Remitido por René C. Baralt - rbaralt2002@cantv.net
El acto realizado el pasado jueves 25 del presente mes de julio de 2002 con el Presidente de Venezuela Hugo Chávez, en el Palacio de Eventos de Maracaibo, tiene varias lecturas.
La primera de ellas, se demuestra nuevamente la capacidad de convocatoria del Presidente. Dos días atrás me llamó para informarme de su visita imprevista a Maracaibo, solicitando reunirse con el liderazgo político y social que le apoya en la región. En reunión urgente de las direcciones de los partidos revolucionarios se decidió convocar una reunión más amplia. Muchos temían que dos días eran insuficientes para organizar el acto. Asumimos el reto. Los partidos políticos, los círculos bolivarianos y los diversos factores sociales que apoyan a Chávez salimos a convocar a los dirigentes municipales y parroquiales de Maracaibo, San Francisco y la COL. Un plan de medios sencillo se puso en marcha, sin cuñas de radio, ni TV, apenas dos avisos de prensa con excelente diseño creativo de Antonio Boza. La convocatoria y propaganda se hizo en 48 horas. El resultado está a la vista: Un acto imponente, popular, emotivo, combativo. Cerca de ocho mil activistas, estimo, ratificamos nuestro compromiso con la esperanza de cambio liderada por Hugo Chávez. Se desbordaron nuestras expectativas. Pedimos disculpas sinceras a tanta gente buena que no pudo entrar al Palacio de Eventos por razones de seguridad, tomadas al verificarse el súper lleno que el Presidente, emocionado, calificó de “acto mollejúo”.
Era, en definitiva, una verdadera encuesta, demostrativa del arrastre popular del Presidente. A la misma hora, cincuenta personas lideradas por los viejos sindicalistas de AD, intentaron en vano tapar el sol con un dedo.
Otra lectura significativa está referida a lo que el Presidente llamó “una nueva etapa del proceso de cambio en el Zulia”. Ello apunta en tres direcciones. Una, el proceso de reunificación de todas las fuerzas políticas y sociales militantes del cambio; particularmente, lo referido a la búsqueda de la unidad afectiva al interior del MVR-Zulia. Otra, la consolidación y organización de los círculos bolivarianos como expresión voluntaria de las bases o sectores populares, que nos vinculan a los problemas reales y concretos de la gente más necesitada y con más carencias materiales del Zulia. Y, finalmente, el ensanchamiento de la base de apoyo político a Chávez con la incorporación solidaria del movimiento político que lidera el Alcalde de Maracaibo.
El encuentro con el Presidente nos permitió hacerle entrega de una propuesta para el desarrollo económico y social del Zulia, suscrita por los factores y partidos revolucionarios que le apoyamos. Ello reafirma el compromiso programático con el futuro de nuestra región. En el próximo semestre desde “El Voluntariado de Proyecto LAGO” haremos un esfuerzo por discutir, elaborar y presentar varias agendas (salud, agropecuaria, educativa, cultural, social y económica) para alcanzar nuestro desarrollo sustentable, superando las dificultades, combatiendo las desigualdades y alcanzando un mayor y mejor nivel de vida para todos los zulianos.
En mi intervención le señalé al Presidente que “el Zulia irredento”, como le llamó el primer valiente: Luis Hómez, sigue aferrado al compromiso de cambiar y transformar para que las grandes mayorías, que ahora son excluidas, tengan patria y sean hijos dignos del gran país que libertó Simón Bolívar. En medio de aquella emoción y expresiones de solidaridad y apoyo que los zulianos daban al Presidente, alcanzamos a parodiar a Tomás Borges, para decirle: En el Zulia “No tenemos batallas grandes o pequeñas, tenemos batallas por librar”. Que con la voluntad del pueblo zuliano, así sea
Diario Panorama http://www.panorama.com.ve/hoy/864464.html
