En toda revolución luego de librarse diversas luchas unas en contra y otras a favor del pueblo surge una serie de reflujos temporales, muchos individuos de derecha al ver que la revolución logra triunfos se plegan a ella y obtienen puestos importantes, muchas capas de trabajadores son lanzados de nuevo al campo de la contrarrevolución, muchos revolucionarios abnegados ya cansados de tanto luchar persiguen una vida tranquila con la familia y engordan en sus casas.
La revolución en su marcha logra muchos beneficios para los oprimidos, aunque en determinadas circunstancias estos beneficios y reivindicaciones se quedan cortas para las aspiraciones del pueblo. La revolución se mantiene mientras sus consignas despierten las esperanzas en la clase trabajadora por una mejor situación.
En términos generales, surge un retroceso, la decepción y la desmovilización que requieren que se levanten de nuevo las banderas de la lucha revolucionaria por superar las contradicciones que llevaron a la situación momentánea. La desmovilización es aprovechada por ciertos estratos para iniciar un proceso de "consolidación" de la revolución y no continuar con la "fatigosa" lucha contra la burguesía y el imperialismo, ya es necesario "parar" y descanzar para poder "avanzar".
Este sentimiento es justificado hasta cierto punto y es un indicativo que la dirección del partido debe restablecer los lazos que unen la organización revolucionaria con los grandes sectores del pueblo. Si esto no sucede los estratos que lograron puestos se aprovechan para estabilizar su bienestar particular aun en contra de los lineamientos revolucionarios y la lucha popular. Los estratos que pugnan por esta "pacificación" no ven con agrado toda lucha ni contra la burguesía ni contra las desviaciones internas.
Los estratos que persiguen estas metas se carcterizan por un individualismo extremo y dejan descanzar sus intereses en personajes que representan y cuidan su estatus. Si las organizaciones de trabajadores y populares se oponen a esta situación entonces comienza una lucha por aislarlas y desmovilizarlas.
Para que la revolución se "estabilice", los estratos que tienden a la burocratización se unen contra sus oponentes políticos que buscan rejuvenecer la revolución. Se trata como enemigos a los revolucionarios que enerbolan las banderas originales de la revolución y se les persigue, destierra y borra del panorama. A estos oponentes políticos revolucionarios se les acecha, se les aplican leyes rebuscadas, se arman expedientes de agresión o subversion con el fin de trasladarlos de un lugar a otro hasta que finalmente, sin que las bases trabajadoras sepan, son sacados definitivamente y empieza una persecusión contra ellos mismos, sus familias y compañeros de lucha.
En estas circunstancias, la clase trabajadora puede desmotivarse y dejar en manos de los "políticos" la dirección revolucionaria. La salida a esta situación es un proceso liderado por el partido en el cual se retomen las banderas de lucha revolucionaria mediante la más absoluta libertad de crítica. Ya no la simple participación de los trabajadores y trabajadoras en la dirección de las empresas sino la gestión de la economía nacional que beneficie al pueblo en general.
Los métodos de lucha de los estratos que se han aburguesado incluyen la lucha extrema contra los revolucionarios honestos, son muy duros y aplican todas las normas para purgarlos totalmente, mientras que toleran a personas que son irresponsables en sus funciones, que acosan sexualmente a las trabajadoras, que maltratan psicológica y físicamente, que tienen comportamientos corruptos. Es decir, la lucha de los estratos aburguesados perdona la corrupción pero no perdona a los revolucionarios que se oponen a la decadencia política y maltrato al pueblo.
Estas reflexiones son aplicables a todas las revoluciones y la revolución bolivariana no es la excepción. Hagamos un ejercicio de análisis y propongamos correctivos para rejuvenecer la lucha por el socialismo bolivariano.
Independencia y Patria Socialista...Viviremos y Venceremos
Msc. en Ciencias Geológicas
Pdte. de la Comisión de Contraloría Sindical
FBST-CCP-EBM