Cuándo, no existe información comprobada sobre un hecho. Cuándo esa información es dada gota a gota. Cuándo los encargados de dar esa información hacen mutis y solo abren su boca para decir que por los momentos, no tienen nada mas que decir. Ese hecho se convierte en misterio y pasa a formar parte de la naturaleza humana tan pródiga en convertir dicho misterio en una tragedia o en una comedia. También da, para los rumores y para los chistes malos o buenos.
Eso es lo que está pasando con la enfermedad de Chávez. Sus allegados y él mismo, la han convertido en un secreto bién guardado, haciendo que por los distintos medios corran todo tipo de información insanas y oscuras que llenan de innecesaria angustias a los que que estamos con Chávez y de alegría carroñera a los que desean todo mal para el comandante. Por eso no entiendo, tanto apagón informativo, con respecto a la salud del presidente. ¿Es que acaso la salud del presidente, es mas importante que la salud del estado? ¿Será que nosotros, pobres inocentes, caídos en desgracia, no tenemos derechos de saber el estado actual de la salud de Chávez? ¿Es que acaso nosotros, no merecemos el respeto de los que rodean al presidente?
El pueblo necesita saber la verdad, por muy dura o buena que sea. Ella es muy necesaria para mantener al pais en calma y evitar así esa ola de infundios rastreros y sucios que tanto daños y desencuentros le están causando a la nación. Es urgente que el presidente se dirija a la nación en vivo y en directo. Si, de verdad está de reposo, muy bién lo puede hacer para que nos diga lo real o ficticio de su enfermedad. Es la única forma de acabar con esta incertidumbre tan dañina e innecesaria. Ya que toda la información que salga de boca de uno de sus ministros o allegados, no es creible, por que todos sabemos como se maneja la información en el gobierno.
La grosera e irrespetuosa palabras de José Vicenta Rangel, no hace si no echarle mas leña al fogón donde se cuecen las inmundicias mediáticas de la oposición, cuándo dice: que Chávez, regresará cuándo a él le de la gana. Rangel, en su papel de Agora oficialista, no hace si nó reforzar el misterio en que ha convertido la salud presidencial.. JVR al decir lo que dijo, tan solo para complacer peticiones del público, parece desconocer que en la constitución no hay artículo alguno que diga semejante barrabasada. Si, la ausencia del comandante se hace mas prolongada, este, debiera de cederle su puesto (sin ningún tipo de presión, solo la que marque la ley) ) al vicepresidente, tal como lo establece nuestra carta magna, hasta que él esté en posibilidad de reintegrase al cargo. No hacerlo es añadirle mas hojas secas al fuego de la incertidumbre y la insensatez.
El presidente, debe de entender que un país se puede no se gobernar manteniéndo en ascuas a la población. Y mucho menos gobernarlo sujeto a un secreto, que mas temprano que tarde tendrá que salir a la luz pública. Un secreto que no es recomendable y sano para la salud de le república que al fin y al cabo es la que mas nos interesa. El presidente Tiene todo el derecho (como lo tiene cualquier mortal que se enferme) a curarse y reposar el tiempo recomendado por los medicos. Pero en lo que no tiene derecho es mantener a todo un pueblo a no estar informado en todo lo concerniente a su enfermedad. Nosotros, los que nos hemos calado las vicisitudes (buenas o malas) que él pasado, merecemos mas consideración y que se nos diga la verdad. No hacerlo, es poner en peligro la credibilidad del mismo presidente y este secreto dejará de serlo, para convertirse en una simple fantasía.
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