“El látigo de la contrarrevolución es necesario al proceso revolucionario” son palabras de nuestro Comandante y tiene razón, pero las laceraciones de este latigazo, de esta terrible derrota, no han sido producto solo del accionar contrarrevolucionario exógeno, la herida certera en la espalda de la revolución la produjo “el plomo amigo” como el que hirió de muerte al general Zamora
Derrota que debemos reconocer sin escondernos en eufemismos y falsos alaridos de triunfo, porque es el análisis franco, directo, verdadero, autocritico y profundo lo que caracteriza y le da sentido al ser revolucionario, no reconocerla sería una actitud suicida e irresponsable.
Desecho de inmediato el “eterno” llamado de honestos camaradas a no desatar una “cacería de brujas” y desarrollar un proceso de discusión ateniéndonos al plano frio del análisis teórico-ideológico, porque llamado nos ha conducido siempre a la impunidad, a las “acciones” sin consecuencias, a que no se tomen medidas correctivas, ni se sancione a los responsables de los desmanes que nos han llevado de un fracaso a otro.
En el caso del Zulia TODO debe discutirse y deben tomarse medidas radicales en lo que a la organización del Partido y la actuación de sus “cuadros dirigentes” se refiere, la ineptitud, la ineficacia, el clientelismo, la indiferencia, las actuaciones mafiosas, la supremacía del aventurero sobre el revolucionario honesto no pueden ser toleradas por mas tiempo. Las componendas para obtener cuotas de poder, manejar recursos y figurar como payasos no se pueden dejar fuera de discusión y de sanción.
Discusión amplia, seria de critica y autocritica que debe incluir a los colectivos revolucionarios que se mueven en la periferia del PSUV en los que la mayoría de la MILITANCIA del PSUV Zulia se mueve porque no tiene cabida en los canales regulares del partido, salvo cuando son “llamados” a las estructuras operacionales creadas coyunturalmente para “ganar las elecciones” y que luego son desmontadas “hasta nuevo aviso”, convirtiendo al PSUV en un simple y vacio partido “portátil” que se arma y se desarma cada vez que hay elecciones.
Como no vamos a revisar las actuaciones de los “presidentes”, “gerentes” y “funcionarios” que han montado verdaderas mafias en PDVSA (Zulia), CORPOZULIA, PEQUIVEN, INAVI; Alcaldías y extensiones ministeriales y cuyos intereses personales y grupales han divorciados a esos organismos del trabajo comunitario y de la acción revolucionaria en los barrios dejándole el camino franco a los operadores de la derecha, a Pablo Pérez y sus secuaces.
Como no vamos a discutir a cerca de la ineficacia del Ministerio del Poder Popular para Las Comunas, que ha sido incapaz en el Zulia de impulsar el trabajo comunal y la asistencia real y verdadera a las “Salas De Batalla Social”, abandonadas a su suerte sin articulación de ninguna clase con los ministerios del poder Popular para enfrentar los verdaderos problemas de las comunidades y barriadas populares, haciendo quedar al Comandante Presidente como un demagogo que promete y promete y nunca cumple lo prometido.
Claro que tienen que rodar cabezas, claro que deben desmantelarse las bandas de bandidos que se han adueñado del partido, de PDVSA, de CORPOZULIA y demás instituciones del estado. Por supuesto que esto no quiere decir que se abandone la discusión doctrinaria, al contrario la profundiza y la leva a niveles de operatividad real, porque la Ética Revolucionaria es PRACTICA COTIDIANA o no es nada.
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