El capitalismo vive su descomunal crisis global en todo su ordenamiento, no es coyuntural es estructural, su saldo a la vista es la factura de la inmoralidad que sufren quienes lo defienden y lo sustentan, a la par el socialismo como ideario se monta en la palestra globalizada. Venezuela en este contexto hace un gran esfuerzo planteando sobre la marcha en pleno proceso una propuesta en un accionar exponencialmente legítimo y lleno de contraste donde todo se mueve con ensayo tras ensayo en todos los ámbitos democrático, protagónico y participativo manteniendo vigente el elemento constituyente. Mientras el capitalismo sufre una quiebra en franca decadencia como modelo desprovisto de valores humanistas en todos sus frentes, en lo económico ya no es alternativa responsable de largo aliento, en lo cultural un espejismo amorfo y ridículo por su carga de egoísmo desconcertante, que lo descontextualiza con la naturaleza existencial de los seres humanos en su lógica e intelecto y como sistema en sí, su propio carácter globalizador sufre una suerte de contaminación en sus entornos de fuerzas e intereses emergentes que antagonizan en su seno estimulando sus propias contradicciones, a ese modelo solo le va quedando para apoyarse su fuerza brutal y terrorista militarista; pareciera que el mundo avanza a su encrucijada dramática e impostergable, o el capitalismo se va de bruces hundiéndose hacia el abismo y el caos arrastrándonos a una hecatombe de exterminio de la vida humana o las comunidades del mundo se movilizan en unión estructurante hacia la revolución de los pueblos en defensa del planeta y de la vida.
Una aproximada y correcta lectura de los acontecimientos nos obliga a los revolucionarios socialistas bolivarianos a un análisis sustantivo observando todas las aristas en el asunto de los modelos, en la búsqueda creadora y concreta que supere el quiebre del modelo capitalista que en lo político nos deja perplejos, y a veces sin salidas a la mano, de ahí la puntual herramienta en la que se transforma la batalla de las ideas y en esas condiciones dentro del impulso de la revolución alertas también frente a los agentes ideológicos contaminados por las costumbres y modos de la cultura capitalista que permanecen como reproductores de vicios y triquiñuelas perniciosas que exasperan los ensayos que están presentes en toda la sociedad desde abajo hacia arriba tanto en el seno del poder popular como en las instancias internas de la organización política de vanguardia, nadie está exento de eso y su presencia logra frenar muchas veces las expresiones autenticas de los intereses populares en la puja por la toma del poder político, los viejos vicios cuando actúan enajenando los resultados de la democracia, participativa y protagónica en los sectores mas vulnerables de la bases sociales uno de ellos los padrinazgos mal fundados o el escamoteo de la burocracia que se abroga un carácter de tutoría del pueblo manso creyente. Es momento de acostumbrarnos a producir una evaluación permanente de los hechos de pronto nos damos cuanta sobre la pertinencia de acertar ahora en la correcta conceptualización de los elementos y factores a lo interno del proceso político y que a su vez se produzca el ordenamiento de las fuerzas que se mueven con sus representaciones, ideas y experiencias sin escatimaciones, así se organizaría con especificidad la rica diversidad con honestidad y transparencia y serian un aporte pedagógico de mucha valía para el partido de la revolución en construcción (psuv), y el proceso revolucionario bolivariano y socialista, porque los pueblos en revolución con el desarrollo de su inteligencia política desde los colectivos revierte el concepto de la inercia caótica o globalidad en caos, hay que asumir esta batalla con audacia para disputarle los espacios al poder capitalista dominador y a la fuerza cíclica de la globalización, evadiendo los vacios que ocasionan el desconcierto social explicando la perspectiva que significa globalizar la solidaridad de los pueblos con organización y congruencia por sus resultados, y así progresivamente avanzar, más que todo, con el ejemplo y sobre la marcha, confrontar exitosamente con la realidad transformada a la hegemonía globalizante del capitalismo y su lógica de la mercancía con su efecto egoísta.
En estos tiempos de dura lucha política los distintos autores se van mostrando con responsabilidad con posiciones claras asumiendo los riesgos diferenciándose de la politiquería que apela por sus mascaras y sus calculadoras, subrepticio como el capitalismo agazapado. Estemos claros la lucha es permanente en esta década de gobiernos izquierdistas en América latina, ciertamente como lo dijo Lula en el encuentro de los pueblos en Nicaragua: “un verdadero huracán de democracia con participación la organización y la lucha de los pueblos en casi todo el continente expone nuevos liderazgos nuevos enfoques”, evidente es que un nuevo modelo puja naciendo en la patria grande y eso a la gran potencia imperialista continental no le conviene, es inminente su desespero, la burguesía egoísta y los cipayos vende patria en lo político se oponen al cambio histórico aun cuando literalmente desnudos sin razones niegan como judas hasta su propia historia y son opositores hasta por simple capricho siguen sin entender que su ciclo histórico está agotado cuando deberían aceptar el proceso creador de los pueblos hacia la segunda independencia con el espíritu del combate Bolivarianista y Socialista del siglo XXI, que bien en el fondo es esencialmente integracionista abonando todos los esfuerzos forjando la cultura del nuevo mundo unionista de iguales solidarios.
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