Si algùn luto hay que guardar y preservarlo,es el de la memoria.
Todo ser humano por màs detestable que haya sido su proceder y aunque su ambiciòn de poder lo llevase a violentar la humanidad, tiene el derecho por parte de "sus" dolientes, de recibir "la cristiana sepultura".
Lo que no podràn enterrar serà la deuda ètica,moral,el crimen y la irresponsabilidad de haber contribuido a la anomia de una sociedad y un Estado que se desnaturalizò gracias a sus caudillos y sus èlites estèriles, subalternas.
Betancourt,Leoni,Caldera,CAP,Luis Herrera y Lusinchi son los irresponsables arquitectos de una sociedad y un Estado hipertrofiado.El resultado de ese cuerpo enfermo como consecuencia de la fetichizaciòn del reconocimiento,la representaciòn,la inducciòn de necesidades compulsivas y el consumismo parasitario,resquebrajaron la comunidad e indujeron al individualismo narcisista que a lo sumo entiende solidaridad cuando hay tragedia y para lo grotesco, la convierten en reality show.
Ese es el legado històrico tràgico que recibiò Hugo Chàvez y que ahora los hijos cìnicos de los irresponsables pretenden reclamar,juzgar y condenar como si el pasado fuese efìmero...pretendidamente efìmero al extremo de desdibujar la memoria y restaurar violentamente como sus predecesores,las aberraciones delirantes y el crimen que arrastran a fuerza de sembrar falsas ilusiones y armonìa.
La llegada de Fernando Soto Rojas,legendario combatiente y camarada nos invoca el ùnico destino para la emancipaciòn..."Desterrar las ilusiones y prepararse para la lucha"...