Pero ella sabe, que no fue solo un sueño…
El sonar de una guitarra en rebeldía
inundo su habitación a oscuras, mientras una voz le decía:
“Dile a Residente, que gracias a su “Latinoamérica”, las ráfagas
de tiros fueron vencidas por la algarabía de todos nosotros esta noche”,
mientras la combatiente escuchaba al cabrito “Luchin” junto a su
almohada, en la voz del que una mañana, le cortaron sus manos, por
el solo hecho de cantarle a la libertad…
Una madre de la Plaza de Mayo, cuando intentaba contarle su alegría por teléfono a una compañera, la otra le dijo sin dejarle hablar: “No me digas nada, ya lo sé todo, las manos de tu hijo acaricio tu cabellos blancos anoche, mientras besaba tu frente, y diciéndote: Te quiero mama”…
-¿Y vos como lo sabes?...
“Porque a mí me pasó lo mismo Sonia,
igual que a María, a Rosa, a Mercedes, y a todas las que me llamaron,
en un teléfono que no paraba de sonar, en una noche mágica donde la
alegría llego sin cuentagotas, cuando nuestros hijos regresaron con
nosotros, aunque fuera solo por una noche”…
Cuentan que los lugareños escucharon toda la noche gritos de libertad por los lados de Cantaura y Yumare…
Por los lados de Coro, los pescadores
no paraban de percibir el sonido inconfundible de un cuatro y una guitarra,
mientras juraban que era nuestro Ali…
En San Juan, un niño lustrabotas despertó
en un barrio de miseria pensando que alguien le había regalado una
almohada en su refugio de tristezas, y al comprobar que la misma era
un simple libro viejo, escucho una voz que le decía: “Léelo pibe,
para que sepas como comencé yo”, donde en su tapa se leía “Mi
Diario”…
Mientras en todas las laderas y caminos de nuestra América, se escuchó el ruido inconfundible de una moto de los años cincuenta confundida entre risas y carcajadas, mientras una voz repetía: “Apúrate Alberto”, la otra contestada: “No jodas Ernesto”…
Y cuando Residente le ponía toda su rebeldía a su canto, la voz de Fidel se escuchó en el teléfono de Chávez diciéndole: “Hugo, hicimos bien nuestra tarea”…
Y la risa en nombre de la alegría
inundo todos los teléfonos del mundo, ante la perplejidad de todos
los que la oían………………….
(…) Comprobando que regresan sus cabellos poco a poco frente al espejo…
Nuestro comandante no pudo rechazar ese nudo en su garganta, cuando esa misma imagen le regresaba a un larguirucho y flaquito muchacho, que parado frente a la academia militar parecía que le decía, algo que deletrearon juntos: “Lo logramos Maisanta, lo logramos”…
¡¡Mientras aquella muchacha que acompañaba a Calle 13 inundaba los aposentos de nuestro comandante, con su voz angelical!!…
“Tú no puedes comprar la lluvia, tú no puedes comprar el sol”…
Regresando en el tiempo y la historia lo que quedará grabado por siempre, el grito rebelde de Residente: “Soy la fotografía de un desaparecido”…
“Y si se derrumba yo lo reconstruyo” nos decía de su pueblo……………………………..
Vale la pena morir mil veces compañeros, reflexiona este viejo charrúa, mientras escucha nuevamente entre muros y paredes de la cárcel Libertad, en la tierra que me pario por halla por nuestro Sur, y que me hace repetir hoy…
Muy lentamente, para que mi mente nunca lo olvide:
A veces llueve
y te quiero
a veces sale el sol
y te quiero
la cárcel es a veces
siempre te quiero…
NECESARIO ES VENCER
josevarela753@hotmail.com