Pareciera que el movimiento revolucionario venezolano en general ha dado un paso hacia atrás con respecto a la “interpretación” del lenguaje del pueblo, es asombroso oír a todo tipo de revolucionarios hablar de la necesidad “enseñar, adoctrinar, ideologizar” al pueblo venezolano para que este “entienda a la revolución” y “tome conciencia”
Una de las grandes cualidades del Comandante Chávez ha sido precisamente el don de interpretar al pueblo venezolano, la comprensión de su lenguaje y la facilidad de hablarle en su propio idioma. Entender a su pueblo y hacerse entender por el pueblo es el gran secreto del “Código Chávez”.
Cuando la revolución se pierde en laberintos teóricos, en un excesivo academicismo dogmático, cuando deja de oír al pueblo simple, sencillo, llano y comienza a elucubrar teorías abstractas, cuando el intelectualismo desplaza a los “saberes populares” y se complica en su lenguaje y doctrina, el divorcio entre el pueblo y la diligencia revolucionaria es inevitable.
Comienza entonces la predica de que “hay que enseñar al pueblo a entender la revolución” y se le achaca a una tal “ignorancia popular” y a una tal “falta de conciencia ideológica en el pueblo” la perdida de elecciones, la falta de apoyo a las acciones del gobierno, a la apatía de las masas por el “acto revolucionario”
El pueblo no tiene que hacer ningún esfuerzo por entender la revolución, ni a sus lideres, la revolución es inherente al pueblo y en ella “habita” de un modo absolutamente natural moviéndose como pez en el agua, sin necesidad de “interpretes”, ni representantes ni “gestores” y sin necesidad de sentarse en un aula a recibir la clase de “cómo debe entender la revolución y el lenguaje de sus lideres”.
Son los lideres de la revolución, los cuadros, políticos y quienes ocupan las diferentes instancias del gobierno revolucionario quienes deben entender al pueblo y esforzarse por hablar, entender y conjugar el idioma popular y no solamente eso, deben esforzarse por cumplir con el mandato que el pueblo les da, haciendo que lo “imposible sea cotidiano en el que hacer revolucionario”. La palabra de un revolucionario debe ir acompañada con una decisiva acción revolucionaria que le de valor a lo expresado, lo contrario es letra muerta, papel quemado, paja seca..
De lo que se trata es de cumplir con las expectativas creadas por la revolución, de que de verdad, verdad, llegue la revolución a cada hogar venezolano. Cuando un pueblo se siente identificado con su revolución es porque la revolución ha sabido elevar su dignidad como ser humano dándole importancia que realmente tiene, por eso nadie tenia que enseñarle al pueblo venezolano en 1.998 a apoyar a Chávez y ponerlo en la Presidencia de la republica.
La relación del pueblo y la revolución no puede ser sino un inmenso acto de amor y de justicia, en el cual lo mas importante es ¡cumplir! lo que se promete.
Todo quien por error, corrupción, omisión, desidia, sabotaje o negligencia impida este acto de amor entre la revolución y su pueblo ejerce el acto más deleznable de la “contra revolución” y sea quien sea debe ser arrancado de raíz -
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