La crisis mundial
capitalista que comenzó en 2008 y que amenaza con prolongarse
por el recrudecimiento de las dificultades fiscales y de endeudamiento
en los Estados Unidos de Norteamérica y en la Zona Euro no sólo no
reparte equitativamente las cargas del sacrificio que ella lleva implícito,
sino que las soluciones a las cuales han recurridos los gobiernos han
reforzado un componente estructural de toda sociedad capitalista, la
desigual o regresiva distribución del ingreso nacional.
La política
económica en los países de Europa, con raras excepciones como
Alemania, y en los EEUU tienen el sello de la austeridad presupuestaria
o equilibrio fiscal impuesto por el “renovado” Fondo Monetario Internacional
o la ultra derecha conservadora como le ocurre al gobierno de Barack
Obama. Ello supone colocar el peso de la solución de la crisis capitalista
sobre los ciudadanos de esas naciones al disminuir aportes al gasto
social diverso, reducir transferencias a los mas necesitados y elevar
los impuestos al consumo, esto ultimo buscando un mayor nivel de renta
extraído de las grandes mayoría de clase media y trabajadores. A todas
estas los bancos que fueron el epicentro del crack financiero especulativo
son “salvados” para salvar al capital y, los ricos en medio de la
recesión mundial (2008-2009) y la nueva desaceleración económica
(2011) se han enriquecido aún más.
El señor Warren
Buffett uno de los mayores especuladores del mundo que hizo su inmensa
fortuna, cerca de 60 mil millones de dólares, comprando y vendiendo
acciones de empresas en la bolsa de valores y, que según la revista
Forbes 2010 es el segundo hombre mas rico del planeta luego de Carlos
Slim y por encima de Bill Gates, ha surgido como un involuntario vocero
de la izquierda sindical mundial, un raro e impensado “camarada”.
El rico señor
Buffett formuló unas declaraciones en los Estados Unidos de Norteamérica
en las que afirmó que ya era hora que el Congreso de su país dejara
de tratar tan bien a los más ricos. Así mismo critico que el gobierno
Norteamericano consintiera a los de mayor fortuna con trato fiscales
privilegiados. En lo que llamo eufemísticamente “gestiones de inversión”
alegó pagar, como máximo, 15% de impuestos, mientras que algunos de
sus empleados asalariados, su secretaria entre ellos, han de pagar 36%
en promedio, llegando algunos a 41%.
El inesperado
crítico multimillonario explicó que para el año 1992 los más ricos
de Estados Unidos pagaban una tasa impositiva entorno al 30% y, que
en 2008, cuando revienta la burbuja especulativa inmobiliaria, ya sólo
pagaban 21%. Concluía su declaración proponiendo que les elevaran
los impuestos a él y a sus amigos ricos “largamente halagados por
el congreso”, formulando la idea que se incrementara la presión tributaria
sobre las utilidades por dividendos y ganancias de capital.
Es obvio que
el señor Buffett no es anticapitalista ni nada que se le parezca, creo
sin embargo que la profundidad de la crisis que contextualiza una decadencia
del patrón dólar le hace observar el camino equivocado del gobierno
de Obama al ceder a la presión de la derecha del Partido Conservador
que le llevará a reducir el déficit por el lado del gasto sin afectar
a los mas ricos. Así es el capitalismo sin frenos en el despeñadero
cuando se impone la lógica del capital y de los dueños de este.
Los millones
y millones de dólares y euros que las grandes corporaciones financieras
perdieron por la gigantesca especulación fueron recuperados luego de
la crisis económica de 2008. Se estima que la riqueza en Europa se
concentra en el 10% más rico de la sociedad, dueño de más del 60%
de la riqueza social. Según el World Wealth Report (Informe mundial
Sobre la Riqueza) el viejo continente cuenta con 3.1 millones de ciudadanos
millonarios con bienes valorados en 10,6 billones de US$ (7,5 billones
de Euros). Esta descomunal fortuna privada a pesar de la crisis economica
continua aumentando: El Bundesbank afirma que sólo en Alemania la sumatoria
de la riqueza privada ha aumentado en los últimos cinco trimestres
350 mil millones de euros, lo cual equivale exactamente a la deuda externa
que martiriza y tiene al borde del caos social y económico a Grecia.
El dueño del 19,6% de la Coca Cola, del 10,6% de American Express, del 9% de la Procter and Gamble, del 3,3% de la Conoco Phillips y del 3% de Johnson and Johnson, lanza su inesperado llamado sustentado en una racionalidad que el capitalismo neoliberal norteamericano abandonó en las últimas tres décadas para acumular ganancia en la “ingeniería financiera”. Los multiricos concentrando aun más la riqueza ayudaran a lo que Stiglitz llama “Caída Libre”. Cuestión de tiempo “camarada” Warren.
rodrigo1cabeza@yahoo.com