Doscientos años de historia es poco para un país. Desde Simón Bolívar a Hugo Chávez solo hubo que dar un paso, si, solo un paso, pero de gloria, grandeza y magnánima gallardía.
Venezuela, país privilegiado, ha tenido la gracia de contar con el mejor de sus hijos en dos periodos históricos diferentes, uno con el nombre de Simón José Antonio de La Santísima Trinidad Bolívar y Blanco, quien doscientos años mas tarde regresa a continuar la inconclusa labor de liberar a la patria, con el nombre de Hugo Rafael Chávez Frías.
Dos épocas dos hombres, dos nombres y un solo espíritu ante la misma misión.
Es así como ninguno de sus detractores alcanzan la estatura del “Sol de América” y ni con todo el poder mediático, ni con los dólares de sus amos imperiales podrán opacar su brillo.
Ahí están los “indignados” del mundo pidiendo a los sátrapas del capitalismo que los gobiernan la instauración de Poder Popular y la Democracia Participativa y Protagónica establecidos desde hace once años y con vigencia plena en la Constitución de Venezuela Bolivariana de Hugo Chávez Frías.
Hay distintas clase de seres humanos, los hay humanos divinos como Jesús de Nazareth, y Buda, Existen los humanos excelsos como Bolívar, Gandhi, La Madre Teresa, El Che, en esta categoría se inscriben con letras de oro los nombres de Simón Bolívar y Hugo Chávez Frías para gloria de Venezuela.
Existen humanos demoníacos como Hitler, Caligula, Nerón, Bush y Obama, y están los humanos degradados en el último peldaño de la escala humana como el anodino autor del “arti-culo” de El Universal del martes 9 de agosto de 2011 y que da nombre a la presente opinión. Este tal Godoy es un bolsa mas de los envidiosos que pululan en la oposición reaccionaria, quien o no será recordado mas allá de dos años después de su escuálida e insignificante muerte, ni siquiera por sus familiares mas cercanos.
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