Este sábado,el presidente se
dirigió a las representaciones regionales del PSUV acompañado por el
equipo de gobierno.Lo hizo antes de partir a Cuba para continuar su
tratamiento médico ante la convalecencia. Indudablemente, el mensaje
público también tiene destino para los arquitectos de la conjura...
El sentimiento de solidaridad popular ha provocado que los demonios se
desaten.Las hienas están heridas.La suma de voluntades y la preocupación
de la esperanza de las multitudes descansadas en una humanidad, están
generando en las multitudes una introspección que está potenciando la
capacidad subjetiva. Y, por supuesto, la producción de sentido en el
imaginario colectivo: la corresponsabilidad.
Los bárbaros de la conjura,convencidos de esa suerte de "autorepresentados iluminados canónicos irremplazables" acompañados con esa carga de desprecio,subestimación y banalización hacia esa multitud social y diversa,comienzan a desesperarse ante la reacción colectiva solidaria.Cuando tercamente los bárbaros cínicos reeditaban el desprecio hacia las multitudes en la creencia que son clientes,súbitamente tiemblán cuando se percatan que son sujetos,sujetos en busca de su propio destino.
El peligro ahora - para hilar fino- es que los demonios delirantes y resentidos de los bárbaros los llevan en su desespero a mostrar las garras de la barbariedad que disimulan cínicamente. Los bárbaros en complicidad con los alevosos,se la están jugando. Las cartas sobre la mesa no escatiman sacrificio propio o ajeno, porque el sentimiento que los mueve es su propia naturaleza,el cinismo perverso. Esa es la herencia que arrastran y ahora no será la excepción. Si "la pelona" no puede, ellos están dispuestos al precio que sea, porque a fin de cuentas,ellos son La Moneda.
Ya lo confesó cínicamente el subalterno mediático que deámbula por Miami,..."Yo especulo pero doy trabajo con el cual pago y me doy el vuelto"..Es decir, a confesión de parte, relevo de pruebas: Es la catadura de un conjurador estéril y resentido acompañado de su naturaleza fascistoide.