Hoy supe que tu pecho grande
alberga pajaritos
donde puedo posar mis ojos
hilvanar palabras que te traigan
de nuevo a la vida
Más de treinta países hablaron
hacia dentro el lenguaje fragmentado
recompuesto con tu canto de Florentino
con el Silvio pariendo un corazón
a quien honraste
En la oscuridad escuché
sollozos entre ellos el mío
abiertos como chorros
detenidos en discretos
susurros de poesía
Allí estabas vivo entre las voces
de Nuestra América, Palestina, España, Portugal,
Francia, Bahamas, Haití, Puerto Rico, Cuba, Sahara Occidental,
EEUU, Venezuela
En tu pecho grande vi a toda mi familia
que te adversa y que tu amas
te vi inclinándote en el estrado
ante tus hijos sentados aplaudiéndote
No puedo respirar.
Aunque el consuelo es escaso
es todavía tanto lo que nos queda de ti.
Namasté