La Semana pasada ocurrió un hecho curioso, el pelotero Antonio "El Potro" Álvarez jugador de las Águilas del Zulia fue sometido a pitas y burlas en el estadio sede de su equipo al ser ponchado por el pitcher rival. Esta situación ocurrida con el pelotero ex grandes ligas tuvo como motivo principal su abierto apoyo hacia el Comandante Chávez y la Revolución Bolivariana. Hecho curioso en verdad éste, porque los eventos ocurridos, en vez de estar ligados al juego de pelota tienen su origen en otras causas para nada vinculadas al desempeño del jugador, el único "error" del pelotero Potro Álvarez es y será, para algunos desquiciados, ser chavista.
Desde la llegada del Comandante Chávez a la presidencia de la República Bolivariana de Venezuela, los medios de comunicación se han dado a la tarea de inocular la idea de que Chávez es un tirano y que ha sembrado la división entre los venezolanos, el odio entre hermanos y que su único fin es dividir a Venezuela, acusaciones que si nos ponemos a analizar bien son situaciones que para nada tienen su origen en el líder de la Revolución Bolivariana y mucho menos en sus seguidores, veamos.
Una vez conocidos los resultados de las elecciones presidenciales del 07 de octubre, a través de las redes sociales y algunos manifestantes de las urbanizaciones de clase media, se dieron a la tarea de insultar, agredir y hasta amenazar a los chavistas denunciando un supuesto fraude electoral, que solo está dentro de sus cabezas. Se pudieron leer y escuchar mensajes en los cuales se denigraba a los compatriotas que votaron por Chávez tildándolos de ignorantes, bestias, burros y demás calificativos que para nada ayudan a la reconciliación que debe existir en el país.
Y es que esta situación no es para nada algo novedoso, desde los días del golpe de estado de abril de 2002 y las nefastas fechas del sabotaje petrolero se podían ver en las marchas opositoras al gobierno pancartas donde hasta se decía que era preferible ser prostituta que chavista, además de corear consignas en ingles, demostrando un claro desprecio de nuestro país y su pueblo.
Esta conducta violenta y totalmente antidemocrática que ha calado en algunos grupos de clase media y de la burguesía nacional solo demuestra una gran frustración por las inagotables derrotas que han sufrido sus líderes ante la Revolución Bolivariana, donde si bien hay un grupo numeroso que ha demostrado su descontento hacia la gestión del gobierno liderado por Chávez, estos grupos facinerosos que se han sumido en la más degradante violencia, deben reconocer que una gran mayoría de Venezuela apoya a Chávez y que tienen sus razones para hacerlo con clara convicción de lo que quieren y no por que sean ignorantes o idiotas como lo asumen muchos de los individuos que forman parte de la oposición venezolana.
Venezuela hoy más que nuca necesita de una oposición clara y consciente de lo que quiere y que por encima de todo respete a sus contrarios de ideas, que si bien tienen otra postura política, no son enemigos a muerte y no merecen insultos y humillaciones de tal calibre lo que hacen es dividir y crear conflictos innecesarios dentro de nuestro hermoso país.
Siendo críticos hay que ver que la situación no es solo de insultos y vejaciones a la moral de los grupos chavistas, sino que hemos llegado a tener mas de doscientos dirigentes campesinos asesinados a manos de sicarios en nuestros campos, personas en sus espacios de trabajo que tienen miedo de ser despedidos por demostrar su apoyo a la revolución, familias dentro de sus edificios asediados solo por tener una foto de Chávez dentro de su hogar, llegando hoy en día hasta a pitar un pelotero de su propio equipo solo por ser revolucionario.
Venezuela necesita de un dialogo que se ha iniciado por parte del Gobierno Bolivariano desde hace años, pero necesitamos que la oposición, tantos sus lideres como sus seguidores, analicen y entiendan el cambio que ha tenido Venezuela y que para progresar hace falta de un debate político de altura y no de berrinches, insultos y malcriadeces que solo demuestran el grado de inmadurez política con la que cuentan un grupo de venezolanos.
Militante de la JPSUV