En lo personal el fallecimiento de Clodosbaldo Russián, el Contralor General de la República, ocurrido como consecuencia de un ACV luego de su aparente recuperación en Cuba, nos causa inmenso pesar.
El contralor falleció prematuramente a los 72 años de edad, cuando lucía saludable y aún le faltaba un lustro para culminar su segundo período en el alto cargo. Ahora se plantea la elección de un titular para la Contraloría General lo cual presupone la designación de un comité de postulaciones que elabore una lista de candidatos y la selección de alguno de ellos mediante el voto calificado de dos tercios de los diputados. Para ello se requerirá un acuerdo entre el gobierno y la oposición o, al menos, con los diputados necesarios para completar 110 votos legislativos. Caso contrario la elección podría ser mediante el voto popular en comicios organizados por el CNE. De cualquier modo la selección no será sencilla y mostrará el tamaño de las dificultades que aguardan ante los encontronazos políticos de los próximos meses.
Clodosbaldo Russián era nativo de San José de Aerocuar, en la costa sucrense, vástago de una conocida familia de origen corso y con vocación por la política, en donde se inició como militante de URD, asumiendo posteriormente posiciones más radicales de izquierda, las cuales le valieron persecuciones y carcelazos que resistió con buen temple.
Fue un revolucionario sin cargas de odios ni deseos retaliativos, que ejerció el delicado cargo con ecuanimidad y prudencia. Aún así, mientras unos lo tildaban de ser demasiado blando, otros lo consideraban excesivamente severo, en particular por haber aplicado las sanciones administrativas que impidieron el ejercicio de cargos públicos durante cierto tiempo a connotados personajes de la oposición y el gobierno.
La derecha recalcitrante lo tenía entre los funcionarios más odiados, prueba de lo cual fue la cantidad de mensajes cargados de odio que le dedicaron a raíz de sufrir el ACV y ser trasladado a Cuba.
Pero Cobayo Russián tenía quienes le brindaran todo el afecto necesario. A nosotros, sus amigos, nos queda el ejemplo de su humildad y rectitud.
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