HACIENDO HISTORIA
Brasil con 175 millones de habitantes es la nación más grande del continente… Alrededor del 81% de la población es urbana y se concentra en las ciudades de cara al Océano Atlántico, como Sao Paulo con 11 millones y Río de Janeiro con 7 millones de pobladores… Brasil es un país de contraste con una superficie de 8.547.404 km², o sea, casi diez veces Venezuela, donde más del 80 % son selvas inexpugnables y ciudades caracterizadas por marcado contraste de estatus social: de esos 175 millones de habitantes, 53 millones son pobres, y cuarenta millones se encuentran en situación pobreza extrema que habitan hacinados en los cinturones de pobreza llamadas FAVELAS, como las barriadas inexpugnables para la policía, donde la falta de oportunidades ha congregado a la marginalidad que vive de la prostitución, el vicio, la delincuencia y la criminalidad, en un ambiente de total impunidad frente a las autoridades del gobierno, donde los gángster y las mafias dictan la justicia del más fuerte.
Ciudad de Dios es una de las 600 FAVELAS que flotan en torno a Río de Janeiro, donde la basura y la inmundicia marcan la frontera de un territorio de 2 millones de habitantes, que tienen sus propias reglas de sobre vivencia y convivencia.
“A los 13 años tienes una pistola en el bolsillo, a los 14 traficas con cocaína, a los 15 acumulas más cadáveres que primaveras y a los 16 yaces en la cuneta con un orificio de bala en el cráneo. Ésta podría ser la probable biografía de cualquier habitante de una FAVELA brasileña como la famosa Ciudad de Dios”
HACIENDO TURISMO
En el marco de la apertura comercial que está promoviendo el presidente Chávez, el pasado 8 de julio visité Sao Paulo para convencer a empresarios brasileros a invertir en Venezuela… Cautivados por el discurso nacionalista, el viernes 22 llegó un importante empresario brasileño, dispuesto a invertir en Caracas en un ambicioso programa tecnológico que generaría unos 1 mil empleos directos y 5 mil indirectos… Hospedados en el Caracas Hiltón, la madre de este importante empresario, que acompañaba a su hijo, me preguntaba sobre Caracas y la polémica que ha suscitado el cambio de nombre de la ciudad, según lo desplegaba la prensa por las declaraciones del Alcalde Mayor, Juan Barreto… Lo cierto, es que luego de exponer mi opinión histórica de los hechos, quedaron maravillados de lo que narraban los folletos de Caracas y su casco histórico… y con ese entusiasmo para invertir en Venezuela, dejé a los amigos brasileros para que disfrutaran de la “Ciudad de los Techos Rojos”, o como escriben los poetas, la “Ciudad de la Eterna Primavera”… Pero poco duró la felicidad..! El día lunes fui informado que los brasileros ya no se encontraban en Caracas:
…habían salido inesperadamente el domingo y así me lo expuso su representante en Caracas..!
ESTA ES LA HISTORIA
El sábado 23 a las dos de la tarde, estimulados por el tema bolivariano que en nuestra conversación describí entusiasmado una y otra vez, los brasileros: madre, hijo y esposa, se deleitaban de la Plaza Bolívar, caminando como cualquier turista, captando con su cámara las imágenes de nuestro Libertador… El empresario contó que se sentía resguardado en su integridad personal, ya que al frente observaba la Alcaldía Mayor con su policía Metropolitana, al fondo, el Municipio Libertador con la policía de Freddy Bernal; a un lado, la Guardia Nacional custodiando las instalaciones de la Asamblea Nacional, y del otro, la Guardia de Honor ensayaba los actos protocolares del natalicio de Simón Bolívar que colmarían la plaza al día siguiente, o sea, el 24 de julio… Cuando se dirigían hacia la Casa Natal del Libertador, fueron abordados por cinco delincuentes: un golpe en la cara le rompió la nariz que lo llevó al suelo, la madre fue empujada al pavimento, y mientras la esposa del empresario trataba de atender a su marido que sangraba copiosamente, los malandros le quitaban el reloj, la cámara de vídeo, y arrebataban prendas y carteras de las mujeres; un asalto a plena luz del día y en el propio corazón de Caracas; un asalto frente a las narices de las máximas autoridades de Caracas; un asalto en el casco histórico y turístico Caracas… Una escueta nota de despedida de la madre del empresario me dejó con su representante en el hotel, la cual decía así:
“Amigo Jorge, no busquen más nombre, esta ciudad que ustedes llaman CARACAS, debería llamarse FAVELA”
LA CIUDAD SIN NOMBRE
Conmovido por lo ocurrido a los amigos brasileros, de lo cual me siento culpable, ya que los convencí de visitar Caracas, y porque estoy seguro que no es un caso aislado, llamo la atención del Alcalde Mayor, Juan Barreto, para que hagamos un acto verdaderamente revolucionario y en respuesta a la dignidad mancillada de nuestros turistas, visitantes y habitantes de Caracas:
Por los momentos, llamar a Caracas la “Ciudad sin nombre”… una ciudad sin limpieza y sin seguridad, es una ciudad anárquica y sin identidad; y en consecuencia es una “Ciudad sin nombre”, hasta que se restituyan los principios básicos del urbanismo, ciudadanía y principios de autoridad.
Seamos honestos: Caracas ya no es la “Ciudad de los Techos Rojos” sino del pavimento rojo que tiñe de sangre la delincuencia… ya no es la “Ciudad de la Eterna Primavera” sino de la eterna delincuencia que actúa impunemente a la vista de las autoridades… tampoco es la “Ciudad de olor a rosas del Galipán” sino de los olores nauseabundos por la inmundicia de sus calles… En fin, Caracas no es la Caracas de la añoranza y la fantasía como la anhelaba nuestro Libertador, ni la Caracas que cantaba Billo… ya Caracas no es la ciudad alegre que despertaba por las noches, ahora es una prisión que encierra a sus habitantes al caer el sol.
Así se expreso Juan Barreto en relación al nombre de Caracas y la fecha de su fundación:
“En 1967 los adecos inventaron la fecha para celebrar la fundación de Caracas. En ese momento Acción Democrática se había dividido en dos toletes y había perdido las elecciones internas en Caracas, porque el viejo Prieto Figueroa -con el MEP- se había llevado al grueso de AD. Entonces los adecos inventaron una fecha para reactivar a su partido en el área metropolitana"
Comparto con Barreto el debate a la identidad… y en tal sentido propongo actos más radicales: rebautizar calles, plazas y avenidas que lleven nombres de nuestros próceres… No puede llamarse Avenida Bolívar, una arteria vial rodeada de estructuras mil millonarias inconclusas, abandonadas, con jardines colmados de basura, aceras infestadas de inmundicia y calles tomadas por la delincuencia, que denigran de los loables principios del Padre de la Patria… Parafraseando al Alcalde Mayor, debemos buscar en la Cuarta República un nombre acorde con esta anarquía ignominiosa vial, tal vez: Av. Carlos Andrés Pérez… A la Plaza O´Leary: Plaza Blanca Ibáñez… A la Avenida Libertador que pasa frente a PDVESA: Av. Juan Fernández o Gente del Petróleo… La Avenida Urdaneta que pasa frente al Banco Central: Av. Pedro Tinoco… La avenida Andrés Bello que divide las colinas, Av. Gustavo Cisneros; y con toda seguridad, encontraremos un sin fin de monumentos totalmente abandonados, arruinados y derruidos por la basura y la delincuencia, que hacen más honor a tantos apátridas que desangraron el país.
El compromiso: restituirles el honorable nombre de nuestros próceres, cuando sean rescatados del abandono, la desidia y la indiferencia en que están sumidos los activos caraqueños
TIPS Y DENUNCIAS
1) En Lima, a las 5 de la mañana, un ejército de obreros asalta las plazas y parque con cepillo y baldes de jabón… Es impresionante ver personas lavando sillas, pisos, monumentos y barandas… No son obreros tradicionales, son los mendigos que deambulan por las calles, y que reciben cada mañana un salario de la alcaldía por el trabajo de limpieza… Son empleados ejemplares que cumplen horario de 24 horas, no cobran horas extras ni están sindicalizados… Es una manera inteligente de darle un sentido práctico y social a seres humanos que deambulan por las calles sobreviviendo entre la basura.
2) Un basurómetro no es un instrumento electrónico de medición, es cualquier basura que usted puede colocar en cualquier lugar de Caracas, y verá con sorpresa, que pasado un mes la basura está en el mismo lugar que usted la dejó… Un basurómetro es la manera de medir el grado de incompetencia, desidia y dejadez de los cinco alcaldes de la Gran Caracas… No me imagino a cualesquiera de ellos administrando Ciudad de México con 40 millones de habitantes o Nueva York con 20 millones, si tomamos en cuenta, que en promedio, nuestros alcaldes no administran más de 2 millones de personas, y con un torrente de dinero que le aporta Chávez.
3) Las Torres del Silencio han llegado a tal grado de inmundicia, que hay escaleras que no se han barrido en cuatro años; lo mismo podemos decir del Parque Central, y de cualquier edificación bajo la tutela del Centro Simón Bolívar, organismo que se ha empeñado en tergiversar la revolución bolivariana con un falso axioma: Revolución es sinónimo de desidia
4) Una política de mantenimiento, no sólo cumple el efecto de mejorar la contaminación visual que exige el turismo, sino que es la manera de emplear una gran cantidad de mano de obra no calificada, que encuentra en esta actividad un medio de subsistencia: cuadrillas de hombres y mujeres pintando árboles, barandas, aceras; lavando aceras, brocales, paredes, monumentos; barriendo calles y aceras, coordinados cuadra por cuadra, avenida por avenida, calle por calle, manzana por manzana, son actividades fácilmente controladas, y que perfectamente puede abordar el gobierno nacional dentro de un Plan ambicioso de Pleno Empleo, que obliga un país que nada en petróleo.
Alcalde Mayor Juan Barreto, corrija al menos uno de las dos crisis de la capital (delincuencia y basura), y yo seré el primero en promover un referéndum que tendrá el apoyo entusiasta de todos los caraqueños, para que la alcaldía mayor sea llamada Alcaldía Barreto.