Seguramente habrá quienes se hagan los desentendidos, pero de un tiempo a
esta parte ya no es viable políticamente seguir reproduciendo la lógica
de funcionamiento del partido/maquinaria.
En el caso específico de la relación con el movimiento popular, esto
implica dejar de concebirle como simple correa de transmisión de la
línea del partido, lo que supone abandonar la prepotencia y la
arrogancia, pésimas consejeras a la hora de avanzar en materia de
alianzas.
Esto, redefinir, trastocar profundamente la relación
entre partido y movimiento popular, más que una exigencia del momento
político, viene a ser un mandato de las bases del partido, las cuales,
hasta donde es público, no sólo han refrendado, sino enriquecido el
contenido de la segunda de las líneas estratégicas propuestas por Chávez en enero de este año.
Según
puede leerse en el documento, pasar de la lógica del partido/maquinaria
a la del partido/movimiento "implica posicionarse dentro de las masas
populares, estableciendo y desplegando una amplia política de alianzas
con las diversas formas de organización popular… Es necesario establecer
objetivos concretos, sobre el terreno, dentro del proceso real de
transformación de la sociedad hacia el socialismo".
El 12 de mayo pasado, varias organizaciones (Corriente Bolívar y Zamora, Movimiento de Pobladores, ANMCLA, Movimiento Campesino Jirajara, Marea Socialista, UNETE) acordaron iniciar una campaña nacional en contra de la impunidad y la criminalización del movimiento popular.
Los "puntos de acuerdo" constituyen, de por sí, el primer paso para la
definición de una agenda popular de luchas: 1) investigación y
procesamiento de autores materiales e intelectuales de asesinatos contra
militantes y dirigentes revolucionarios, campesinos y obreros; 2)
sobreseimiento de causas penales que involucren a militantes populares
procesados por defender sus derechos; 3) reformar instrumentos jurídicos
que facilitan la criminalización de luchas populares, específicamente
derogación del artículo 471-A del Código Penal; 4) denuncia y combate de
cercos mediáticos a luchas populares; 5) consolidación de espacio
unitario de fuerzas revolucionarias, que exprese diversidad y que
garantice férrea voluntad de defensa del proceso revolucionario junto a
Chávez; 6) construcción del Polo Patriótico desde abajo y con los de
abajo; 7) profundización de la batalla ideológica y contra el
pragmatismo.
De cara a los puntos de esta agenda popular, todos
los cuales absolutamente compatibles con la estrategia de
repolarización, ¿qué posición habrá de asumir la dirección del partido?
Hasta ahora prevalece el silencio. Un silencio que ojalá no sea
expresión de viejos vicios y prejuicios, sino la antesala de un gesto
fraterno y solidario para con un movimiento popular que bien se lo ha
ganado.
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