Escuché a Nicolás Maduro, cuando lo nombró nuevo Ministro del Poder Popular Para la Agricultura y Tierras y oí su nombre Yván Gil; me quedé pensando y reflexionando en cuantas cosas hay por hacer para levantar la agricultura en todo el país, pero sobre todo en Portuguesa, Barinas, Guárico y Yaracuy; nombré estos estados no por algo vago, sino porque sé; que en estas entidades la mano poderosa del Estado es prácticamente invisible. No porque no hayan dado créditos o porque no hayan entregado tierras a los campesinos, no; sino porque he llegado a una humilde conclusión, y es que, no podemos hacer una Venezuela potencia, sino acabamos con las mafias, porque con créditos y entrega de tierras no se levanta, ni se levantará jamás la agricultura.
Señor ministro Gil, después escuché al siguiente día del anuncio del nuevo jefe de esa cartera, que usted era un muchacho de las nuevas generaciones y que es muy eficiente y un hombre honesto, de eso no dudo y sabe ¿por qué?, pues porque he tenido la oportunidad de ver su gestión como viceministro de economía agrícola, vi como desarrolló el Instituto Nacional de Investigaciones Agrícolas, donde también estuvo y yo creo, en su buena fe, ahora bien señor ministro sabe en lo que sino creo, en las élites de estos estados que todo el día, los 365 días del año se quejan de las políticas del Estado en materia agrícola.
Una de las prédicas de estos cogollos agrícolas es que “no hay semillas y peligra la agricultura”, (pero a ellos se les entrega de primeritos) “si Agropatria no surte de insumos caeremos en crisis”, (pero es a ellos a quienes se les entregan los insumos de primerísima mano, rápido) “las importaciones afectan la producción nacional”, (pero piden caso Polar y la industria arrocera, que traigan maíz y arroz, porque a eso se debe la escases) “Pequiven debe entregar el fertilizantes antes de la fecha tal o cual sino quebramos”, (pero ellos son los primeritos que tienen clave directa y traen de Morón, sin tocar tablita la urea) “no hay donde guardar el girasol, no hay silos”, (pero sus silos están full de maíz) “es posible que no podamos recoger toda la caña de azúcar porque el central público tal o cual no ha empezado a moler”, (pero los centrales privados le niegan a los cañicultores pata en el suelo, el poder arrimar a esas factorías, que muchas veces fueron, son y serán financiados por el Estado) en fin; cualquier tipo de babosadas que van dirigidas única y exclusivamente a sabotear la política agrícola nacional, la política del Estado, saben lo más cumbre; que el gobierno nacional desde hace 14 años, les ha dado créditos, tierras, insumos, maquinarias, más créditos, y lo que se llaman “agricultores”, son en verdad industriales, son en verdad, capitalistas, son en verdad mercenarios de la alimentación, son en verdad especuladores y aprovechadores de la política del Estado. Son los primeros que reciben el crédito, y el pata en el suelo, pá la cola, son los primeros que reciben los insumos de Agropatria, son los primeros que desvían las cosechas, son los primeros que le reportan al MPPAT que sembraron 100 mil hectáreas, pero se les perdieron por “lluvias” 80 mil y recogieron 3 mil kilos por hectáreas y que quieren “refinanciamiento”, cuando en verdad sembraron 200 mil hectáreas, con rendimientos de hasta 7 mil hectáreas como el caso de Portuguesa. ¿Y entonces? Yo le tengo mucha fe señor ministro Yván Gil, y le deseo una exitosa gestión, al menos revise esto, por favor, en nombre de los agricultores venezolanos.
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