Jesús Petit Da Costa: llama a las armas

La rebelión armada es un Derecho Político esté o no consagrado en una Constitución. Eso tiene validez para todas las clases sociales como para todos los partidos políticos y hasta para todos los seres humanos. Derecho que fue asumido, por ejemplo, en la Rusia de 1917 por los camaradas Lenin y Trotsky; en la Cuba de los años 50 por los camaradas Fidel y Raúl; en la Nicaragua del bonapartismo de los Somoza por los camaradas Ortega y de Borges; en la Venezuela de Bolívar y Sucre pero también de Zamora y Argimiro. Pero, igualmente, la asumieron los burgueses –alentados por Rousseau,  Danton, Robespierre y Marat en la Francia de la Monarquía y el feudalismo. Cuando un Estado no permite el uso de las formas legales y semilegales para la lucha política, los opositores tienen el derecho a rebelarse  para derrocar al Gobierno. Y ese no es el caso de la Venezuela actual.

         El ciudadano, militante de la Oposición en Venezuela, Jesús Petit Da Costa escribió y publicó un artículo titulado “¿Se va a quedar con la pelota en mano?”, donde, parodiando la política con el béisbol, señala lo siguiente: “En beisbol se queda con la pelota en la mano, el jugador que no se decide adonde tirarla y, por consiguiente, todos los corredores se embasan y hasta anotan carrera…”. De allí sacó la siguiente conclusión: “Es lo que le puede pasar a Capriles si no actúa pronto. No espere más. Decídase que sólo le queda la salida 23-Enero para poner out a El Ilegítimo”; es decir, combinando las acciones armadas con las semilegales y lo que se pueda de lo poco legal que se permita para derrocar al camarada Maduro. Hasta ahora nadie ha tocado al ciudadano Petit ni siquiera con el pétalo de una rosa.

         El ciudadano Jesús Petit Da Costa, en primera instancia, no reconoce al camarada Maduro como Presidente legítimo de la República Bolivariana de Venezuela. Por eso lo denomina “El Ilegítimo”. El ha escrito y publicado varios artículos sobre los militares que en el fondo es haciéndoles  un llamado a la rebelión, al Golpe de Estado. Por eso, en su artículo, señala que “… lo sucedido en el 58 y en 2002 confirma que los militares se suman a los civiles cuando éstos toman las calles. Pero para tomar la calle, hay que prepararse como lo señala cualquier manual de lucha contra las tiranías, cuya lectura recomiendo a los universitarios”. Y su consigna política central es la siguiente: “¡Liberación Nacional y No-reelección!”. El señor Petit Da Costa, así lo deduzco, supone que deben ser los estudiantes quienes recurran a la violencia contra el Gobierno que preside el camarada Maduro.

         La Revolución Socialista o Proletaria reconoce el Derecho de Rebelión pero también tiene mucha claridad que un Estado que se proponga el socialismo como su estrategia fundamental, está en la imperiosa obligación de defender lo que considera son sus derechos y sus deberes. Una Revolución Socialista tiene la ineludible necesidad de defender los intereses de las clases trabajadoras, de las que en el capitalismo son víctimas de políticas irracionales de explotación y opresión y, lo que es muy importante, si tiene el poder político en sus manos posee el deber de repeler –con métodos coercitivos- todo intento de sus enemigos que quieran derrocarla por la vía de las armas.

         Creo que el ciudadano Jesús Petit Da Costa midió bien las consecuencias políticas de sus palabras, de su llamado a ejercer el derecho a la rebelión armada. El sabe que nada pasará, que no será molestado por incitar a la rebelión armada contra el Gobierno. Por eso, igualmente, creo que el Estado venezolano debe medir bien la dimensión del llamado a la violencia que hace el ciudadano Jesús Petit Da Costa. Dicen que guerra avisada no mata soldado. Sin embargo, las emboscadas no avisan. El señor Jesús Petit Da Costa, cuando gobernó lo que se denominaba Cuarta República, nunca aceptó respetar el derecho a la rebelión para los que se oponían al sistema político gobernado por Acción Democrática o COPEI. Estos partidos políticos respondieron con mucha violencia reaccionaria a la violencia revolucionaria de quienes ejercieron su derecho a la rebelión. Así es la guerra. La insurgencia fue vencida por la Cuarta República.

         En este país hay tanto liberalismo con el derecho a la libertad de expresión que cualquiera se da el lujo de llamar al uso de la rebelión armada contra el Proceso Bolivariano y nada pasa. Todos los que invocaron el derecho a la rebelión armada en la Cuarta República fueron víctimas de las políticas represivas del Estado. Este defendió a capa y espada los valores de la democracia representativa como los intereses económicos de la burguesía. No podía ser lo contrario. Sin embargo, acá se forma un escándalo por un mensaje en  twitter pero absolutamente nada acontece cuando se publica un escrito que casi detalla la forma en que debe realizarse la violencia para derrocar al Gobierno que preside el camarada Maduro. Y lo arrecho: es que muchas personas que los leen se motivan para incursionar por la vía de la violencia social.

         Si nosotros creemos que la teoría y la conciencia juegan un papel muy importante en la lucha política, no olvidemos que la Oposición también lo cree. No dejemos que nos embosque en eso.



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El Pueblo Avanza (EPA)


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