ALBA causa controversia entre empresarios guatemaltecos

El nuevo amanecer para América Latina, que propone el presidente venezolano Hugo Chávez, evidencia divergencia de intereses.

El empuje que el presidente de Venezuela Hugo Chávez le está dando a la Alternativa Boliva­ria­na para la América Latina y el Caribe (Alba), genera polémica en­tre el sector productivo del país entre sí y con economistas, ante la posibilidad de adhesión de Guate­ma­la a esta propuesta.

La conveniencia de la inclu­sión del país a la Alba, para unos se presenta como una posibilidad de aumentar el comercio del país de una manera "más justa", pero otros la ven como un retroceso, por considerar que la propuesta tiene implícita una ideología.

La Alba es vista como una respuesta al Acuerdo de Libre Co­mercio para las Américas (ALCA), pues mientras esta última, según el mandatario venezolano, responde a los intereses del capital transnacional que persigue la liberación absoluta del comercio de bienes, servicios e inversiones, la Alba busca luchar contra la pobreza y exclusión social, por medio de la creación de mecanismos que permitan desarrollar ventajas cooperativas para compensar las asimetrías existentes entre los países (lea: La alternativa).

La iniciativa de Chávez cada vez cobra mayor fuerza. A principios del presente mes, durante la celebración del I Consejo de Ministros de la Alba (Venezuela, Nicaragua, Bolivia y Cuba), se acordó la suscripción del naci­miento del Banco de la Alba, que financiará los proyectos de los países miembros (lea: El funcionamiento).

Dos caras de la moneda

Para algunos empresarios guate­maltecos, el avance de la Alba, con o sin la implementación del ban­co, es una propuesta inviable para el país, mientras otros ven en ello una oportunidad.

"Estamos comprometidos con la globalización para buscar me­jores oportunidades de co­mer­­cio para desarrollar a Gua­temala, pero la Alba va en dirección opuesta", indica el presidente del Comité Coordinador de Aso­cia­ciones Agrícolas, Comerciales, Indus­triales y Financieras (Ca­cif), Carlos Zúñiga.

El dirigente afirma que el intercambio comercial deber ser libre y apolítico, por lo cual des­carta que al sector productivo del país le interese ser parte de la iniciativa de Chávez.

Agrega que la adhesión de Gua­temala traería problemas con sus socios comerciales tra­di­­cio­nales.

Otro punto de vista tiene Edgardo Wagner, presidente de la Cámara de Comercio de Gua­temala (CCG). Considera que la Alba puede ser una oportunidad que debe ser analizada. Advierte que es necesario despolitizar esa evaluación y enfocar la atención en lo netamente comercial.

Asimismo, indica que ante la globalización es necesario que los países de la región se unan para vender en bloques, y la iniciativa venezolana propone eso.

A largo plazo

Carlos Barreda, del Colectivo de Organizaciones Sociales (COS), opina que la propuesta venezolana podría en algún momento perfilarse como una oportunidad para el país en el tema comercial, pues se basa en principios de cooperación, ayudas complementarias, solidaridad y respeto a la soberanía de las naciones. "Es bueno que se busque defender los derechos de nación y promulgar el bien común" interpreta Barreda.

Agrega que la posibilidad debe analizarse, pues podría traer be­neficios, como obtener mejores pre­cios en combustibles, con programas de financiamiento más benevolentes.

La directora ejecutiva de la Asociación Gremial de Expor­ta­dores de Guatemala (Agex­port), Fanny de Estrada, en cambio, dice que la posibilidad del país de formar parte de la Alba es casi nula. Indica que en el marco del I Consejo Nacional de las Expor­taciones, se analizaron políticas de frentes de negociación de acuer­dos comerciales, y la prioridad es Unión Europea, Centro­américa y el Caribe, mientras que el tema de los países de Amé­rica del Sur quedó para ser discutido a "muy" largo plazo.

De Estrada asegura que Gua­temala tiene muy bien identificados sus intereses en materia de tratados comerciales, y entre ellos la Alba no forma parte.

Oportunidad

"La Alba es una reacción que plantea una contraposición a los ins­trumentos de política comercial neoliberal que conllevan los actuales tratados, por ello el tema no deja de ser muy sensible", interpreta el analista de la Asociación de Investigación y Estudios Sociales (Asíes), David Cristiani.

El economista indica que la propuesta debe ser analizada de­jando al margen la corriente ideo­lógica que conlleva.

Explica que es necesario tener claro que mientras el ALCA es un instrumento comercial, la Alba es de cooperación, por lo cual el análisis debe ir orientado a identificar las áreas donde al país le convendría tener intercambios comerciales en un marco de comercio justo y transparente.

"Pareciera que el comercio en forma de trueque que propone la Alba es retrógrado; sin embargo, hay aspectos positivos, como la revalorización del ser humano en lugar de la mercancía", concluye Cristiani.

"Pareciera una propuesta retrógrada, pero hay aspectos positivos como la revalorización del ser humano".
David Cristiani
Analista de Asíes

"Guatemala tiene identificados sus intereses en tratados comerciales, y entre ellos no está la Alba".
Fanny de Estrada
Directora de Agexport

"Hay que analizarla, porque puede traer be­neficios como obtener combustible a mejores precios".
Carlos Barreda
Representante del COS

"Es una oportunidad para el país, pero es necesario que se despolitice y ver el lado comercial".
Edgardo Wagner
Presidente de la CCG

"Nos traería problemas con nuestros socios co­merciales tradicionales y sería un retroceso para el país".
Carlos Zúñiga
Presidente del Cacif

El funcionamiento

El Ban­co de la Al­ba es una pro­pues­ta com­ple­men­ta­ria al Ban­co del Sur. Es­te úl­ti­mo bus­ca que los paí­ses miem­bros sean au­tó­no­mos res­pec­to de las po­lí­ti­cas eco­nó­mi­cas neo­li­be­ra­les del Fon­do Mo­ne­ta­rio In­ter­na­cio­nal y Ban­co Mun­dial, por me­dio del aho­rro in­ter­no de las eco­no­mías su­da­me­ri­ca­nas en el Ban­co del Sur. La Al­ba fi­nan­cia­ría a las em­pre­sas trans­na­cio­na­les que se en­cuen­tran en for­ma­ción, en be­ne­fi­cio de las na­cio­nes que la in­te­gran, in­di­can au­to­ri­da­des de la Em­ba­ja­da de Ve­ne­zue­la en Gua­te­ma­la.

"La in­cor­po­ra­ción de Gua­te­ma­la es muy im­por­tan­te, por­que nos per­mi­ti­ría ca­mi­nar jun­tos pa­ra erra­di­ca­r la po­bre­za", se­gún la se­de di­plo­má­ti­ca en nues­tro país.


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