En 1823, el Brigadier MIGUEL DE LA TORRE, Conde de Torrepando, fue nombrado por el Rey de España, Capitán General de la isla de Puerto Rico y aparte de organizar el territorio con infraestructura diversa, incluyendo la judicial, impuso una ley que llamo “las tres B”, cuyo significado era el de Bebida, Baile y Baraja y decía el referido jefe español “con esto nadie hace revolución”.
Este militar ibérico tiene una particular historia en Venezuela. En 1815 llego con 15 mil hombres por Cartagena, con la finalidad de recuperar el Virreinato en la que se producía el proceso de independencia debido, en gran medida a la invasión de Napoleón a España en la que pisoteo tierra imperial hasta 1814. Su paso fue arrollador hasta principios de 1817 cuando Piar sitia a Ciudad Bolívar, debilita las fuerzas extranjeras y obliga darse la batalla de San Félix, el 11 de Abril de de ese año en la mesa de Chirica.
Con la derrota a cuestas huye al centro, reorganiza el ejército español y en 1821 se enfrenta a Simón Bolívar en el campo de Carabobo donde, nuevamente es derrotado por los patriotas y la patria liberada.
Experiencia negativa tenía para aplicar esa política hasta el extremo que casi 200 años después, borinquen sigue siendo una colonia, hoy de EEUU, como Estado Libre Asociado.
Y así, entreteniéndonos en guerras entre caudillos regionales y aupados por los imperios se vivió la Venezuela de 1830 hasta el 1998, con el intervalo del nacionalista Cipriano Castro, quien después de 70 años se vio obligado por los barcos alemanes, ingleses e italianos, a pagar la deuda externa contraída en la fiesta de la muerte. Vino, después la fiesta del petróleo y los gringos no solo azotaron con su planta imperial al suelo sagrado de la patria sino que se llevaron, sin echar un tiro, a diferencia de Irak y Libia, el oro negro que produjo las entrañas de la tierra liberada a sangre y fuego por el Libertador de cinco naciones en América del Sur.
Después de la muerte de Juan Vicente Gómez, se produjo el inicio de la práctica de la democracia representativa que entre gallos y golpes de medianoche se afianzo, entre 1958 y el año de asunción del poder del Gigante Hugo Chávez Frías, a base de la explotación del hombre, de la violación de los derechos humanos, de la desaparición forzosa, del robo descarado de los recursos provenientes del petróleo y la sumisión de los gobernantes de turno ante gobiernos norteamericanos quienes utilizaron la “nacionalización del petróleo y del hierro” como preparación del pueblo para la aplicación de la políticas globalizantes y neoliberales, que tuvo como respuesta del pueblo, el “caracazo”, que implico a muerte de unos 3 mil venezolanas en aquellos aciagos días de febrero 1989.
Aparte, se introdujo al país el beisbol que hoy polariza al país durante casi 4 meses del año, complementado por los 6 del beisbol de grandes ligas, cuya difusión por televisión, junto al futbol europeo y el basket, se convierten en un icono educativo ideologizante del ciudadano, desde el mas adulto hasta el más joven. Es tan impresionante su accionar que es más seguro que un joven fanático de algunas de esas actividades, conozca nombres y apellidos, datos numéricos, ubicación geográfica de los equipos, que la propia geografía del municipio, estado o del país donde nació, vive y se desarrolla.
También nos entretuvieron evitando que la gente se acercara a su propia identidad, al conocimiento, a la venta de la imagen de los “lideres” que fueron haciendo para los pueblos que luego subyugaron siguiendo los lineamientos de la potencia del norte. Usufructuando nuestros recursos y dejándonos solo miseria y abandono. Sin educación, sin salud, con hambre y con desarrollo y tecnología para muy pocos.
Pero, el gran trabajo hecho por el imperio y sus cipayos locales, lo han ejecutado durante el gobierno del pueblo, el de avance educativo, de la salud, de la infraestructura de transporte, de la vivienda, del deporte, de la tecnología satelital, de la tecnología en la educación primaria y secundaria, de las comunicaciones, de la industria diversa, de la producción de alimentos, de la democracia participativa y protagónica liderado por Hugo Chávez, el Cmdte. Eterno, y en la cual nos han entretenido con violencia, con desinformación, con saña, con terrorismo, saboteo eléctrico y petrolero, con desabastecimiento, con inflación, con paramilitarismo, a través de países allende los mares y vecinos de tierra, de historia y de vida, con bases militares y hasta con la OTAN. Con vilipendios, con juicios internacionales, rompiendo y no aceptando las leyes y las reglas del juego y sobre todo, con el SILENCIO respecto a la obra de gobierno para la gente.
Lo que no escondieron fue la droga producida en el país santanderiano, la mariguana y la cocina cuya producción que está siendo custodiada por militares gringos de las bases instaladas recientemente para que lleguen con seguridad a su destino, y el alcohol que recorre nuestros pueblos induciendo a la violencia, la vagancia, al marginalismo y bajo normas de control diferentes a os de los países productores.
En estos 14 años, gracias a los medios para entretener, radio, 500 emisoras, prensa, 400 periódicos y televisión, 80 de ellas, han logrado polarizar al país impidiendo que el 48% de los votantes, entre ricos, medios y pobres, no vean, aunque sienten, la obra extraordinaria de un gobierno con tintes socialistas que invierte en la gente y no en los bancos pero el entretenedor invierte ingentes recursos para evitar que el conocimiento llegue en forma natural. Con estas acciones han reducido la ventaja electoral de la revolución de un 36% del 2006 a u pírrico 2% en 2014, después de la muerte del líder Presidente Hugo Chávez.
El entretenimiento, es un sistema, con guerras, con hambre, con exclusión, con drogas, con tecnología, que se funde en el pueblo y cumple la función encomendada. Hasta hoy, día del Padre, nos entretiene el hijo, el nieto y el bisnieto.
ANTONIO J. VALDEZ MEDERICO
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