Aparentemente hay un vacío de poder generado por la ausencia del Presidente Chávez de quien quieren hacer creer que está en Cuba recuperándose de una operación de algo llamado “absceso pélvico”.
Como es lógico la oposición venezolana no se traga esa coba pues un presidente decente se opera en su propio país y permite la presencia de observadores nacionales y extranjeros en el quirófano para dar fe del acto.
Según lo explica Carla Angola, se deben emitir boletines a cargo del jefe del equipo médico, quien cada cierto tiempo indicará si el paciente está consciente, habló, hizo pipí y demás detalles relevantes. Nada de poner al Canciller de la República a dar informaciones sobre lavativas que no conoce y menos aún que el propio Presidente Chávez llame por teléfono a la escritora Carola Chávez y luego hablé con Nicolás Maduro durante una entrevista en Telesur.
El acucioso periodista Ronald Carreño explicó que “dicen” que se hizo una operación para rebajar la barriga, aunque existen otras versiones que hablan de quistes malignos. Se trata de periodismo investigativo de alta confiabilidad.
La MUD considera la posibilidad de dar un plazo prudencial para luego declarar la ausencia o desaparición del Jefe del Estado y pedir la sustitución constitucional. Si la mayoría parlamentaria se opone acudirán ante la CIDH y el Secretario General de la OEA para luego pedir apoyo a los gringos del departamento de Estado.
Parece que los militares que pusieron a Camona Estanga en Miraflores “preñados de buenas intenciones” están sintiendo nuevos síntomas de embarazo insurreccional, buscando a ver si alguien los apoya en la FANB. Total, tocar la puerta no es entrar.
Otros quieren probar suerte tentando al Vicepresidente Elías Jaua para que se alce con el coroto como lo hizo Juan Vicente Gómez, pero les han dicho que “el vice” no acepta ofertas, por lo que ‘Jaua que no haz de beber, déjalo correr’.
Finalmente un sector desea traer de Bogotá a Carmona Estanga para que prosiga con el golpe que fue interrumpido de manera inesperada. Habría que averiguar si el autor de La Carmonada estará dispuesto a jugársela de nuevo.
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