Los morbosos del oposicionismo se dedican día a día a mostrarnos las cifras de muertes violentas ocurridas en Caracas. Dicho sea de paso, para el oposicionismo el resto del país no existe, mucho menos si se trata de ciudades pequeñas o pueblos. Para ellos sólo existe Caracas y otras grandes ciudades, y sólo le preocupan los barrios porque alimentan su morbosidad con la tragedia humana. Pero, no sólo acarician a diario esas cifras por razones mórbidas, sino que también le sirven, lamentablemente, para sus fines políticos. Nadie puede negar que el problema de la violencia entre ciudadanos es grave. Es un asunto que tenemos que afrontar. No tiene sentido negarlo. Ahora bien, hay otros aspectos de nuestra sociedad que no son tan negativos y que no son resaltados en los medios de comunicación, incluyendo muchas veces a los medios libres de la influencia directa del oposicionismo. Aquí señalaré el caso del suicidio.
Nuestro país muestra una de las tasas de suicidio más bajas del mundo, con 6,1 hombres y 1,4 mujeres que cometieron suicidio por cada 100 000 habitantes. Estas cifras corresponden a estadísticas del año 2005. Se puede consultar datos de todos los países en la página web de la Organización Mundial de la Salud en la dirección: http://www.who.int/mental_health/prevention/suicide_rates/en/index.html. Estamos entonces ante un dato positivo de nuestra sociedad. Claro está, tenemos que mejorar en esta materia, como en muchas otras. Se hace necesario aumentar la atención a las personas con problemas psicológicos para disminuir aún más estas cifras.
Hay muchos mitos en torno al bienestar de la población en varios países europeos. Los oposicionistas suelen mencionar como ejemplo excepcional a los países bajos y nórdicos. Sin embargo, en lo que respecta a suicidio pareciera que no les va muy bien. Por ejemplo, en Austria 13,8 hombres y 7,4 mujeres; en Suiza se suicidaron 23,5 hombres y 11,7 mujeres; en Suecia 18,1 hombres y 8,3 mujeres; Dinamarca se suicidaron 17,5 hombres y 6,4 mujeres; en Noruega 16,8 hombres y 6,0 mujeres; y en los Países Bajos 11,6 hombres y 5,0 mujeres. Compare estas estadísticas con las venezolanas y notará que estamos muy por debajo de esos países en materia de suicidio. Además, están estos países entre los que tienen las tasas más altas de suicidios de mujeres por cada 100 000 habitantes.
Nos toca a los revolucionarios manejar información sobre diversos aspectos de nuestra sociedad. Hacer pública esa información y analizarla correctamente. Desenmascarar la manipulación de la información es una de nuestras, producir análisis a la luz del materialismo una demanda y revelar lo que otros ocultan una obligación.
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