Miércoles,13 de septiembre, IAR Noticias / El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, perforó el silencio y la complicidad de la prensa internacional con la "teoría oficial del 11-S" señalando que el presidente estadounidense, George W. Bush podría haber promovido los ataques terroristas del 11 de septiembre de 2001 en Nueva York y en Washington que causó una conmoción internacional y más de 3000 muertos.

Ese ataque, como se reveló y se comprobó después, justificó las invasiones militares de EEUU a Afganistán y a Irak, y posibilitó la instauración de la "guerra contraterrorista" con evidentes réditos para el Estado norteamericano y la administración Bush controlada por los halcones sionistas del lobby judío.

Hasta ahora, los distintos informes y tesis que presentan el ataque terrorista como una operación de Washington y el Pentágono fueron silenciados y/o descalificados como "teorías conspirativas" por la prensa masiva, con la complicidad de "analistas", periodistas y comentadores ignorantes que sirven de vehículo de transmisión de la "versión oficial".

Paradojalmente Chávez, el líder político con mayor centimetraje de prensa en el mundo, y sin que nadie pudiera impedirlo, instaló masivamente la versión oculta de la responsabilidad oficial del gobierno norteamericano en el hecho terrorista que cambió las reglas del poder mundial favoreciendo a las estrategias expansionistas del Imperio norteamericano y de las trasnacionales capitalistas.

"La hipótesis que cobra fuerza [...] es que fue el mismo poder imperial norteamericano el que planificó y condujo este atentado o hecho terrorista terrible contra su propio pueblo y contra ciudadanos de todo el mundo", señaló Chávez en un acto público.

"¿Para qué? Para justificar las agresiones que de inmediato se desataron sobre Afganistán y sobre Irak, y las amenazas contra todos nosotros", prosiguió el líder venezolano.

Chávez hizo referencia a teorías expuestas por el periodista venezolano Carlos Sicilia en un programa transmitido en la víspera por la televisión estatal y señaló que éstas son defendidas "por científicos de todo el mundo y arquitectos de gran fama".

"No es descabellada la hipótesis de Sicilia de que las Torres Gemelas fueron dinamitadas, de que habría un conjunto de explosivos en las mismas", agregó el mandatario, quien añadió que "todavía no está claro cual fue la causa, quién dirigió aquel hecho terrible que en segundos segó la vida de miles de personas y que le dio la excusa al imperio norteamericano para arremeter con mas saña y furia contra el mundo".

Las afirmaciones de Chávez, por su carácter masivo y la talla internacional del líder que las pronunció, sacudió la modorra del ocultamiento y la complicidad de la prensa internacional que se vio obligada a difundir las acusaciones del presidente de Venezuela contra Bush y su administración.

Y como nadie antes de Chávez, ni la prensa "opositora" estadounidense, ni los demócratas, ni los llamados "analistas" internacionales, por ignorancia, o por complicidad, han denunciado la metodología de control político y social con el "terrorismo" tras el 11-S, las operaciones de Washington y la CIA permanecen ocultas al público masivo y gozan de total impunidad.

Por otro lado, y con estas declaraciones, Hugo Chávez profundiza su estrategia de enfrentamiento con el Imperio norteamericano que ya se venía preanunciando desde sus condenas al genocidio militar perpetrado por Israel en Líbano que ya le costó campañas en su contra financiadas por el lobby judío de Nueva York que controla la Casa Blanca.

De esta manera, Hugo Chávez se consolida como el único líder antiimperialista en el mundo que utiliza un formidable discurso de "contrainformación" alternativa elevado a escala masiva por la propia prensa del sistema.

Y no deben ser pocos los editores de las cadenas internacionales que en estos momentos se estarán agarrando la cabeza ante el "hecho consumado" de Chávez, uno de los niños mimados de sus portadas y titulares mediáticos, de complicar al propio Bush con el 11-S.

Chávez, además de conformar un bloque estratégico de poder militar y comercial con el eje Rusia-Irán-Siria, se proyecta como el único líder que utiliza los recursos y las técnicas mediáticas (el nuevo poder que controla el mundo desde la manipulación de conducta social) para destruir al sistema de ocultamiento de los que les ofrecen sus micrófonos, cámaras y portadas.

Por supuesto que estos consorcios mediáticos imperiales, con sus "analistas" y periodistas asalariados, trazan sus propias operaciones y campañas masivas para descalificar a Chávez como "demagogo" y poco "creíble".

Y, seguramente, que la acusación de Chávez responsabilizando al presidente de EEUU del "atentado terrorista que cambió el mundo", difundido a escala masiva, además de perforar la "barrera del silencio oficial" va a seguir promoviendo nuevas y feroces campañas mediáticas en su contra.

Una dinámica que, a su vez, y por efecto inverso, seguirá profundizando el discurso y las acciones de ruptura del presidente venezolano con el sistema imperialista.