“Siempre hay algo profesional en
hacer una cosa superlativamente bien”
Bernard Shaw
“He aquí un motivo de error en la
política: no pensar más que en sí
y en el presente”
La Bruyére
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Como todos los cambios importantes i desconocidos para los años de la Dictadura de Partidos del siglo anterior, la decisión de aclarar de una vez por todas las malintencionadas dudas sobre la autenticidad del cadáver que se encuentra en el Panteón Nacional, si es nuestro genio Simón Bolívar, o fue que a un hombre tan preparado científicamente para su época, como médico, profesor e intelectual como el Dr. José María Vargas, lo engañaron los colombianos como si tratase de un improvisado venezolano. Luego, con seriedad, las dudas que puso el extraordinario profesor de Anatomía, José “Pepe” Izquierdo, no estudiando directamente el esqueleto preservado en plomo, sino haciendo deducciones sobre huesos encontrados en tumba de los Bolívar, en la Catedral de Caracas, lo que ya se prestaba a rechazo; aunque la seriedad de este eminente doctor i anatomista, i sus vastos conocimientos, no dejaban de ser honestos, no queriendo crear miedos o confusiones. Lo que sí es una posición incomprensible, dogmática e irresponsable, es la petulancia del pseudo historiador, autor de la obra LA CARTA, quien recientemente ha dicho que, no se necesitaba hacer nada de lo que decidió el gobierno democrático del presidente Chávez, ni gastar dinero en eso (como si fuese invertir en una trivialidad) porque para él le basta conocer la obra pictórica de José Gil de Castro, i una carta del Libertador, desde Lima, a su hermana María Antonia, diciéndole que es un representación fidedigna de su rostro, i de seguido con desparpajo de analfabeto cultural, dice:”por consiguiente, no tengo mayor interés en indagar más sobre sus facciones, y menos si se trata de una interpretación computarizada”. De manera, que bastaba esta opinión, para no haber obtenido los logros científicos que, no solamente prueban lo eficiente que fue la intervención del Dr. Vargas para la preservación del cadáver más grandioso en la patria, sino aportar nuevas técnicas para su conservación, librarlo de hongos i darle una urna que respondiera a los deseos que tuvo el poeta Andrés Eloy Blanco hace décadas. I luego, para completar los merecimientos del Padre de la Patria, darle un nuevo Panteón, obra que luce espectacular i de avanzada arquitectura, i que muchos cegados por el odio i la incultura, dicen que no es digna del Padre de la Patria i que ha sido para reservarla para Chávez, porque hasta se parece a él. La estupidez, ya es una constante entre tantas mediocridades.
Sin embargo, como mi admiración por la ciencia no tiene límites, i el respeto, consideración i fascinación por los hombres i mujeres que dedican sus vidas a seguir en búsqueda de más conocimientos cada día, i tomando en cuenta la sentencia de Shaw es de profesionales hacer las cosas superlativamente bien, porque conocemos que es imposible la perfección en las labores humanas, he estudiado las declaraciones que han hecho nuestros científicos, el asesoramiento buscado, la dedicación exquisita a la observación e investigación, i creo que es deber de todos los venezolanos, reconocer que no han cometido el error político –puesto que son científicos i no políticos− de pensar en sí mismo, i en el efímero presente, sino tener conciencia de progreso i superación en el tiempo. En uno de mis escritos quedó en blanco el nombre de la doctora que habló de la enfermedad i muerte del héroe, pero ya corregiré esa ausencia; en cambio hoi vi a tres damas de condiciones excepcionales en sus profesiones como científicas, la Antropóloga Forense Lourdes Pérez, una de las responsables de la identificación de los restos, junto con la odontóloga Dra. Viso i la coordinadora i directora general del grupo Dra.Maribel Yoris, presentadas por el periodista Ernesto Villegas, quienes completaron con pequeños detalles lo que se ha venido informando paso a paso, de todo el proceso llevado a cabo, con precisión i valoración estrictamente científica, lo que nos debe llenar de orgullo a los venezolanos. Además fueron cosas que pudimos presenciar por la televisión, i luego en informes extensos de prensa, con fotos, gráficos, etc., dejarnos convencidos de la seriedad i veneración con la que fueron tratados los restos del Libertador Simón Bolívar. Guardado en mi computadora tengo esa completa información, i por mi experiencia en arte i en el conocimiento de los muchos rostros de Bolívar que recogen diversos trabajos desde hace años, estimo que ese rostro, quizá más humano, quitándole ciertos rasgos del idealismo i la técnica de los artistas, corresponde acertadamente con el rostro definitivo sobre el genio americano. Cierto es que, algunos retratos varían por la edad del modelo i por el aporte que le hace el artista, al punto de a mí, me ha fascinado siempre el perfil de Carmelo Fernández, influencia de Rolin, (que nos condujo al puesto por Barre en las monedas) o el retrato de autor anónimo que obtuvo Roulin estando en París, i quizá el rostro más bello de Bolívar es el retrato de la pintora cubana Rita Matilde de la Peñuela que se consigue en muchos libros, inspirado en una miniatura hecha en Londres en 1810.Por cierto que en Londres hasta se hicieron impresiones de daguerrotipos que algunos fueron traídos e la América en tiempos de Bolívar, i mi estimado amigo, colega, eminente cirujano, hombre de cultura excepcional, con una biblioteca maravillosa, el Dr. José Rafael Fortique, otro zuliano de oro nacido en el Estado Falcón igual que Pedro Iturbe, (fallecidos ambos) tenía una copia grande, en sepia i en una esquina de manera borrosa, se observa la conocida firma del Libertador; posiblemente, algunas, cuando llegaron, se las autografió a varios amigos i una de ellas llegó a manos de Fortique, hombre que coleccionaba muchas cosas, entre ellas biblias antiguas, de la cual poseía una gran vitrina con más de cuarenta ejemplares magníficos. Reunidos una vez con Guillermo Morón, se dio una escena anecdótica que en otra ocasión narraré.
Empero, este de la reconstrucción digital como dicen, he escuchado personalmente decir a una persona opositora pero de la cual no tengo la menor duda de su inteligencia, que es “un mamarracho de retrato que nos quiere imponer Chávez porque se parece a él, i solamente le faltó la verruga”. Que una persona que bien conoces, universitaria i de probada capacidad profesional te diga eso, tiene que ser una enfermedad del alma, si es que esta entelequia existe. Tiene una fiebre maligna antichavista que le nubla la vista i el entendimiento. La teoría del conocimiento kantiana que en filosofía pude resumir en un esquema que circuló hace años en la Escuela de Filosofía de LUZ, indicaba que a la sensibilidad del sujeto cognoscente llega del exterior, algo informal que es “lo dado” i que la entra en la sensibilidad, esta lo informa de dos categorías: tiempo i espacio, i ya informado, pasa a buscar el entendimiento (aquí me detengo porque es larga la explicación) como fenómeno, que organizado por el entendimiento llega al terreno del juicio. Pues bien, los juicios errados, los disparates o las revestidos de odio irracional, son los que de un comienzo fueron mal informados de tiempo i espacio, i ven horrores i monstruos, donde hai flores i pájaros; i ven delicias, donde solamente hai basura i...dinero. Decir eso i escucharlo, fue una sensación del paso de un favonio frío venido de Groenlandia. Incomprensible en una mente que estimaba lúcida. I eso pasa con casi toda la oposición irracional, donde sueño que hai normales, sin esa fiebre interior.
Si hubiese habidos en algunos zulianos en la capital, que no padecieran de envidias o ciertos temores culturales, personalmente como constituyente, doctor en medicina, licenciado en filosofía con cursos de post grado i especialidad en Filosofía de la Ciencia, del Lenguaje i de la Historia, he debido ser invitado como historiador (Centro Histórico del Zulia i Academia de la Historia) i por haber escrito mucho sobre Bolívar, su enfermedad i su muerte, sintiendo que he podido aportar mucho, mientras hubo gente si mi preparación que lo hicieron de simples mirones, i evitaron de alguna manera mi presencia allá. Si sacamos al historiador Vinicio Romero Martínez i al político e intelectual Juvencio Pulgar, o al médico David Chumaceriro, los zulianos que se radican en Caracas, parece que dejan de ser zulianos.
Entonces, puntualizo que ese rostro reconstruido científicamente es algo admisible en su validez, pues allí no hubo política sino ciencia. I pregunto: ¿Por qué ningunos de las gallos patarucos que hoi pretender cantar anti científicamente, ni siquiera se hicieron oír como pollos, cuando la BBC de Londres nos mostró el rostro de Cristo reconstruido? No salió un Cristo de cabellos largos, lacios i medio rubios, con facciones de casi ángel, ojos azules i boca de labios rosados, con la piel de hicaco, sino un arameo, un oriental de palestina u otras poblaciones vecinas, con piel curtida, cabellos desordenados i cara de guerrero o aventurero, tostada de sol. Ni la iglesia romana, lo tomó en cuenta, porque se percataron que armar una alharaca era peor, i todavía estuviéramos polemizando al respecto. En cambio, callaron casi totalmente, i ya pocos se acuerdan de ese rostro, a pesar de no haber pasado sino poquitos años. En próximos artículos, volveré a referirme a la enfermedad i muerte de El Libertador.
(Continuará)
robertojjm@hotmail.com