados como la India, Corea, Nigeria y como única representante de América Latina, Venezuela.

El Festival se inició con un desfile donde todos los participantes atravesaron la calle peatonal más turística y atractiva de la ciudad hasta desembocar en la grandiosa Plaza de Lenin. Venezuela cautivó la atención del público presente con los Diablos Danzantes de Yare y una nutrida batería de percusión acompañando su danza con ritmos tradicionales.

La ceremonia de apertura contó con la presencia del Viceministro de Cultura, quien leyó un mensaje del Presidente de la República de Belarús, Alexander Lukashenko para todos los participantes, además de autoridades locales y cuerpo diplomático. El Embajador de la República Bolivariana de Venezuela José Boggiano Pericchi se hizo presente en el evento en compañía de su esposa e hijo.

Seguidamente, se abrieron los patios nacionales de los países participantes. El patio venezolano ofreció a los visitantes una variada muestra de artesanía venezolana, gastronomía típica y material turístico.

Sin embargo lo más llamativo fue la organización de distintos eventos para el público que visitó nuestro patio durante todo el día. Para los niños se organizaron distintas actividades con el acento puesto en los juegos tradicionales, pudieron colorear modelos de máscaras de nuestros diablos danzantes, recibieron revistas infantiles y obsequios alusivos a Venezuela y hasta rompieron una piñata, tradición originaria de México pero muy arraigada en nuestra cultura.

Nuestro patio contó además con una tarima que tuvo actividad artística durante todo el día. Se realizó una bailoterapia a base de joropo, donde los belarusos aprendieron los pasos básicos de nuestra danza tradicional y la bailaron en parejas con gran emoción y entusiasmo.

Los grupos del CCLSB (Alí Primera y Zhandra Rodríguez) emocionaron a los presentes con sus interpretaciones de danza y música venezolana. Calipsos, joropos, merengues, golpes de tambor y hasta ritmos de países hermanos deleitaron a los presentes y registraron la mayor afluencia de público durante el día.

Para cerrar con broche de oro, el cuatrista venezolano Gustavo Colina mostró a todos la versatilidad de nuestro instrumento nacional con un variado repertorio que dejó impresionado al público belaruso.

La delegación venezolana compuesta por estudiantes, colaboradores, cuerpo diplomático y personal militar transmitió a los presentes un mensaje de paz alejado de la campaña de odio que se ha venido llevando a cabo a través de algunos medios internacionales, demostrando que nuestra Patria está llena de talento, riqueza cultural y amor por la paz y la exaltación de los más sublimes valores del ser humano.