Seria tremendamente mezquino negar el esfuerzo histórico, que en el amanecer del siglo XXI, ha realizado el Presidente Hugo Chávez para darle un impulso vital a la integración latinoamericana y caribeña, cambiando la correlación de fuerzas ahora favorable, que ha permitido salir de la retórica mediante la creación de nuevas instituciones que, siendo propias, ensayan una manera de integrarnos en la suma aceptada de la diversidad y la pluralidad en todos los órdenes de nuestra vida política, económica, social, cultural y geográfica. La CELAC, UNASUR, el ALBA, Petrocaribe, la moneda virtual “sucre”, el proyecto Banco del Sur, ejemplifican el atrevimiento por la integración.
Piedra angular del sueño bolivariano es la CELAC. La Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe es el punto de partida de un largo proceso en el cual los pueblos de nuestra región intentarán darle concreción al sueño de la unión e integración que, en el siglo XIX en el Congreso Anfictiónico de Panamá, la generación libertadora se planteó como componente de su proyecto independentista.
Se ha reunido su primera cumbre en Santiago de Chile, enero 2013, luego de su fundación en caracas, diciembre de 2011, con el propósito de pasar revista a las tareas, desafíos y proyectos que le den un nuevo envión al compromiso común de encontrarnos para hacer de América Latina y el Caribe el nuevo y necesario bloque de la globalización mundial.
Ampliando nuestros mercados estrechos, financiando el desarrollo con nuestros propios ahorros, reconociendo asimetrías y desigualdades, complementando a gran escala nuestra economía real, haciendo de la cooperación y la solidaridad principios inherentes y cerrando las brechas de la desigualdad humana con más educación, salud, ciencia, tecnología y cultura, seremos la nueva vos del concierto mundial.
En la antesala de la cumbre CELAC se produjo un encuentro con la Unión Europea. En un contexto de crisis de los cimientos del orden lógico de funcionamiento del sistema capitalista industrializado la cumbre UE-CELAC cobraba ribetes históricos.
La Europa hegemónica de finales de siglo XVIII y del XIX no existe. La Europa del siglo XXI de este tiempo nuestro, atraviesa por graves dificultades nuevas y heredades: Es un continente en recesión económica, con 17,5 millones de seres humanos en desempleo abierto, con prácticamente todas sus naciones con gobiernos endeudados muy por encima de lo permitido en sus acuerdos, más del 60% del PIB y, déficit fiscales insostenibles y con una banca endeudada astronómicamente con el Banco Central Europeo por más de 600 mil millones de euros. Es un continente sentado en un barril de pólvora.
En la cumbre quedó demostrado que Europa nada tiene que mostrarnos, ni enseñarnos. Su camino para superar la recesión y el endeudamiento es la receta del Fondo monetario Internacional (FMI), aplicada en las dos últimas décadas del pasado siglo en nuestro continente. La austeridad fiscal para salvar instituciones financieras es la lógica empobrecedora de pueblos; esa vía es conocida y ya fue superada o derrotada por la mayoría de nuestra América.
No vienen en búsqueda de “el dorado”, ya no es posible la explotación y entrega de nuestros recursos primarios, la relación es exigentemente de iguales, respetuosa, sin subordinaciones originadas en conocidas prepotencias y arrogancias.
América Latina y el Caribe tiene una misma posición en relación a las Malvinas Argentinas, frente al injusto y arbitrario bloqueo al pueblo cubano por los EEUU, creemos que Puerto Rico debe ser independiente y no colonia, todos apoyamos a Brasil y Argentina en su negativa de firmar el acuerdo MERCOSUR-UE hasta tanto la UE no renuncie a la práctica desleal de subsidiar su producción agrícola de exportación, acá nos negamos a la pretensión europea de un nuevo “proceso de reprimarizacion” de nuestra economía, así mismo en el MERCOSUR y el ALBA iniciamos procesos que permiten no utilizar ni el euro ni el dólar en los pagos de nuestro comercio interregional, todos reclamamos el trato violatorio de los derechos humanos que reciben los migrantes, particularmente los más pobres, en Europa y EEUU. En palabras de Néstor Kirchner “nadie nos viene a patotear” por lo que pensamos y hacemos.
Ahora los líderes de Europa solicitan que los flujos de inversión de la región vayan al viejo continente, piden que realicemos mas comercio, en él ven una salida a su estancamiento económico. El mundo parece cambiar, mas por lo que se hace, y debemos continuar haciendo, los lideres y el pueblo de la patria grande que por Europa. Ellos se aferran al neoliberalismo, al comercio “libre”; nosotros superamos al primero y reclamamos un comercio justo sin prácticas desleales. Ellos aún no pierden su “eurocentrismo” prepotente y altivo, y nosotros humildemente desafiamos los obstáculos para construir la Patria Grande.
rodrigo1cabeza@yahoo.com