La joven y elegante y bonita periodista del diario El Oportuno, Margot de la Sota, asistió con su fotógrafo Frasso Monteverde a la casa de AD en El Paraíso, para estar allí al lado del cadáver de Carlos Andrés Pérez para ver de cerca de a los políticos que seguramente iban a dejarse ver. Y Henry Ramos Allup fue el primero en llegar. Repartiendo besitos a las damas y dándoles la mano a los caballeros, Ramos Allup se ubicó detrás del ataúd. Luego Llegó Antonio Ledezma, sonrió y caminó hasta colocarse al lado de Ramos Allup. Evelyn Trejo, la alcaldesa de Maracaibo y esposa del dirigente en el exilio, Manuel Rosales, también hizo su entrada. Después entró sonriente María Corina Machado.
La periodista, con su blog de notas y su grabador en la mano, estaba atenta a las palabras de la gente que la rodeaba. Mujeres adecas que llegaron con ceniceros con la cara de CAP y con afiches del tiempo cuando fue presidente y con muñecos con las manos levantadas.
Y Ramos Allup dio las palabras asumiendo a Cap como un verdadero líder de la democracia. Un hombre que supo enfrentar sus decisiones. Y habló largamente de los méritos y de los traidores que llevaron a CAP a salir del poder en 1993. “Lo podrán sacar del país, pero nunca lo sacarán de nuestros corazones”.- dijo el hombre.
Después la periodista Margot de la Sota llegó hasta la redacción y antes de escribir su nota investigó la expulsión de CAP del poder. Y allí supo que Henry Ramos Allup y el partido AD y la Corte Suprema de Justicia y los copeyanos y los del MAS fueron los que sacaron a Pérez del poder un 20 de mayo de 1993 cuando Pérez, despidiéndose dijo. “Hubiese preferido otra muerte”.
Después, una vez que lo botaron del partido Acción Democrática, CAP decidió crear su propio movimiento político: Apertura. Y desde allí se reunió con independientes y ex-adecos que lo acompañaron. También es cierto que, cuando Pérez asumió su segunda presidencia, se produjeron los hechos que se conocieron como el Caracazo. También hubo persecuciones y presos políticos y torturas y cierres de periódicos y censuras. En fin, la periodista Margot de la Sota, ahora, gracias a su investigación, se había enterado de muchas cosas. Incluso sonrió con unas declaraciones de Pérez cuando dijo que “las Fuerzas armadas no le han comprado ni una navajita a Gardenia Martínez”
Entonces decidió antes de hacer una reseña del velatorio, escribir un reportaje que tituló: Matan y van al entierro. Y una foto de Henry Ramos Allup con la boca abierta, detrás del ataúd de CAP, ilustraba su texto.
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