Una vez pasados las manifestaciones de apoyo que se dieron en todo el país a favor de PDVSA, las cuales repudiaban las represalias tomadas por el Departamento de Estado Norteamericano contra nuestra industria petrolera, es cuando se debe iniciar con sangre fría la evaluación de los verdaderos daños y riesgos a que estará sometida nuestra primera industria.
Cualquier trabajador experimentado de la Industria Petrolera, está consciente que muchas de las unidades de procesamiento de petróleo están bajo régimen de Licencias Tecnológicas de procedencia norteamericana. La primera pregunta que nos haríamos: ¿Cómo afectarán las restricciones a estas unidades de producción? Quizás por ser unidades ya instaladas y en plena producción en nada la afectaría, pero a la vez son unidades que generalmente trabajan con químicos, catalizadores y reactivos asociadas a las licencias que pronto podrían ser consideradas dentro del alcance de las sanciones gringas.
La segunda pregunta que nos haríamos: ¿Cómo afectan las restricciones a PDVSA, en cuanto al acceso a Licencias Controladas de procedencia Norteamericana en el desarrollo de los nuevos proyectos de la Faja del Orinoco? Es posible que la mayoría de los licenciantes que tienen que ver con el procesamiento de crudos pesados, son también norteamericanas. ¿Que hacer entonces? Veamos.
La única solución que tenemos está en las viejas palabras del Comandante Fidel Castro y parafraseándolo: “Es deber de todo Venezolano tomar conciencia de los tiempos que vivimos, es desafiar poderosas fuerzas dominantes dentro y fuera del país, es cambiar todo lo que debe ser cambiado, es emanciparnos por nosotros mismos y con nuestros propios esfuerzos”.
Pues bien, PDVSA es un gigante adormecido, posee amplísimos saberes y un ejército de valiosísimos hombres con conocimientos, destrezas y valores. Ante una contingencia de esta naturaleza se convertirán en los catalizadores de una profunda y verdadera independencia científica y tecnológica del país. Existe también otro gigante adormecido INTEVEP, la cual ha desarrollado tecnologías propias en el procesamiento de nuestros crudos, estamos seguros que de asignárseles las tareas de vanguardia para superar estos desafíos, será motor fundamental de nuestra emancipación tecnológica petrolera.
Finalmente, tenemos un liderazgo en la industria con una altísima fuerza moral, como es el compañero Rafael Ramírez, que conjuntamente con las directrices del Presidente Chávez estamos seguros en salir adelante y cumplir con el objetivo de mantener a PDVSA como la empresa petrolera de mayor prestigio mundial.
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