Al mejor estilo pinochetista, el fascista de Uribe Vélez pagó, con dineros del presupuesto del Estado colombiano, 2 millones 300 mil dólares por el plagio del ciudadano venezolano Rodrigo Granda Escobar, en la ciudad de Caracas. La media pendejada de 5700 millones de bolívares.
Tales dineros hacen parte de los multimillonarios recursos reservados destinados por la dictadura colombiana, para financiar la política de Seguridad supuestamente democrática, que tiene en la Red de Informantes, de mas de millón y medio de soplones, su principal componente.
Los dineros fueron entregados por Bernardo Moreno Villegas, actual Secretario Privado de Uribe Vélez, su hombre de entera confianza. Funcionario que opera como enlace con las redes narcoparamilitares de la zona cafetera (Armenia- Pereira-Manizales-Medellín), organizadas por uno de los mas importantes capos del negocio de las drogas, el individuo Gildardo Ceballos Zuluaga, quien aporto cuantiosas sumas de dinero a la campaña presidencial de Uribe, en pago de lo cual nombro a su hijo como Cónsul en Boston y al propio Moreno Villegas, primero como director de FINDETER y ahora como su Secretario.
Moreno Villegas, quien maneja los dineros de secuestros y otras operaciones secretas criminales de la Presidencia en el CitiBank de Bogota, localizado en la carrera 15 con calle 92, entrego sumas millonarias al Director de la Policía, al Fiscal General y al Director de la Policía de Cúcuta, para ejecutar el siniestro plagio de Granda Escobar, sin que les importara la soberanía de nuestra nación. Parte de los dineros – 1200 millones de bolívares- se utilizaron para comprar los soplones y policías corruptos que en Caracas se encargaron, conjuntamente con mercenarios colombianos, de ejecutar la operación en la cafeteria Razzeti.
Otra parte del caudal se lo embolsilló la cadena de criminales comprometidos en el ilícito. Parte para Moreno Villegas, parte para Castro el general, parte para Noguera el director del DAS, parte para el Fiscal y su mujer y parte para el Director de la Policía en Cúcuta. Todo gracias a que estas partidas presupuestales no tienen ningún control fiscal ni parlamentario.
No obstante que en Bogotá y en Caracas se conocen todos los días mas detalles de este oscuro evento internacional, sus autores intelectuales insisten en que se trato de una captura realizada en Cúcuta.
De esa manera intentan evadir los procesos administrativos y judiciales que ya están en curso, tanto aquí como en la vecindad, para esclarecer toda la trama criminal que termino en la constitución de un delito de lesa humanidad, como es el secuestro de Granda Escobar.
Abogados bolivarianos ya iniciaron las acciones judiciales correspondientes para que la Fiscalia y los jueces determinen en corto tiempo tanto los autores intelectuales como materiales del ilícito y las sanciones penales que de allí se deriven.
Los métodos utilizados por Uribe Vélez, su Secretario y sus cuerpos de seguridad de bolsillo, tienen una factura inconfundible: la dictadura de Augusto Pinochet, quien hoy enjuiciado por los organismos competentes es objeto de las obvias sanciones penales.
Pinochet, como Uribe, secuestró, torturó, desapareció, asesinó millones de chilenos opositores, utilizando todos los recursos de su dictatorial régimen, con cuentas billonarias en los Bancos de Washington y con pasaportes falsificados. Creyó que nunca la justicia se ocuparía del asunto, hoy esta pagando y pagará todas sus arbitrariedades hasta el último día de su terrorífica existencia.
Igual tendrá que suceder con el narcoparaco de Uribe Vélez. Un fanático ultraderechista adicto al secuestro, el asesinato, el robo, el fraude, la violacion de la soberania de otros Estados y la tortura, como formas de gobernar y aplastar a quienes se oponen a su nefasto gobierno. Joyita de vecino que tenemos. No se puede descuidar.
Machiques, 8 de enero de 2005.