Hace 10 años y 3 meses (20/05/2003) escribí sobre “La Noche de las Narices Frías en la Casa del Embajador”, aquí pueden leerlo http://www.aporrea.org/actualidad/a3207.html Donde describía un aquelarre o bacanal en la residencia del embajador de los EEUU aquí en Caracas, para ese entonces Charles Shapiro. En plena fiesta (13 de Mayo 2003) se realizóun acto “cómico” donde un imitador se disfrazó de la “conspicua” periodista Marta Colomina. El deprimente espectáculo resulto una parodia en contra del Presidente Hugo Chávez, terminando el mismo con unos besos entre este imitador y el embajador Shapiro. Esta situación no usual hasta entonces en una residencia de un embajador hizo que el departamento de estado ofreciera unas disculpas al país, pueden leerlo aquí http://www.eluniversal.com/2003/05/16/apo_art_16154CC
Todo esto lo traigo a colación, porque desde ese momento se infiltro una cultura de “libertinaje Sexual” en la política nacional. Un bacanal u orgia, es reprochable desde el punto de vista homosexual o heterosexual. Esos encuentros o derrapes traen a colación otros efectos colaterales como drogas, prostitución, trata de blancas, tráfico de niños, dinero lavado, explotación, asesinatos etc. Desde cualquier punto de vista esto es amoral, no ético. Aquí no estamos planteando homofobia o rechazo a la heterosexualidad, simplemente hay que estar claros, cualquier desviación o delitodescrito anteriormente venga del mundo heterosexual u homosexual es censurable y reprochable.
La corrupción y la depravación no tienen signo de géneros. Un heterosexual puede ser un corrupto y un depravado y, también puede serlo un homosexual. Cualquier de los dos géneros pueden ser asesinos en serie. Por eso, llevar el tema de la corrupción al reduccionismo simplón del genero sexual, es de idiotas, más ahoraque;“estamos en los umbrales de un cambio profundo en el concepto de familia, vamos hacia la diversidad. Las nuevas parejas no van a estar conformadas por el género, sino por el afecto”. Pero estemos claros; la corrupción no debe ser permitida en esta nueva diversidad.
La lucha contra la corrupción debe cubrir todos los espacios donde esta se presente, y no reducirla solo al carácter maniqueo de conectarla a la diversidad sexual. Lo que si es cierto es que en Venezuela hay una crisis política, de valores y de ética, que con el paso del tiempo se ha ido agravando. En Venezuela existe desde el 2003 una Ley contra la Corrupción, y desde el 2011 una Reforma de dicha Ley. Ninguno de los dos casos ha sido efectivo. La impunidad reinante en nuestro sistema jurídico ha obstaculizado el buen funcionamiento de esa ley. Claro que necesitamos algunas leyes con carácter urgente y muy severo, ¿pero qué hacemos con la impunidad?
El flagelo de la corrupción no tiene ideología política, ni tampoco discrimina la clase social. Existe desde el más encopetado burgués, pasando por el más recalcitrante marxista, hasta llegar al socialdemócrata y al bodeguero de la esquina. Se hace presente en los salones de clases, en nuestro hogar y en nuestro vecindario. Por ello, lo difícil de combatirla no solo en Venezuela sino, en el mundo entero. El proceso Globalizador Capitalista ha arrastrado consigo el proceso de corrupción en los ámbitos económicos y políticos, ha institucionalizado la corrupción en el mundo. Venezuela no escapa a ello. Por eso es de prioridad, implementar una lucha a fondo, sin prejuicios, sin chantaje, sin solidaridades automáticas. Recordemos que la corrupción corroe el alma de una nación, y cuando esta se disemine por todos los estamentos de la nación, ya convierte a este, en un enfermo terminal, difícil de curarlo. Sea en Capitalismo o Socialismo..
Es ahora o Nunca¡¡
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