El déficit de vivienda popular en Venezuela es gigantesco.
Faltan casi 2 millones de casas entre los sectores sociales más debiles de la
nacion. Se trata de un agudo problema que no se ha resuelto en los diez años del
gobierno del Presidente Chávez, no obstante repetidos compromisos y anuncios
gubernamentales. Para empeorar, la actual emergencia invernal ha complicado las
cosas en este ámbito de la vida popular. Son miles de familias colocadas en
situación de desprotección e interperie, viviendo en refugios improvisados,
carpas, ranchos y tugurios callejeros, carentes de condiciones minimas de
urbanismo.
En los últimos dos meses el Presidente Chávez ha establecido
compromisos públicos para resover este grave asunto. Ha fijado la apropiacion
de mas 2000 millones de dolares provenientes de un crédito Chino y otros
recursos fiscales para construir aceleradamente millones de unidades
habitacionales en condiciones de dignidad y equidad para los más pobres del
pais.
En su mensaje reciente del pasado sábado a la Asamblea Nacional
se fijo como meta entregar 350 mil viviendas en los próximos 24 meses
(2011-2012) y el Ministro Farruco, arquitecto encargado en la Presidencia del
tema de Vivienda y el desarrollo urbanistico de Caracas para obtener su
reconstrucción, ha dicho que en 5 meses estaran listas casi 30 mil viviendas en
Caracas.
Agreguese la acción oficial contra la especulación y el atraco
descarado de cientos de empresas constructoras que acumulan millones de
bolivares con planes de casas y apartamentos que no entregan, despues de años
de espera, porque la ausencia de una severa legislación en la materia propicia
el mas descarado fraude en las promesas de compraventa, modificadas
caprichosamente por los constructores para reajustar de mánera subita y
astronómica los precios inicialmente pactados con las familias que canalizan
con enormes sacrificios ahorros para adquirir sus viviendas.
Sin quitarle
la importancia debida a esta acción gubernamental, ella se torna irreleventa
en la solucion global del problema de vivienda descrito, dada la espesa maraña
burocrática que todo lo desvia y la incontenible corrupción de los
interventores que terminan apropiandose de las casas y apartamentos para
repartirlos entre sus redes familiares y clientelares, omitiendo criterios de
equidad, transparencia, justicia y solidaridad, frecuentemente invocados en la
retorica dominante. Es francamente deplorable la ausencia de mecanismos de
control social efectivos que permitan la correcta ejecución de las estrategias
presidenciales para prevenir el cáncer de la depredación y la apropiación
privada de los bienes públicos que deben ser focalizados para el servicio de
los más necesitados, las familias obreras, campesinas y populares
venezolanas.
Como el tiempo pasa y las soluciones anunciadas no llegan
con la celeridad requerida, las miles de familias destechadas se estan
organizando de manera espontanea en los principales centros urbanos del país
para implementar esquemas eficaces de urbanismo y vivienda. Los primeros dias
del mes de enero del 2011 estan mostrando una amplia movilización popular de los
Sin Techo, invadiendo terrenos ociosos y ocupando viviendas y edificios
desocupados porque sus dueños, verdaderos terratenientes urbanos, estan
esperando el mejor momento para realizar jugosos negocios de venta en
complicidad con la burocracia publica. El caso de la ciudad de Valencia ilustra
esta situación, pues su muy socialista y chavista (PSUV) alcalde, E. Parra, ha
movilizado la Guardia Nacional y los organismos represivos para perseguir y
encarcelar las familias que se han movilizado en lucha por su
vivienda.
Los Sin Techo es una subjetividad revolucionaria que se agrega
al movimiento popular venezolano, que debe ser considerada en la lucha de
quienes honestamente se han planteado el objetivo de transformar de manera
radical la estructura oligarquica dominante en la nacion.
Los planes y
compromisos del Presidente Chávez en materia de vivienda van a fracasar si se
dejan en manos de la ineficiente y corrupta burocracia de los ministerios
correspondientes, a la cual solo le interesa hacer negocios y amasar inmensas
fortunas por cuenta de las necesidades de millones de venezolanos.
Las
soluciones de vivienda llegaran de la mano con la más amplia participación de
los movimientos de viviendistas y de los Sin Techo. Estos movimientos deben
intervenir sin controles burocraticos y sin limitaciones politiqueras para
garantizar que los recursos y dineros canalizados para este fin se apliquen
honesta y correctamente en la compra de tierras, en la adopcion de los
urbanismos complementarios (acueducto, alcantarillado, redes electricas, redes
telefonicas, recoleccion de basuras, centos comunales, deportivos, educativos de
salud, etc), en el pago de los diseños, en la compra de materiales de
construcción, en el pago de salarios y jornales y en la cancelacion de los
impuestos correspondientes.
Lo cierto es que este problema del déficit
habitacional no da espera y se requieren ya las soluciones. No bastan los
simples discursos oficiales. Los bien intencionados compromisos del Presidente
Chávez requieren de una titánica voluntad política que supere los obstáculos de
las burocracias corruptas e ineficientes.
benitez.3334@yahoo.com.co