Opinión, Historia i Política

La historia enseña como se respondía antes a las tragedias i cómo las afronta con eficiencia i amor la revolución

“La historia objetiva debería  descansar

  sobre el estudio objetivo de la naturaleza

  humana”

 Willian H. Walsh

“La historia es émula del tiempo,

 depósito de las acciones, testigo

de lo pasado, ejemplo y aviso de lo

presente, advertencia de lo por venir”

                                                                  Miguel de Cervantes

 

      Qué pensamientos más bellos, completos i veraces, estos con los cuales inicio, especialmente en la vida de los hombres, cabritos de la política  por improvisados i sin talento, como anota Cervantes: depósito de acciones, testigo de lo pasado i aviso i ejemplo de lo presente mirando hacia el porvenir; i el de Walsh, en referencia a que la historia no la hacen ni los animales ni las cosas que fabrica como homo faber, sino lo que su mente, organizada i moralizada en la conciencia, convierte a los seres humanos en seres racionales. Siembre recuerdo las etapas del conocimiento de Enmanuel Kant, i en cuanto a la ética, lo que llamaba los imperativos categóricos.

 Lo he dicho en otras ocasiones: ¡Cómo amo i estudio la historia universal, pero fundamentalmente la historia patria! I entre ella, aquella que concierne a la vida política, comenzada en la gesta libertadora, i la sucesión de I, II, III República por las que fuimos pasando, hasta llegar a un cambio verdaderamente profundo, con la V República socialista i bolivariana que, por otra de la razón i no de la guerra o destrucción de las instituciones i las cosas, nos ha puesto en las primeras décadas del siglo XXI, como un país completamente soberano, libre i en busca eficiente i tenaz, de la felicidad que anhelaba para los pueblos que libertó, nuestro Libertador Simón Bolívar. Las primeras cayeron por las vicisitudes de la guerra, la IV que nos antecedió, por falsa, agresiva i corrupta, en medio de una dictadura infame de partidos.

    Ya la historia del siglo XVIII, XIX i por lo menos casi la mitad del siglo XX, se ha estudiado i las conocen algunos, porque a cada rato se percatada uno, de cuanta ignorancia existe en quienes deberían conocer su historia. Por eso empezamos aquí, prácticamente a la caída de la dictadura de Juan Vicente Gómez, quien protagonizó muchas crueldades, pero no hizo el daño continuo e internacional, de la IV República, luego de la caída de Pérez Jiménez i el comienzo, con la dictadura de Rómulo Betancourt; superando su sucesor, Raúl Leoni, con su política carcelaria, represiva i terrorista, a las prisiones gomecistas, en algunos castillos i en la célebre Rotunda. Se había olvidado, al menos, la posición patriótica de Cipriano Castro, al defender a su patria de la humillación extranjera, i se olvidó también el verdadero inicio democrático, de un general ecuánime, equilibrado i justo, como lo fue Isaías Medina Angarita, a quien conoció mi padre, i siempre pregonó que era un perfecto caballero, pleno de bondad i de justicia. Este inicio, es pues, un simple recordatorio. Veamos lo más cercano a nuestras vidas.

*

     ¿Cómo se desempeñaba antes un presidente de la República? ¿Cómo se desempeñaba un ministro?

    Los presidentes, en varias ocasiones lo escribí, son señores estirados, mui bien vestidos a veces hasta de chalecos, con pocos méritos i menos conocimientos que,  se levantaban a las 9 de la mañana cuando madrugaban; hecho un reposado desayuno en una casa mui bien preparada para el reyecito, o en la Mansión o Casona presidencial  de los últimos  años, se montaban en un gran carro blindado o semi-blindado, con motociclistas  de escolta i guarda-espaldas, con chofer aislado por vidrio, que los llevaba a Miraflores; entraban escoltados hasta llegar a una lujosa oficina, bien decorada i con varias  secretarias  a su disposición. Estas eran las encargada de decirle lo que les tocaba hacer, le presentaban las cartas i documentos a firmar, o los cheques para su íntimos funcionarios; un buen cafecito negro, sellaban todo i hasta tendrían conversaciones serias o picarescas. También llamadas telefónicas, enterarse de ciertas cosas por televisión, recibir algún amigo i cansarse de tanto trabajo. Un vasito de agua mineral, tomar el maletín, mirar el reloj i decir ¡caramba si ya es tardísimo, cómo pasa el tiempo cuando se trabaja! ¡Son más de las 12:30 i mi mujer me espera con el almuerzo especial! Otra vez la rutina de la venida, pero ahora para almorzar i reposar, en el jardín o la pequeña piscina o algunos güisquis para echar una zorrita, ver televisión un rato (i otras rutinas hogareñas que no se nombran) i listo para dormir después de una cena en restaurante o en casa. Mañana, será otra rutina agotadora. Sin embargo, para no martirizarse tanto, otros días son para visitar el Country Club i vigilar la Reforma Agraria, o una salida secreta. Cosa similar la rutina laboral de los ministros, algunos más petulantes que el mismo presidente i para quienes los límites de Venezuela era: por el norte, el mar de las Antillas, por el este, Petare; por el oeste, Los Teques, i por el sur El Hatillo i los Valles del Tuy. El Ministro del Interior i la policía represiva cuidaban el orden i la tranquilidad ciudadana, en disturbios i protestas, disparen primero i averigüen después. El del exterior enviar cartas a las embajadas, propaganda gubernamental i de paso saber si el embajador está en el país asignado, o anda haciendo turismo permanente, como lo vi en Bélgica, cuando estudié allá.

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      Ahora, con la Revolución, todo cambió. Se hicieron etapas bien pensadas para rendir. Primero una Constitución nueva, en lugar de la moribunda; después, educar al pueblo para que la sepa leer, escribir e interpretar. Por eso hoi en día un obrero o una mujer trabajadora, sabe hablar i exponer la realidad, mejor que el mismo candidato presidencial de la oposición. Luego la serie de Misiones que no fueron dejando de buscar soluciones en Educación, Sanidad, Trabajo, Progreso Agrícola,, etc., con construcción de módulos de Barrio Adentro cada vez más avanzados, creación de escuelas, liceos i Universidades como nunca, facilidades para todos i sobre todo la gratuidad de todos los servicios fundamentales para el pueblo. En fin, todo lo altamente positivo de un pueblo que ha garantizado libertad, salud i educación a todos los niveles i en tecnología i ciencia hemos llegado hasta los satélites. Sería interminable señalar todas esas cosas que ha mejorado la calidad de la vida de los venezolanos –incluyendo la clase media i los mismos burgueses se benefician− mejorando hasta el crecimiento de los niños i el cuido por instituciones formidables como el Cardiológico Infantil i los que vienen. Pongamos punto, en esta somera o mínima información de lo positivo.

      Veamos el caso de las Tragedias, como la que acaba de suceder en Amuay, i otras enfrentadas por la IV República i la Revolución. Ya señalé las dos principales en tiempo de los Alcatraces Cantores. La tragedia de Tacoa, que ahora podemos ver en un documental por Internet, convencerse que allí si hubo negligencia, que las víctimas fueron mucho más i que hasta murió una periodista que cubría el suceso. Luego la poca responsabilidad que hubo en reparar los daños físicos i humanos, que es lo que más duele, que deja destruidas muchas familias i que las ayudas fueron hasta ridículas, confirmado por las declaraciones de los afectados. La otra, la Tragedia de Tejerías, con similares actitudes por parte de gobiernos irresponsables, e indolente ante la verdadera tragedia: la humana.  Estaba al frente de PDVSA, el corrupto vende patria de Luis Giusti, i creo que el presidente que recibió el país hipotecado. Por eso afirmo con Walsh, que eso implica el estudio objetivo de la naturaleza humana, examinando la indiferencia o el odio de los que tienen que responder, o el dolor i la inmensa tristeza de los que tienen que sufrir, casi por todo el resto de su existencia.

      Entonces veamos la cara de la otra moneda no, sino de la otra realidad grabada en lo histórico i actualmente en televisión. El gobierno del presidente Chávez tuvo en suerte de iniciarse con una inmensa tragedia, como lo fue la casi total destrucción por las lluvias i el deslave, ocurrido del otro lado del la antes llamada Montaña o Cerro del Ávila, que destruyó tanto hacia Caracas, como hacia el litoral de la Guaira. Estábamos terminando la Asamblea Nacional Constituyente  (ANC) i tuvimos que transitar casi dos horas, para ir hasta Maiquetía (estuvimos más de media hora detenidos en pleno viaducto; iba acompañado en los asientos, por el Dr. Gómez Grillo, en grata conversación intelectual)  para irnos en un incómodo Bronco, hacia  Ciudad Bolívar donde fue a clausura. I el regreso de Caracas a Maracaibo, en un pequeño avión de PDVSA, creo, partiendo desde La Carlota.

     En esos terribles días, vimos al Presidente de la República (cuando la inundación i el desastre material i humano) metido de lleno en las labores de investigación de daños materiales, de pérdidas de vidas, reparaciones de urgencia i hasta volando en helicóptero para inspeccionar. Desde aquellos momentos la atención fue para las víctimas i la pronta recuperación de la región litoral sobre todo. A esta labor colaboraron unidades del Ejército, de la Guardia Nacional, de los Bomberos i cuanta institución de prestó para ayudar, incluyendo naturalmente los cuidadores de la salud, i la confección de refugios, dotados de todo lo necesario; i para mi juicio, fue de primera línea el rechazo que se hizo a los Estados Unidos, de traer a sus marines a ayudar, como habría sido lo primero para los gobernantes de la IV República. Jamás habíamos visto a un presidente, comportarse así.

      Naturalmente este fue un gran impacto económico negativo, de comienzo, pero se superó totalmente sin necesitar que, como dijera Cipriano Casto, la planta insolente del enemigo, pisara la patria. A este golpe económico dado por la naturaleza, se sumó al poco tiempo el Golpe de Estado i el Paro Petrolero, dado por la oligarquía i la méritocracia traidora, que ocasionó pérdidas superiores a los 20 mil millones de dólares. De tal modo, concluimos entonces que, el gobierno comenzó realmente alrededor el 2003, i en el 2004 se efectuó el revocatorio, donde menos mal dimos una paliza; aunque los Alcatraces cantaron fraude i tenemos más de 8 años esperando las pruebas irrefutables. Estas son también tragedias, sólo que el fuego del odio, está en los corazones i la mente llena de rescoldos, de la oposición.

     I de este tipo han venido muchas tragedias: la Plaza Francia en Altamira, las Inundaciones terribles (que a la larga causan más desastres i hai más víctimas que en una explosión), causadas por los cambios climáticos del Niño i la Niña (causechavez), la sequía infernal que puso en crisis las principales represas i el problema del agua i uno que merece mención especial: el problema del Viaducto en la autopista Caracas-La Guaire, solucionada en tiempo record con una super-trocha que evitó aislamiento i la construcción por ingenieros venezolanos, de un viaducto superior al que existía i venía resentido o lesionado desde la IV República. En las inundaciones vimos con la celeridad que se construyeron refugios i hasta en Miraflores, la Casa Amarilla i muchas otras edificaciones estatales e históricas, se le dio refugio completo a gente damnificada del pueblo, cosa que jamás, también, se había visto en ningún país del mundo. En tantas tragedias que podemos contemplar día a día, fielmente pintadas por la televisión i otros medios de comunicación, reto a que alguien me presente un ejemplo humanitario, lleno de fervor, de comprensión i de amor desinteresado, más grande que el que vemos siempre en el presidente Hugo Chávez Frías. Su bondad, su fervor cristiano, su maravillosa comprensión por los que sufren, no lo he leído nunca en la Historia Universal de este planeta. Por eso, porque está mui alto en su altruismo, en afán de ayuda i en el amor hacia su pueblo, es que los miserables hombres cargados de odio i con sentimientos asesinos nazi-fascistas, le odian tanto. Menos mal que soi de los viejos cabrones, que pensamos así, porque este pretendido insulto venido de una basura llamada Enrique Caprinus, por mi artículo sobre la explosión de Amuay, debe ser un joven haedus (cabrito tierno) que por cálculo de probabilidades, ojalá pueda llegar a viejo, i sobre todo con mente tan clara i pulcra, si sus neuronas aguantan. Le hice una fábula, fundada en Esopo, ojalá la leyera.

      Por lo pronto reitero ¡Qué clase de presidente tenemos i el 7 de octubre lo volveremos a reelegir para bien de la patria i felicidad del pueblo venezolano!

robertojjm@hotmail.com



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Roberto Jiménez Maggiolo


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