Ratificamos
que no está en discusión el apoyo irrestricto al gobierno bolivariano
en lo que respecta a su lucha contra el imperialismo, la desigualdad
y cualquier forma de injusticia social. El esfuerzo realizado en educación,
salud, medio ambiente y en general mejoras de las condiciones de vida
del pueblo, es indiscutible. Sin embargo, hay cumplimiento de principios
que orientan estrategias políticas, que merecen ser analizados y
debatidos.
Con todos los
avances sociales que se han logrado en estos doce años,
no se ha podido superar el grado de aceptación popular con que se inició
el proceso de cambio bolivariano. Es múltiple la preocupación que
a diario expresan un grupo de camaradas, donde se refleja inconformidad
con una manera de hacer oolítica y dirigir el proceso, hechos
que pudiesen traer funestas consecuencias.
Veo
con mucha preocupación: Como se extiende la burocracia y se mantiene
la que había; soluciones para salir del paso; la falta de creatividad
de quienes esperan una directiva desde arriba para actuar en su nombre;
una gran falta de audacia y de creatividad en la solución de los problemas
de ayer y veo con más preocupación que esas soluciones no llegan al
mañana, y mucho menos tienen vocación de futuro (Miguel Octavio Russa.
Diario VEA, 30.3.11)
Así como
el camarada Russa, hay decenas de compatriotas que de buena
fe hacen críticas constructivas, las que generalmente son calificadas
de divisionistas por parte de los que no quieren asumir su responsabilidad
por los múltiples desaciertos en que han incurrido. Se les olvida,
que el gran éxito político del Cdte. Chávez, fue haber asumido
con humildad y valentía lo sucedido el 4.2.92.
Con habilidosa
astucia, el arribismo y oportunismo político, en 1999, vendió la
idea que los integrantes de las comisiones de enlace no tenían porque
ocupar posiciones de gobierno, a pesar que estos en su mayoría eran,
los más comprometidos con el proceso y conocedores de la realidad.
De allí arranca un primer capítulo “inteligente” de exclusión
a buena parte de abnegados luchadores y profesionales honestos, lo que
permitió que sobre la base de recomendaciones personales y familiares,
se fuesen ocupando los cuadros de dirección en el gobierno y
el partido MVR. La trayectoria no pareció ser lo más importante.
Años después,
importantes dirigentes del partido, lo enrumbaron por caminos
de poca eficiencia y eficacia revolucionaria. En vez sancionar
a los negligentes y corruptos y darle oportunidad a nuevos cuadros,
una vez más la astucia se impuso, así ocurrió que no hubo interés
en evaluar las causas del fracaso del partido, mas bien se creó el
PSUV en sustitución de MVR. También se observó que cada vez que
un ministro fracasaba en su gestión, se creaba un nuevo ministerio
o algo parecido, hecho que pareciese ocultar las verdaderas raíces
del mal detectado. A los pocos días, los fracasados regresaban de nuevo
a la palestra pública, con igual o mayor poder.
En cuanto a la ineficiencia e ineficacia en la dirección del partido y en los cargos de elección popular, una vez más, con mañosa picardía, un pequeño grupo de dirigentes, después de sesudos análisis, llegaron a la conclusión que la negligencia, fallas y errores, era consecuencia de haber promovido elecciones por la base. Argumentan “Este método permite que los que tienen cargos importantes dentro de partido y el gobierno, utilizando sus maquinarias particulares influyan sobre los electores y perviertan el proceso”. Según este criterio, las bases están fatalmente destinadas a ser manipuladas por los de arriba, razón por la cual no es que algunos dirigentes sean negligentes o corruptos, sino que el método de elección desde las bases es el culpable de que se hayan dado casos donde una dirección regional haya pasado hasta 8 meses sin reunirse y mucho menos se sancione por actos de corrupción o por haber omitido darle solución a los problemas populares.
Sobre la base
del razonamiento supra, una vez más, los astutos se salen con
la suya. Ahora venden la idea que la salida correcta para combatir los
males del partido y del gobierno, está en la instauración de un método
“nuevo” para seleccionar a la dirigencia del partido y a los
candidatos a las alcaldías, gobernaciones, diputados etc.
Se trata de una idea genial, donde la base postula en una lista
los candidatos, pero hasta allí, toda vez que será un cónclave
inteligente o superdotado, los que se encargarán de escoger a los mejores.
Por supuesto, es muy difícil, por no decir imposible, que la gente
crítica de este arcaico método, pueda ser seleccionada por los que
han sido colocados allí por su esfuerzo, pero también por el dedo
generoso de amigos y compañeros influyentes de “inquebrantable
disciplina y obediencia”
Indudablemente,
una vez más, se impone la vía de romper el sofá para enmendar entuertos,
esta vez, se trata del método de Cooptación, el cual desde
del Imperio Romano, pasando por la edad media y terminando en el excluyente
sistema de USA, es el favorito de los que les cuesta admitir sus debilidades
y sus tendencias poco revolucionarias. Está claro, que con la aplicación
del método de Cooptación, buena parte de las bases serán observadas
desde las cúpulas del partido y del gobierno como simple público de
galería, que deberá ser dirigido y obedecer los mandatos de pequeños
círculos y “líderes” que con afinada puntería estarán prestos
a llevar al tribunal disciplinario a quienes no acaten sus instrucciones
cooptadas.
De verdad,
no vale que se gaste propaganda para anunciar que se corregirá la exclusión,
la negligencia y la prepotencia de unos pocos, mediante el lanzamiento
de unas líneas estratégicas electorales para el año 2012, mientras
algunos que se creen los presuntos dueños del circo, dan discursos
hasta tres (3) horas, evitando así que en las asambleas se discutan
a fondo los problemas sustanciales que afectan al partido y al gobierno
bolivariano. Con mucha zamarra sabiduría justifican la cooptación,
aceptando que aunque no es muy democrático, evita la influencia de
las maquinarias, como si algunos de ellos son en el fondo integrantes
de similar espectro.
En todo caso,
dejemos claro, que la cooptación, pudiese ser utilizada, pero solo
en casos donde se esté situaciones en excepcionales, tales como
clandestinidad, ser invadidos o algo similar, razón por la cual, se
entiende solo bajo estas premisas, algunos compatriotas
la aceptaron como norma alternativa en los estatutos del PSUV ¿Es
que todavía nos cuesta entender y asimilar
que seguimos durmiendo con la Quinta Columna?
Por último,
invitamos a los revolucionarios a redoblar la lucha y evitar que paulatinamente
la derecha endógena continúe blindando su poder y su arbitrariedad
en detrimento de la plena democracia que debe prevalecer dentro y fuera
del partido. Es urgente, por el respeto que todos nos merecemos,
luchar por abrir el debate, que permita participar en igualdad de
oportunidades y condiciones en función de ejercer la soberanía ciudadana
y evitar que se convierta a la militancia en un amplio rebaño de borregos,
sentados frente a su casa, esperando pasar el cadáver de la revolución,
tantas veces soñada por este gran pueblo amante de Miranda, Bolívar
y de todos los libertadores que han existido en la tierra.
Los
ciudadanos personificarán y ejercerán siempre los mecanismos sustantivos
del poder político, es decir, conservarán siempre su poder y su soberanía,
la cual será siempre orientada hacia el bienestar de todos, con los
principios de igualdad y libertad (..) Dado que la soberanía reside
en el pueblo, este puede por si mismo dirigir el Estado, sin necesidad
de delegar su soberanía, tal como en la práctica sucede con la democracia
representativa o indirecta…(Proyecto Nacional Simón Bolívar.
Líneas Generales del Plan de Desarrollo Económico y Social de la Nación.
Democracia Protagónica Revolucionaria-p. 33 y 34).
Sobre las premisas
que sustentan estas ideas, es urgente que las bases elijan directamente
sus cuadros dirigentes, es hora que la Contraloría Social y política
se active, tanto en su vigilancia administrativa como en garantizar
que se cumplan los preceptos revolucionarios que sustentan la democracia
participativa y protagónica. No permitamos que los viejos modelos
de hacer política frustren los sueños de redención y justicia socia.
Impulsemos tanto al partido como al gobierno bolivariano, sin demora, hacia una auténtica revolución social. Evitemos que este proyecto de revolución se desvíe, y con el tiempo sólo sirva para ser recordado y comparado con las derrotas sufridas en la revolución Francesa, la Comuna de París, la URSS, Chile y otros intentos históricos donde al final prevaleció el oportunismo y la traición. Es hora, compatriotas y camaradas, de hacer corresponder los hechos con las palabras, mediante una dirección certera y ayudar al comandante a llevar la nave por el camino correcto que nos conducirá a la auténtica victoria socialista