América del Sur, viene exponiendo su diversidad política e influencia en los países caribeños con un fuerte crecimiento económico y conformando un bloque conjunto para abrir un espacio político preponderante que le dará un carácter internacional a la historia latina por la popularidad de sus respectivos presidentes. Como dato curioso, nos encontramos con la participación activa de los militares en las fuentes de poder, incluyendo la dirección de empresas del Estado, entes autónomos, y servicios descentralizados. Es una nueva etapa º política, donde encontramos un estrechamiento entre civiles y fuerzas militarizadas.
El nuevo Socialismo del Siglo XXI en el Sur ha traído controversias políticas y, algunos dirigentes de derecha tratan de apuntalar una opción de cambio por el conservadurismo, en que se ha tornado ésta tesis política, buscando de tocar el otro extremo del proceso revolucionario. Desde esta perspectiva existe una ansiedad pre- moderna donde se busca lograr una actitud identitaria para definir la ideología que busque más inspirar y recuperar la honestidad y eficiencia de una libertad de medios para América Latina.
Estamos precipitados a mejorar la imagen de una Latinoamérica sin tregua por crecer económicamente. Entramos a la tecnología nuclear, es repotenciar a nuestro equipo científico que avanza hacia un reformismo biológico y de las ciencias en el campo marxista venezolano, recordando a Ludovico Silva. La cuestión nuclear esta tomando un nuevo auge en la región y, los proyectos deben aplicarse con suma disciplina para vigorizar nuestro sentido de pertenencia en forma global. Es un tema muy sensible y los reglamentos de defensa deben acoplarse muy disciplinadamente y avanzar en un campo de altas tecnologías.
Sin embargo, viene generándose opiniones y controversias que ponen al descubierto la necesidad de debatir sobre temas que nos den una versión global de los gobiernos que regentan el poder en el Sur. Todos, estamos directamente involucrados.
Latinoamérica, representa hitos simbólicos y dirigenciales en la monopolización del poder. Existe un nuevo clamor político, donde se nos abre una incógnita sobre los futuros presidentes y legisladores que junto al poder militar, afianzan el bloque ideológico sureño.
Es clara, nuestra
pasión política y, las advertencias que la democracia liberal vuelva
a controlar los bloques económicos. De allí, la necesidad de intentar
de nuevo una unidad latina, donde, la simpatía por las ideas se adquieren
y aboquen a ligarse con el pensamiento del pueblo. Hay que
abocarse a planificar algunas estrategias socialistas que conlleven
a una demarcación seria del capitalismo como proyecto sociopolítico
que origina y crea un perfil en la dirigencia para activar todo un proceso
cultural.
Carabobo, Venezuela,
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