Debate sobre el Programa de la Patria: El meollo del asunto está en el ¿Cómo?

Una vez más el Comandante Chávez, siempre a la ofensiva política, ha lanzado un nuevo desafío para el movimiento revolucionario que lo acompaña: "construir" colectivamente el Plan Estratégico y el Proyecto Nacional para la transición al socialismo en Venezuela en este nuevo período histórico que se abre con la victoria electoral del siete de octubre. Esta iniciativa se convierte en un hecho fundamental y con implicaciones realmente estratégicas, ya que permitiría consolidar la "unidad ideológica y programática" de los actores políticos y sociales que apoyan, acompañan e impulsan el proceso de transformación socialista, y sentar las bases para la construcción de una "dirección colectiva" con la "participación sustantiva" del pueblo como "sujeto del poder político". Y hay que ver la "reacción" desesperada que ha tenido la derecha frente a este hecho: cualquier iniciativa de democratización del Poder (o que fortalezca del papel del pueblo como sujeto de poder), será atacada por los voceros del Capital de forma "virulenta", porque a fin de cuentas cada paso que se de en está dirección consolida la "irreversibilidad" del proceso de transformaciones socialistas, y la imposibilidad de retornar al "estado previo" que tanto anhelan.

 Ahora bien, frente a este importante y plausible llamado, nos vemos en la necesidad de puntualizar algunas contradicciones sustantivas, de las cuales debemos tener plena conciencia a fin de evitar posibles desviaciones políticas y frustraciones futuras. 

Consultar no implica necesariamente "debatir". El capitalismo y su democracia burguesa también "consultan" y nos invitan permanente a dar nuestras sugerencias y opiniones a través de buzones, planillas, líneas de teléfono gratuitas, cuentas de correos electrónicos, etc., pero siempre en el marco de una participación "formal", y nunca "sustantiva" en los procesos de "toma de decisiones reales" (sobre este tema ya hemos desarrollado algunas ideas en: http://www.aporrea.org/ideologia/a153562.html). Debatir implica que todos los actores políticos y sociales interesados en la construcción colectiva del Plan de la Revolución, puedan discutir y llegar a consenso sobre las líneas estratégicas y tácticas de acción política a implementar en este período histórico por el movimiento en su conjunto (incluyendo la gestión de gobierno, pero no restringiendo el debate exclusivamente a este ámbito).

 La participación del pueblo en esta importante tarea de la revolución tampoco puede ser reducida a proponer proyectos, acciones y obras a ejecutar por el gobierno en sus diferentes niveles. Esto limita la participación popular a una postura meramente "reivindicativa", y no permite el desarrollo de una verdadera "corresponsabilidad" política como está consagrada en nuestra Carta Magna. Este llamado implica para el movimiento popular venezolano, tanto para sus expresiones territoriales como sectoriales, elevar los niveles de conciencia y debate, y pasar de un papel meramente "reivindicativo" y "demandante", a un rol político "beligerante" contribuyendo con propuestas de "Políticas" para el Plan de la Revolución. Sólo así el Programa de la Patria estará signado de un verdadero espíritu y sentido Popular, de "calor humano". 

Y para esto no tenemos que partir de cero, contamos con un "documento base" elaborado y presentado por el Comandante para orientar y enmarcar el debate. Sobre este documento debemos comentar que creemos que hay un firme consenso en el seno del pueblo y el movimiento revolucionario (así fue reafirmando en el último proceso electoral) sobre sus cinco Objetivos Históricos y sus Objetivos Nacionales (lo que podríamos llamar también "programa máximo"), los cuales son de una trascendencia estratégica gigantesca y representan en términos políticos un salto cualitativo muy importante con respecto a los planteados en el Primer Plan Socialista de la Nación. Pero en el desarrollo de los Objetivos "Estratégicos" y Objetivos Generales, es decir en lo concreto (el programa "mínimo"), priva una visión pragmática y tecno-burocrática que en ocasiones entra en contradicción con los objetivos mayores, y no desarrolla con suficiente claridad política las acciones a tomar para alcanzarlos.

 La cuestión sustantiva que habría que discutir entonces para "complementar" el Programa de la Patria es el ¿cómo?. Si existe un mayoritario consenso sobre la necesidad de construir un orden alternativo al modo de reproducción metabólico del Capital, y avanzar en la transición al socialismo (que es en definitiva el gran objetivo y "desafío histórico" de la Revolución Bolivariana, socialismo o barbarie), donde debemos profundizar el debate es en "cómo se construye la transición". Y esta no es pequeña tarea, es quizá la cuestión más relevante, el "meollo del asunto". Es vital convocar un gran debate nacional (que evidentemente no va a durar un mes) en la perspectiva de construir una teoría "propia" sobre la construcción del socialismo del siglo XXI, de manera de ir llenando el "vacío" de pensamiento crítico actual (vacío que además existe en el pensamiento revolucionario universal), y definir un marco de referencia para guiar nuestra "praxis" cotidiana en los próximos años. 

Y sobre este aspecto creemos que existen dos grandes visiones dentro del movimiento revolucionario, aun cuando no sea una discusión que se esté dando de manera colectiva, abierta y masiva. Por un lado existe una visión estatista, que propugna el "perfeccionamiento" de un socialismo "desde" el Estado y sus instituciones, y por el otro, una visión "popular" que cree en la necesidad de un socialismo "desde" la gente, un socialismo "autogestionario". Sobre estas dos visiones se juega el futuro de la Revolución Bolivariana, y a nuestro juicio es el debate más trascendental para este período histórico.  

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@avejarana



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Juan Carlos Rodríguez


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