En el "caso Becerra" falta mucha tela por cortar. Al respecto solo hago una corta reflexión:
¿Porque cometen tantos "errores" en las operaciones de las FARC?
El de Becerra es solo uno de una cadena inexplicable de pifias en el seno de la guerrilla mas experimentada de Colombia, y por cierto, no es el más dolorosa consecuencia.
1)La masacre en una emboscada del Comandante Reyes y un nutrido grupo de combatientes en una "concha" dentro del territorio ecuatoriano, se debió al seguimiento electrónico que los israelíes y los aparatos de inteligencia de Estados Unidos en Colombia hicieron de la señal de un "celular satelital" y a la "Laptop" utilizados cotidianamente por Reyes.
2) Aparentemente la "información secreta" contenida en esa computadora estaba asentada en forma escueta y sin el más mínimo control de seguridad o código de supervivencia que imposibilitara que esa información pudiera ser descifrada por el enemigo si este llegara a capturar el aparato.
3) La desastrosa operación de entrega de rehenes (donde se incluía a la prisionera de máxima importancia Ingrid Betancourt) y que sin ninguna medida de seguridad, ni códigos de identificación de helicópteros y sobre todo del personal autorizados por las FARC para recibir a los rehenes y cuya operación, debido a estos "errores" garrafales, terminó en un desastre para las FARC y un rutilante triunfo del falaz Álvaro Uribe y su "operación de rescate" al mas puro estilo hollywoodense.
4) Un guerrillero solicitado por interpol, con "código rojo", decide entrar a Venezuela como Pablo por su casa sin cambiar ni siquiera la identidad y lo hace precisamente cuando se esta rematando la entrega de Walid Makled por parte del gobierno colombiano y en contra del gobierno norteamericano.
No quiero adelantar especulaciones pero son muchos y muy costosos errores en un tiempo relativamente corto los cometidos por las FARC.
Todo esto debe ser tomado en cuenta por aquellas personas que se apresuran a hacer juicios de valor y calificar al Comandante Hugo Chávez de traidor y de compararlo con las entreguistas políticas de Gadafi al imperialismo y sus secuaces europeos buscando una “carta de buena conducta” en occidente.
La estatura moral del Comandante es hasta hoy de una dimensión incuestionable. Las especulaciones, opiniones desmedidas, los pronunciamientos sin juico y sin revisión de los detalles y los pormenores del “caso Becerra” son, a decir lo menos, producto de un arranque emocional, irreflexivo e infantil.
Las organizaciones revolucionarias, sobre todo las que están en la condición de lucha armada clandestina, deben considerar y reconsiderar todos sus pasos, movimientos y las “consecuencias” de sus acciones con precisión milimétricas. Sobre todo es imperdonable “embasurar “a quienes están en la misma trinchera de la lucha anti imperialista.
rafaelurdanet@gmail.com
