No sólo los miembros del Partido Comunista de Venezuela deben celebrar sus ochenta años. También quienes crecimos viendo su accionar y su ejemplo. El PCV ha sufrido varias divisiones, es verdad. Ha cometido errores, es verdad. Pero la sumatoria es de un movimiento político que supo agrupar a amplios sectores de la sociedad en momentos álgidos de nuestra historia como fueron las luchas contra las dictaduras de Juan Vicente Gómez y Marcos Pérez Jiménez. Y posteriormente, para romper el binomio AD-Copey en la época puntofijista, impulsó iniciativas que contribuyeron a develar el carácter entreguista de estas organizaciones políticas.
De los que se han ido, hubo dos personajes de este partido histórico de los cuales recibí un modelaje de disciplina, consecuencia y visión a largo plazo mientras los conocía en las décadas de los setenta y ochenta en el transcurrir de las actividades de solidaridad con la extinta URSS., Chile, Argentina, Paraguay, Colombia, Cuba, Nicaragua, El Salvador, entre otros. Ellos fueron Eduardo Gallego Mancera y César Rengifo. El primero un hombre de partido, el segundo un creador. Ambos literalmente me convencieron, junto a mi práctica política, que no sólo el socialismo es necesario sino que el comunismo es inevitable.
Rindo homenaje también a otros que ya se fueron, como Cruz Villegas, Hemmy Croes, Arturo Cardozo, Eumelia Hernández a quienes también conocí y se destacaron siempre por su gran apoyo a toda iniciativa unitaria de solidaridad con estos pueblos sin sectarismo y con gran entusiasmo. De los vivos debo decir que Gerónimo Carrera, Pedro Euuse, Perfecto Abreu, Humberto Orsini, Ramón Lozada Aldana en diferentes oportunidades, a lo largo de las últimas décadas, supieron dar respuesta oportuna a preguntas, también estar de acuerdo con las múltiples actividades que lanzábamos desde estos comités de solidaridad que agrupaban a todas las organizaciones de izquierda, iniciativas que contribuyeron en gran medida a elevar el nivel de conciencia de nuestro pueblo que diera un salto cualitativo a partir de tres fechas históricas: el 27 de febrero, el 4 de febrero y el 13 de abril.
El futuro del PCV está en seguir al lado de las luchas del pueblo venezolano junto al proceso bolivariano. Contribuyendo con su experiencia en organización, con las luces que nos dan los clásicos del marxismo, con la inspiración de quienes supieron entregar sus vidas en aras de un ideal.
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