Mi nombre es Quiteria Franco. Soy educadora. Me he dedicado a enseñar durante más de 20 años. He tratado de inculcar a mis alumnos valores como el respeto, la humildad, la solidaridad, la sinceridad, la honestidad, la generosidad. He tratado de enseñarles a reconocer el valor de la vida, la necesidad de lograr las metas con mucho trabajo y esmero. Hoy, para mí, ustedes son mis alumnos. Hoy, para mí, ustedes son aprendices. No pretendo enseñarles nada de política ni de leyes. Ustedes saben de eso mucho más de que lo que yo pueda saber puesto que es ese su trabajo.
Más que enseñarles algo, hoy, quiero recordarles porque ustedes están en la Asamblea Nacional. Ustedes están aquí porque nosotros, el pueblo, los eligió. Pero quienes los elegimos, no lo hicimos tomando en cuenta su religión, no los elegimos porque son católicos, evangélicos, protestantes, o judíos. No los elegimos porque son jesuitas, marianos o pertenecen al Opus Dei. No, nosotros los elegimos porque ofrecieron velar por nuestros intereses. Los elegimos porque ofrecieron crear leyes que nos favorezcan, que de alguna manera contribuyan a crear una mejor sociedad, una sociedad más justa, en la que todos nos sintamos protegidos, en la que todos nos sintamos incluidos.
Ustedes, hasta ahora, han legislado a favor de muchos grupos históricamente discriminados y marginados. Han legislado en favor de las mujeres. Yo como mujer se los agradezco. Han legislado por los niños, niñas y adolescentes. Han legislado por las personas afrodescendientes. Han legislado a favor de los animales. Pero, lamentablemente, han ignorado una parte importante de la población que también es discriminada, marginada y que necesita ser tomada en cuenta. La población de lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, transgénero e intersex. Mejor conocidos como los LGBTI.
Ustedes, hasta ahora, han puesto sus creencias religiosas primero que su deber para con la sociedad. Han ignorado el carácter laico de nuestro país establecido en la Constitución. Han pasado por alto el hecho de que su función en el parlamento se debe al pueblo y a la satisfacción de sus necesidades. Es hora de que ustedes recuerden la razón por la que están allí. Es momento de que ustedes, se desliguen de sus creencias religiosas, de su opinión moralista y legislen a favor de los LGBTI. Es hora de que actúen como hombre y mujeres de leyes y legislen para nosotros, sus electores.
No les estamos pidiendo nada imposible. Solo les pedimos el reconocimiento de nuestros derechos. Porque cumplimos con nuestros deberes como ciudadanos. Trabajamos, pagamos impuestos, votamos, participamos activamente en la sociedad. Los homosexuales somos mucho más que el personaje feminizado que aparece en los programas cómicos que ven en televisión cada domingo o lunes. Somos más que la mujer masculina que les presentan en las telenovelas. Somos más que el transexual femenino que ves por las noches en la avenida Libertador, somos mucho más que el carnaval que disfrutas ver en las calles en la marcha del orgullo gay.
Los homosexuales, somos tu hija, tu hermana, tu tía, tu vecina a la que acudes cunado necesitas pedirle que te abra la puerta del edificio porque tu llave no quiere abrir. Somos tus profesores que tenemos que sobrevivir con un sueldo que tampoco nos alcanza para hacer un mercado decente. Los homosexuales somos más que seres con una vida sexual activa. Somos personas que nos preocupamos por los animales, que rescatamos un perro o un gato en la calle y le buscamos una familia que le brinde un nuevo hogar. Somos personas que reciclamos, somos cuidadosos del medio ambiente, somos consumidores de bienes y servicios, somos productores, somos seres que aportamos beneficios a nuestro país. Somos ciudadanos, somos venezolanos.
Es como ciudadanos venezolanos que estamos aquí para exigir se reconozcan nuestros derechos.
Aprobación del matrimonio civil igualitario. Queremos los mismos derechos con los mismos nombres. Porque somos iguales en la diversidad. Queremos el reconocimiento de todos los derechos que se derivan de un matrimonio.
Derechos patrimoniales, derechos sucesorales, es decir, derecho a decidir sobre la salud de nuestra pareja en caso de enfermedad. En caso de muerte de nuestra pareja estar protejidos y amaparados por la ley. Queremos el derecho a la co-maternidad y la co-paternidad, es decir, que mi pareja, pueda ser responsable por mis hijos, en caso de existir esa situación. Queremos el derecho a préstamos bancarios en conjunto para la adquisición de vivienda, creación y constitución de empresas, etc. Queremos adoptar para brindarle amor a aquel niño abandonado por una madre, padre o pareja heterosexual.
Exigimos la creación de una ley de identidad de género. Que las personas trans les sea reconocida su identidad independientemente de su sexo biológico. Que se incluya la no discriminación por identidad o expresión de género. Que ningún niño o niña trans sea excluido del sistema educativo por razones de identidad y expresión de género. Que se implemente en hospitales públicos la reasignación genital y asistencia psicológica necesaria para las personas trans que así lo soliciten.
Que se condenen los crímenes de odio contra las personas por su orientación sexual, identidad y expresión de género. No más discriminación de las fuerzas militares, la guardia nacional y la policía nacional contra las personas trans que ejercen el trabajo sexual. No es nuestra función decir si el trabajo sexual es moral o no. Esas mujeres trans ejercen ese trabajo porque la mayoría de ellas fue discriminada, expulsada de su hogar, de la escuela y ven en este oficio la única solución para sobrevivir.
Exigimos la creación de un programa nacional de educación sexual a todos los niveles. Esto contribuirá a la disminución de la ignorancia en relación con los temas sobre la diversidad sexual. Adicionalmente, contribuiría a la disminución de embarazos precoces en nuestro país. Nuestro pueblo necesita educarse. Debemos comenzar a hablar de la sexualidad de manera responsable. Quitarnos el tabú, la sexualidad es inherente al ser humano, pero no podemos seguir sin hablar de sexualidad. Mientras más hablemos de la sexualidad, más enseñamos, más sabemos e ignoramos menos. Preguntémonos, ¿Por qué somos el primer país en embarazo precoz? ¿Por qué somos el país que más busca pornografía en internet? Definitivamente estamos haciendo algo mal y hay que remediarlo.
Protección social y acceso a la salud de las personas LGBTI que viven con VIH
Según el censo nacional de población y vivienda realizado por el INE en el año 2011 existen entre 4.000 y 6.000 parejas del mismo sexo que conviven como familia, aunque el número podría ser mayor dada la irregularidad en el registro, muchos de los encuestadores no preguntaron y otros se abstuvieron de registrarse como familias por el temor a ser identificados como homosexuales. Pero es más o menos esa cantidad de familias que están en situación de invulnerabilidad, totalmente desprotegidas. Ustedes señores diputados están en deuda con la población LGBTI.
El reconocimiento de las relaciones de parejas del mismo sexo, el reconocimiento de las familias homoparentales no es más que un mero formalismo. Porque ya estamos aquí, existimos desde hace muchísimo tiempo, ustedes lo saben. Llevamos a nuestros hijos a las escuelas, participamos en las reuniones de padres y representantes. Participamos en las verbenas y eventos de las escuelas.
El reconocimiento de nuestras familias no significa la perdida de la institución familiar, por el contrario, es el reconocimiento de nuevos tipos de familias. Las madres cuyos esposos han sido asesinados y quedan solas con sus hijos constituyen una familia, los padres que han sido abandonados por sus esposas y/o concubinas y se quedan solos con sus hijos constituyen una familia, las madres o padres que crían a sus hijos con ayuda de las abuelas y/o abuelos, tíos también constituyen una familia, dos hombres o dos mujeres, al igual que un hombre y una mujer con o sin niños pero que comparten amor, respeto, confianza, comunicación, problemas, alegrías y tristezas, deberes y responsabilidades típicas de un hogar, también constituyen una familia. Aceptemos la realidad, la existencia de nuevos tipos de familia no significa la extinción de la familia tradicional, significa la ampliación de la sociedad. Significa la incorporación de nuevos tipos de familia.
Queremos al igual que ustedes, poder disfrutar de un noviazgo tradicional, la conquista, el cortejo, las salidas nocturnas al cine, al teatro, queremos poder expresar nuestro amor a través de un abrazo, tomarnos de la mano, darnos un beso en público, hacer peticiones de matrimonio tipo Hollywood en público, queremos que no nos discriminen y nos manden a salir de un centro comercial, de una plaza pública por expresar nuestro amor. Si fueras tú, ¿cómo te sentirías?
Estimados diputados y diputadas, no le nieguen el derecho al amor a las personas lesbianas, gays, bisexuales, transexuales, trasngéneros e intersex. El reconocimiento de nuestros derechos no aniquila ninguno de sus derechos. De ninguna manera buscamos la extinción de la humanidad ni de la sociedad. Sencillamente queremos vivir en diversidad y disfrutar de nuestros derechos en libertad.
No nos nieguen el derecho a que nuestros hijos crezcan en igualdad. Sé que muchos de ustedes se preocupan por el bienestar de nuestros hijos, créanme que se los agradecemos. Cuando no se reconocen nuestros derechos como familias, discriminan a nuestros hijos por tener padres o madres homosexuales. Pero por otro lado, ¿Quién se preocupa por los hijos de los padres homofóbicos? Esos niños crecen en hogares donde les inculcan el odio a los homosexuales. Les enseñan a discriminar, les siembran odio en su corazón. Preocupémonos por esos niños. Los nuestros están muy bien, porque son niños deseados, traídos al mundo para ser amados y no como producto de un embarazo no deseado, un embarazo precoz o una noche de copas o como recurso para amarrar a un hombre. Nuestros hijos crecen en diversidad, aprenden a respetar las diferencias de los demás, aprenden tolerancia, crecen en libertad.
Por una sociedad más amplia, inclusiva y democrática hagan lo que les corresponde. Crear las leyes necesarias para nuestra protección, para la protección de nuestros derechos humanos, nuestro derecho a una sexualidad libre.
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