Alguien afirmó, y en la praxis política se ha confirmado, que el pensamiento y accionar ideológico y político del hombre, se dan dentro del marco de la evolución del pensamiento, que permite posicionarse en el umbral del avance productivo y progresivo de las ideas hasta lograr escalar el cenit luminoso curtido con la coherencia en las ideas adaptada al contexto sociopolítico e histórico de los momentos; también puede darse lo contrario, el proceso de involución del pensamiento el cual significa renunciar a principios e ideales que en algún momento significaron el incentivo para lograr el tan ansiado cambio social.
Desde el mismo instante de la forzada desaparición física del comandante supremo Hugo Chávez, se vienen tejiendo en el campo de las ideas como base para la acción política y social, en la lucha del terreno de las masas, una suerte de contradicciones que son el producto de la interpretación de todas las fuerzas políticas que dicen ser las herederas del legado y pensamiento de Hugo Chávez.
En el caso del pensamiento de Hugo Chávez, vemos como fue un hombre, que como cualquier mortal pensante, producto de grandes y profundas contradicciones, que por lo demás tuvo, y eso no puede ser negado, la meta y propósito que lo lleva a insurgir en la vida publica para cambiar y trasformar la sociedad venezolana con gran incidencia en el contexto internacional por lo que significa Venezuela en ese contexto.
Seria luego del proceso del referéndum revocatorio que el resultado por voluntad mayoritaria del pueblo arrojo el referéndum ratificatorio, con los antecedentes del paro patronal, el golpe de estado de 2002,el enfrentamiento con la llamada “meritocracia” de PDVSA ( hasta donde él no quería llegar), situaciones estas que llevan al comandante supremo a establecer metas reales y tangibles, pero riesgosas, con la finalidad de ir buscando alternativas que ubicaran las coordenadas del proceso revolucionario en la vía de construcción del socialismo, y mas claramente cuando en la campaña electoral del 2006, su oferta electoral fue el avanzar tajantemente en echar las bases para el socialismo del siglo XXI.
Solamente, el tener presente este planteamiento que va mucho mas allá de lo político, pues encierra elementos de gran contenido ideológico trasmutables al campo en concreto de la realidad social, al realizar las estimaciones que permiten compararlo con el comandante rebelde del 4 de febrero de 1992 ( un gobierno nacionalista sin rumbo fijo), y el transito de su primer (1999-2000) y segundo gobierno (2000-2006), donde desde la composición de la asamblea constituyente y la redacción de la Constitución de la Republica Bolivariana de Venezuela, se vieron los dardos de la presencia de los conversos de los defensores del capitalismo, aun dentro de los partidarios de Chávez; esos diferentes eventos marcan y reflejan hasta la redacción del plan de la patria 2013-2019, pasando por el primer plan socialista 2007-2013, la sustanciosas evolución del pensamiento y la claridad de objetivos del comandante supremo Hugo Chávez.
Luego vinieron los años, en los cuales hubo por momentos avances y también retrocesos, cargados de la experiencia del gran estratega y estadista en el que se había convertido Hugo Chávez, producto de sus largas horas de lecturas y estudio, aunado a las discusiones con sus cercanos y lejanos colaboradores, tomando como referencias los acierto y fracasos de otras experiencias revolucionarias; experiencias estas, ante la cual los grandes lideres son sus mejores aprendices; hombres que como Chávez se colocan a la altura de los tiempos situándose por delante la fidelidad de sus enteras convicciones, hombres que logran trascender por desprendimiento manifiesto; hombres de carne y hueso que llegan a comprender su momento, labrando el camino para la transformación, que en el caso de Hugo Chávez,, logran anteponerse sobre las mezquindades humanas que siempre han rodeado los hombres; recordemos a Miranda, el hombre de América y a Bolívar el hombre de las dificultades, cuanta ignominia y traiciones cercaron los mas caros anhelos y abortaron las bases fundamentales del proceso independentista visto en su contexto histórico y político.
Sin negar que el legado de Chávez posee múltiples facetas, es importante afirmar que sus contribuciones son originales teóricas y practicas y de relevancia universal, demostrando en la practica concreta como un país pequeño puede defenderse contra el imperialismo, mantener principios democráticos y a la vez poner en marcha programas sociales avanzados. Su búsqueda de la integración regional y su promoción de los valores éticos en el gobierno de la nación son ejemplos apreciables al dictar cátedra en un mundo capitalista anegado de políticos corruptos que rebajan el nivel de vida de sus pueblos mientras enriquecen a los plutócratas.
No obstante la expresión clara y tajante del día 20 de octubre de 2012, donde expresa, casi que con una voz que oprimía su corazón y desesperación haciendo el llamado a cumplir enérgicamente con el planteamiento inédito de la Revolución Bolivariana, reclamando a sus ministros el hacer realidad la construcción de la “COMUNA O NADA”, llena el contenido fundamental de su legado revolucionario de primer relevancia del comandante, viene a significar el llamado definitivo, claro y certero a romper la estructura jurídico y política del estado burgués anclado en la colonia, en el cual no debe haber ninguna posibilidad de vuelta atrás, es el punto fundamental del NO RETORNO, planteamiento en el cual siempre coloco el mayor énfasis y reclamo a sus colaboradores mas cercanos, situación esta no siempre bien comprendida por sus allegados.
Es el legado del Hugo de los pueblos del cual están pendientes los ojos expectantes del mundo, que ante la política globalizada del imperio agresor, esperan el cumplimiento de su total desarrollo en la patria de Bolívar y de todos los revolucionarios que en cada tiempo han insurgido en el largo devenir de la historia latinoamericana.
Quienes hemos escuchado con atención y esmero el mensaje de Chávez, recordamos que en varias oportunidades afirmo “que esta revolución no es marxista leninista” que en ella no cabe la dictadura del proletariado del llamado socialismo real pero al mismo tiempo afirmaba la imposibilidad de regresar al pasado oprobioso de la dictadura de partidos que fue la IV republica; por el contrario, si planteaba con denuedo y verdadero arrojo la búsqueda permanente del nuevo horizonte que significa el socialismo del siglo XXI; Siendo el comandante Chávez un hombre acucioso en el estudio que supo tomar distancia del dogmatismo y de las recetas de quienes creyéndose pensadores de primer orden quisieron recubrir de manera falaz el camino inédito de la revolución Bolivariana.
En ese sentido, el legado de Chávez, hacia donde se tiene que enrumbar de manera definitiva el proceso revolucionario es seguir construyendo el socialismo Bolivariano, del cual el mismo recupero el componente del cristianismo originario, el cual no es original de la revolución bolivariana, pero que debido al sentimiento profundamente religioso de la gente, creo una empatía deslumbrosa en el imaginario y sentir de pueblo, pueblo cristiano que alejado de la fe dogmática que siembra el temor a Dios, de pronto encontró la posibilidad real de encaminarse a su redención social en la construcción de una nueva sociedad caracterizada por la igualdad, fe con justicia social y el amor, donde se conjuga el cristianismo y el socialismo.
El llamado es continuar en el abrecaminos para la construcción definitiva del socialismo del siglo XXI, su mayor legado, muy a pesar de que la realidad y la “formación socioeconómica que todavía prevalece en Venezuela es de carácter capitalista y rentista. Ciertamente, el socialismo ha comenzado a implantar su propio dinamismo interno entre nosotros…”. Y el Plan de la patria es “para afianzarlo y profundizarlo; direccionado hacia una lógica de la radical supresión de la lógica del capital que debe irse cumpliendo paso a paso, pero sin aminorar el ritmo de avance hacia el socialismo” (Chávez, H, Junio 2012,).
Por ultimo, el legado del Comandante supremo es muy superior al consumismo descarnado que hoy se observa en las miles de concentraciones para hacerse de un TV plasma y cualquier otro electrodoméstico. Lo cual demuestra que aun falta mucho por realzar la conciencia del pueblo.