Una nueva etapa de dialogo se ha establecido entre Venezuela y Colombia, con un encuentro privado entre el Presidente Nicolás Maduro y el de Colombia Juan Manuel Santos, la que se desarrolló en territorio venezolano, en Puerto Ayacucho con el objetivo de restablecer las relaciones bilaterales entre ambas naciones, luego de un “enfriamiento de las relaciones”, como lo manifestara la Canciller de Colombia, María Ángela Holguín, producto de un encuentro del mandatario Santos y el Gobernador Henrique Capriles, líder de la ultraderecha venezolana.
Los objetivos de este encuentro son restituir una zona de paz e intercambio económico luego de las graves dificultades que se dieron entre el gobierno del Presidente Hugo Chávez, con el ex presidente Álvaro Uribe, que llevaron a la ruptura de relaciones diplomáticas, creando una gran tensión en las fronteras y además un deterioro de los intercambios comerciales, que generan grandes pérdidas para ambos países, obligando a Venezuela a comprar en Brasil y Argentina.
Un agenda de acuerdos entre los presidente Maduro y Santos
Algunos acuerdos alcanzados en un encuentro de aproximadamente dos horas se explicaron en una rueda de prensa donde ambos mandatarios destacaron que “en esta nueva etapa se trabajarán temas fundamentales como la seguridad, con especial énfasis en lucha contra el narcotráfico, el contrabando y los grupos al margen de la ley; la energía y el comercio”.
También acordaron reactivar el 2 de agosto, la comisión de trabajo de alto nivel entre Colombia y Venezuela, la cual estará presidida por los cancilleres de ambas naciones, Elías Jaua y María Ángela Holguín, para tratar los mencionados temas. Como parte de esta reunión, se analizó la reorganización y automatización de todo el proyecto de cooperación energético y fronterizo que involucra la venta de combustible. Adicional a ello, se acordó establecer las relaciones sobre la base del respeto, la cooperación y la solidaridad.
A su regreso a Caracas el presidente de la República, Nicolás Maduro, calificó de “dinámica y buena la reunión que sostuvo este lunes con su homólogo de Colombia, Juan Manuel Santos”. También Maduro ratificó en nombre del Gobierno Bolivariano “su disposición a contribuir con el proceso de paz en Colombia, estamos a sus órdenes para contribuir, modestamente, en todo lo que podamos para que, más temprano que tarde, Colombia pueda estar celebrando la paz".
Por último afirmó el presidente venezolano que “lograr la paz en Colombia significaría paz para toda la región, es la paz necesaria y ahora es la paz posible", añadió un llamado a los pueblos de Venezuela y Colombia a trabajar por la unión, la paz, la convivencia y prosperidad de ambos países. “Juntos podemos ser prósperos. Juntos, respetándonos y cultivando la amistad y hermandad verdadera".
Santos afirmo la necesidad y la intención de trabajar juntos
El presidente Santos reiteró que "Fue una reunión en la que quedó algo muy claro y es la necesidad y la intención de trabajar juntos, de seguir trabajando por el bien del pueblo venezolano y del pueblo colombiano. Con el presidente Hugo Chávez, el 10 de agosto de 2010, nos sentamos cara a cara y nos enfrentamos desde el punto de vista de dos personas que pueden tener diferencias, pero que tienen toda la intención de manejar esas diferencias y trabajar conjuntamente".
Para Santos “las relaciones entre Venezuela y Colombia fueron positivas durante el Gobierno del comandante supremo, Hugo Chávez y su gobierno, asimismo, agradeció al máximo líder de la Revolución Bolivariana el apoyo que dio a la nación neogranadina en el proceso de paz”. A lo que agregó que "En este proceso en el cual el presidente Nicolás Maduro, como canciller y ahora como presidente, ha venido participando en forma muy positiva". Por último Santos sostuvo que “pese a las diferencias entre Colombia y Venezuela, los gobiernos tienen el deber y la responsabilidad de trabajar juntos, eso es lo que vamos a hacer, por el bien del pueblo venezolano y del pueblo colombiano".
Siempre al realizar un análisis de esta nueva etapa de relaciones entre Venezuela y Colombia, no podemos de dejar de lado las ultraderechas de ambos países, con intenciones de romper estos acuerdos, sabemos la influencia del gobierno de EEUU y las bases en territorio colombiano, como el acérrimo odio del ex presidente Uribe al presidente Chávez, como ahora a Maduro y la dirección del Gobierno y el PSUV.
Como dijera el cantante Beatle John Lennon “démosle un chance a la paz”, en Colombia con la FARC, el ELN y otros, para crear un espacio de apertura y dialogo, pero también se deben desmantelar los paramilitares y los carteles de la droga, para de esa manera evitar los problemas fronterizos, de Colombia con Venezuela y Ecuador, solo con buena voluntad y compromisos en los acuerdos, se podrán alcanzar un paz duradera en la región.
Rechazo de Venezuela a nueva injerencia de Estados Unidos |
Sería imposible dejar de analizar el tema de las relaciones entre Venezuela y Colombia, sin analizar las posiciones de gobierno de EEUU, porque son los instigadores de los conflictos en América Latina, porque el apoyo a Uribe ha sido irrestricto, tanto como presidente y ahora como candidato opositor a Santos, en ese mismo sentido apoyan al ultraderechista Capriles, para generar una crisis con Venezuela, como parte de su estrategia de penetración imperialista. Un nuevo ataque desde el gobierno de Obama, ha sido respondido por el canciller de Relaciones Exteriores, Elías Jaua, que a afirmó en una rueda de prensa “Venezuela podrá retomar un diálogo franco con el Gobierno estadounidense solo cuando la nación norteamericana, comprenda que ningún funcionario del Departamento de Estado de Estados Unidos tiene derecho a desarrollar agendas injerencistas en Venezuela". Como parte de sus declaraciones Jaua analizó “las recientes declaraciones de Samantha Power, nominada como embajadora estadounidense en la Organización de las Naciones Unidas (ONU), quien agredió a Venezuela al catalogarla de ser una nación represiva”. Sobre estos hechos afirmo Jaua que “el Gobierno Bolivariano creyó haber comenzado un diálogo franco con el Gobierno norteamericano, basado en el respeto, durante la reunión con el secretario de Estado de Estados Unidos, John Kerry, lamentablemente se ha demostrado que no hay voluntad, no hay comprensión de que Venezuela es un país libre y soberano que no va a permitir el tutelaje de imperio alguno más nunca en el mundo". |
Para Jaua “Es inaceptable e infundada la preocupación expresada por el Gobierno de Estados Unidos acerca de la supuesta represión en Venezuela hacia la sociedad civil; por el contrario, el Gobierno Bolivariano de Venezuela ha demostrado ampliamente que posee un sólido sistema de garantías constitucionales para preservar la práctica y el respeto irrestricto a los Derechos Humanos fundamentales; tal y como ha sido reconocido por la ONU en múltiples oportunidades y escenarios”.
EEUU desconoce los derechos de los pueblos a su soberanía
Agregó por último el Canciller que “En cambio, el mundo entero expresa constantemente su preocupación por prácticas represivas ejercidas por Estados Unidos, entre ellas, la violación de los derechos humanos en la prisión ilegal de Guantánamo, las matanzas a civiles perpetradas por aviones no tripulados (drones). Además es lamentable la persecución desatada contra Edward Snowden, víctima de la más feroz represión, por ejercer su derecho a disentir y denunciar prácticas del Gobierno de Estados Unidos que violan, entre otros, el derecho a la privacidad de todos las personas del mundo, consagrado en el artículo 12 de la Declaración Universal de los Derechos Humanos; además de la flagrante intención de violar las normas que rigen el derecho al asilo, ampliamente reconocido por las naciones civilizadas”.
Estas acciones del gobierno de EEUU, dejan claramente establecida la apetencia del regente del mundo unipolar, que vigila y espía a sus ciudadanos y a todas las naciones del mundo, que aplica sus mentiras y doctrinas imperialistas, llevando al mundo a la guerra, a la miseria económica, a la destrucción del medio ambiente. No tiene reparos EEUU en aplicar cualquier instrumento, para conquistar los recursos de la humanidad, no importa el costo humano, ni el ecosistema, solo la ambición de los grupos trasnacionales y los políticos de turno del partido demócrata o republicano, que son el mismo depredador, solo con un collar de diferente color.