Apreciados y apreciadas asambleístas, quienes protagonizamos como revolucionarios, bajo la guía inteligente del Comandante Hugo Chávez el maravilloso proceso constituyente de 1999 estamos obligados por encima de toda otra consideración a defender a ultranza el espíritu y la esencia de la Constitución De La Republica Bolivariana de Venezuela, ¡nos va la vida en ello camaradas!
Es triste y lamentable que diputados y diputadas que llegan a la Asamblea Nacional disfrazados de revolucionarios, se vendan luego como prostitutas baratas al amo yanqui y traicionen al pueblo que en ellos confío…Pero…..”La culpa no es del ciego si no de quien le da el palo”
Aun en el proceso de “escogencia por la base del PSUV” de candidatos y candidatas a la Asamblea Nacional, aparecieron en los listados una cantidad, no despreciable, de aspirantes que firmaron contra el Presidente… Y…. la organización partidista, los mecanismos de control y disciplina interna del partido ¡brillan por su ausencia!, (Así como no existen políticas y estrategias para defender los logros del gobierno revolucionario, desbaratar las estrategias falaces del enemigo imperial y adelantar con oportunidad y eficacia los planes y proyectos del gobierno nacional para las comunidades)
Luego queremos de un plumazo “evitar” que los traidores salten la talanquera, apurando una ley que lo impida, aunque esa ley este en franca contradicción con el artículo 201 de nuestra hermosa Carta Magna que reza simple y directamente que:
"Los diputados o diputadas son representantes del pueblo y de los Estados en su conjunto, no sujetos o sujetas a mandatos ni instrucciones, sino sólo a su conciencia. Su voto en la Asamblea Nacional es personal".
No importa cuantas veces el enemigo pervierta, viole o adultere el texto constitucional como lo hicieron durante las veintitrés horas y media que les duro la dictadura de Carmona “el breve” y que fue sacado de Miraflores “en lo que pestañea un cura loco” precisamente por un pueblo que no se cala la burla a la Constitución que por primera vez en la historia el mismo pueblo se dio. Mas los revolucionarios no deben bajo ninguna excusa hacer lo mismo que hicieron los hijos de la canalla imperial durante el golpe de estado contra nuestro Presidente Hugo Chávez.
Detengan ese torpe intento, la rectitud, el apego a la justicia, a la verdad y la confianza absoluta en el pueblo venezolano es el camino seguro a la perpetuidad de la revolución Bolivariana en la dirección de los destinos del gran pueblo venezolano.
Remedar los métodos y artimañas de las plañideras viudas de la Cuarta Republica es revolcarnos en el barrial del estiércol de los lacayos imperiales.
¡Dentro de Constitución Todo Fuera de la Constitución Nada!
rafaelurdanet@gmail.com
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