Se requeriría un taumaturgo de la narración para describir el ambiente festivo, con arranques místico-religiosos, histeria colectiva y fervor patriótico que rodea las giras del presidente Chávez, ya bien se trate de acudir a la inauguración de una obra o a cualquier otro acto de gobierno.
Así ha pasado ahora con las miles de familias damnificadas por las lluvias, inundaciones y deslaves que perdieron sus viviendas, y casi todo lo demás, ante el embate incontenible de "La Niña", fenómeno meteorológico que nos afecta desde la última semana de noviembre, cuando ya pensábamos que el año iba a concluir sin mayores tragedias, puesto que las de Haití parecían haber copado la cuota de acontecimientos siniestros.
A partir de entonces Chávez decidió declararse en campaña como solo él sabe hacerlo, trasladándose raudo a cada sector problemático para estimar los daños en persona, respaldado por su equipo técnico. Un día visitó Chichiriviche, después Higuerote, al siguiente los barrios caraqueños, luego Sinamaica y así, sin parar, recorrió casi todas las zonas de emergencia.
La respuesta de Chávez ha sido contundente y precisa: cada damnificado recibirá refugio temporal en diversas instituciones, entre ellas muchas de carácter militar, como Fuerte Tiuna y otras pertenecientes al área presidencial, incluyendo Miraflores y el Palacio Blanco.
Durante su permanencia nada les faltará. En breve tendrán escuelas para los niños y otras áreas auxiliares. Al final de la pasantía cada familia damnificada saldrá para una vivienda propia, cuya construcción acometerá el Gobierno en los próximos meses.
Conste que no es baba de perico lo que está ofreciendo, pues se supone que la palabra presidencial es mejor que un papel notariado. El reacomodo de estos damnificados implica 40 mil viviendas que aún no existen. Aparte de las otras prioridades, el Gobierno tendrá que trabajar con gran eficiencia para lograr esa meta.
Muchos apuestan al fracaso de Chávez e intentan sabotearlo. Yo creo que, si cumple lo ofrecido, el Presidente tendrá el mandado hecho hasta el 2000 siempre.
Eso sí, hablando en llanero, por favor recuerde que los deseos no empreñan.
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