“enfatizar en la unidad de las fuerzas revolucionarias, todo proceso complejo engendra desacuerdos sobre algunos puntos…en los cuales no hay un consenso, etc. En este momento debemos pasar por encima de todas esas series de cosas y trabajar por la unidad de todas las fuerzas progresistas”.
(Luis Brito García)
Esta frase del himno de nuestra
patria Venezuela se arrastra en mi memoria desde la infancia, siempre
me trajo la idea absurda de seres que se vendían a sus apetencias,
a sus ansias de poder o a sus visiones particulares, a su entrega a
la burguesía en detrimento de la felicidad de la patria, me hacía
presente, esta estrofa, a nuestro padre de la patria que murió en la
más imperdonable soledad y desamparo luego de tantos años de lucha,
de tanto combate y tan titánica existencia. Hoy temo que se repita
de nuevo en nuestro destino esta terrible proclama que diario entonamos
al cantar el himno de la patria por la que todas y todos estamos en
lucha.
No podemos permitir que ningún
suceso sea más importante que la revolución bolivariana, no se puede
perder jamás el valor de lo que hemos construido de forma magistral
en estos años de lucha, nunca nuestro continente volverá a ser tan
poderoso ante el imperialismo como ahora lo es, no ver lo que tenemos
como patria y como continente sería sufrir de ceguera histórica, de
ese mismo egoísmo que denuncia la letra de nuestro propio himno nacional.
Perdernos en los errores y las fallas será traicionar.
He leído muy detenidamente
las declaraciones de Luis Brito, su llamado a la unidad es el mismo
que puedo proclamar en el momento que vive nuestra patria y nuestro
proceso revolucionario. Lo que Venezuela, al mando de nuestro comandante
Hugo Chávez significa ante el compromiso de transformación es gigante
ante cualquier suceso politico que no se comparta, pero nunca uno de
estos sucesos tan magistralmente manipulados hasta por el mismo imperio
mediático, pudiera lograr que ninguno de nosotros abandone su adhesión
al proceso en que hemos venido participando.
El imperialismo acecha a Venezuela,
no habrá que esperar a escuchar las bombas y las noticias cayéndonos
sobre nuestra cabeza, matando a los humildes como hoy se asesina un
pueblo entero en el genocidio continuado que realiza el imperio y la
OTAN en Libia con la anuencia de tantos de parte y parte, no se podrá
permitir, por ningún motivo que el imperio tenga excusa alguna para
atacarnos mediática y bélicamente, es la hora de enfrentarlo con la
misma entereza y dignidad con la que el glorioso pueblo cubano lo ha
detenido en 52 años de revolución: un pueblo unido, jamás será vencido.
Un llamado a todas y todos
quienes tenemos la vida puesta en esta enfrenta final, a los pueblos
de la America que sigue de pie y altiva ante un imperio que sobrevuela
con sus halcones nuestra decisión de ser libres. Un llamado a entender
que es el momento de avanzar sin reparo para vencer para siempre un
sistema al que todos detestamos por inhumano y cruel, por sanguinario
y depredador de la misma condición humana. Abramos espacio para superar
las diferencias sin caer en la trampa que nos monta el imperio que pretende
dividirnos. No es poca cosa lo que se esta jugando en la política mundial,
no vale menos lo que el resto de los pueblos hacen en los demás países
que sufren la crisis final de este sistema, hay que ser uno ante la
muerte, hay que ser una sola fuerza los que estamos en el sur con los
que insurgen en España o en Grecia, hay que unir y unir mas cada
día la fuerza poderosa de los pueblos que compartimos la esperanza
de una nueva vida.
Es la hora de enfrentarnos
con la unidad que nos enseña Cuba eterna y sólida desde hace años,
este pueblo heroico y resistente es el ejemplo por el que debemos pensar
en la unión antes que terminar atrapados en ese egoísmo que tantas
veces derrotó la republica que hoy por obligación debemos a nuestras
hijas e hijos.
El egoísmo no puede ser de
nuevo quien derrote a nuestra lucha, jamás cantará uno de nuestros
descendientes esta frase con el dolor de sentirnos vencidos, no hay
tiempo ni es posible, necesario en vencer y venceremos. Unámonos en
nuestras diferencias para seguir siendo ese bravo pueblo que otra
vez venció!
¡Venceremos!