Historiador-editor, oligarcas y usureros

Deje de comprar y leer el diario el Nacional hace 10 años. Es mas, prácticamente no compro ningún periódico a menos que necesite pintar la casa, limpiar los vidrios del carro o dejarle preparado un rincón de la casa a mi perrita cuando la dejamos sola y encerrada por un día o dos. Pero en vista del sacudón que ha bajado los precios por primera vez en Venezuela, desde que tengo uso de razón, no resistí la tentación de revisar la opinión de alguno que otro columnista sobreviviente del otrora referente diario. Lamentablemente me tope con un artículo titulado: “La usura y sus enemigos”, escrito por el historiador y editor adjunto del diario El Nacional desde 2013, Elías Pino Iturrieta. ¡Dios! que manera tan reduccionista de banalizar lo hasta hoy acontecido y que forma tan intrigante inducir a la guerra civil.

El editor adjunto inicia su editorial con esta perla: “Los perjuicios de la usura, señalados por Maduro como fundamento para las regulaciones de precios que ha establecido y para la intervención de negocios que ha ordenado, son tema antiguo en la historia de Venezuela” dando a entender que siempre ha habido usura y usureros, y que el gobierno de Venezuela siempre ha controlado los precios.  Caramba, para mi la epidemia especulativa vivida este ultimo año no tiene precedentes.

El “historiador” hace mención la ley de Libertad de Contratos de 1834, ley que otorgaba absoluta libertad al prestamista para fijar intereses en los préstamos y para rematar las propiedades del deudor que entraba en mora. Pregunto: ¿esa ley de 1834 se parece en algo a lo que esta ocurriendo en 2013 o es todo lo contrario?. Ahora, si el historiador y editor adjunto asume que las libertades económicas vividas en nuestro país desde hace ya varios han degenerado en la epidemia especulativa de este último año podríamos estar de acuerdo, a pesar que desde hace años él mismo ha editorializado en contra del régimen chavista.

Lo cierto es que la ley de Libertad de Contratos de 1834, se vio afectada por una recensión mundial en los años 1840, y cuyo origen estuvo en un “pánico bancario” sucedido en los Estado Unidos de America (como siempre), y las exportaciones agrícolas venezolanas mermaron drásticamente, llevando a la ruina al agricultor, dejándolo imposibilitado de para pagar los préstamos.

El historiador destroza su historia cuando lanza en su artículo la afirmación “Los sucesos desembocan en una guerra fratricida y en el personalismo de José Tadeo Monagas, quien interviene desde la Presidencia para eliminar la libertad de contratos y para imponer regulaciones a granel”. 

Déjenme escribirles que la ley de contratos es modificada en 1841, por José Antonio Páez, en su segunda presidencia, con una ley llamada de Espera  Quita, con la intención de refinanciar las deudas individuales mediante intervención judicial. Bueno, al menos esa era la intención. Intención que fracasa por la debilidad del gobierno y la incontenible lengua de la prensa de la época. La ley de Espera y Quita terminó siendo una ley que no esperaba para quitar y a veces para arrebatar.

Ahora voy con un párrafo, que aunque parezca un juego de palabras, demuestra la debilidad ideológica que caracterizó a Venezuela desde 1830 hasta el 2002. Oído al tambor: Los Liberales, así autodenominados para contrastarse a los conservadores o godos, se oponían a las medidas liberales que los conservadores, antes libertadores de la patria, practicaban, tratando de imitar al liberalismo ingles.  O sea, los liberales clamaban por un Estado interventor y controlador de libertades económicas, para solventar los excesos ocurridos como consecuencia de los abusos en la aplicación de los postulados liberales por un gobierno conservador.  No es una cantinflada, fue así.

Lo cierto es que José Tadeo Monagas, un general terrateniente, es electo presidente en 1847 con los votos del Partido Conservador liderado por Páez. Y casi de inmediato modificó la ley de Libertad de Contratos, estableciendo un monto mínimo para los remates del 50%, prohibiendo el cobro de interés sobre interés y colocando un 9% como tope y facilitando la devolución de bienes (pactos de retracto).  

Monagas rompió con los conservadores recibiendo el apoyo del Partido Liberal que tenía ideas menos neoliberales que los godos. Esta ruptura produjo una conmoción política de tal magnitud que lógicamente lo coloca ante la historiografía como un bicho malo. Monagas sobrevivió a un golpe de estado parlamentario y a varios golpes de estado acaudillados por José Antonio Páez, de hecho Monagas encerró a Páez en un calabozo del Castillo de Cumana entre1849 y 1850.  A Monagas se le reconoce como fiel a Bolívar y la unidad de Colombia, reorganizó la Republica en 20 estados y, a través de su hermano, hizo efectiva la abolición de la esclavitud en 1854. Páez y Monagas reposan en el Panteón Nacional.

El historiador editor habla de una guerra fraticida cuando Monagas. Debo decir que el 20 de febrero de 1859, fue el ”Grito de la Federación” importante fecha que usted puede ubicar en la banda tricolor que ata a las palmas a la derecha del escudo de armas de la República. En esta fecha se desata la denominada Guerra Federal o guerra larga.

Sacando la cuenta, entre 1834 y 1858 hay 24 largos años, y ni José Tadeo ni José Gregorio eran ya presidentes, ambos fueron derrocados en marzo de1858 por los conservadores. José Gregorio muere ese mismo año, preso en Maracaibo y José Tadeo sale de país con ayuda de la embajada de Francia, regresando en 1864, un año después del Tratado de Coche, que pone fin a la Guerra Federal y conduce a la entrega del poder por parte de Páez (tercera vez presidente y ahora dictador) a Juan Crisóstomo Falcón, líder de los liberales federalistas. 

Visto así, la Guerra Federal sucede precisamente por el retorno de los godos tras el derrocamiento de los Monagas y los liberales aliados, la resaca y retaliación que la abolición de la esclavitud ocasionó en la clase oligarca y esclavista. No estoy defendiendo a los Monagas, por si acaso alguien lo llegará a pensar, simplemente estoy tratando de hilar una historia consecuente con la verdad.

El historiador-editor-adjunto dice en su artículo: “las urgencias provocadas por la usura se desvanecen en breve debido a la rectificación ordenada por Monagas, pero se estrenan nuevas fórmulas de contención para desgracia del republicanismo en formación”.  Ese “pero”, nunca falta un bendito “pero”, es su pivote para el siguiente ataque: “El debate parlamentario, antes frondoso, se vuelve farsa. La libertad de prensa, que había sido un rasgo sobresaliente de los gobiernos anteriores, queda suspendida hasta un nuevo aviso, que se siente lejano. Una eficaz burocracia es remplazada por la improvisación. Se impone el capricho personal de un hombre fuerte y de su clan, para que un repertorio de padecimientos, entre ellos especialmente la corrupción y la arbitrariedad, prevalezca en la colectividad libre de la influencia de los capitalistas apoyados antes por el establecimiento.”  El ataque citado es una generalización tan mal intencionada que da vergüenza que el señor sea reconocido por alguna institución venezolana como historiador.

Una verdadera y objetiva conclusión de lo que ocurrió hacia la mitad del siglo XIX venezolano solo puede conducir a afirmar que los abusos de los usureros con base en las leyes de Libertad de Contratos y de Espera Y Quita de la época de la primera y segunda presidencia de Páez condujeron, por descontento popular, a la formación de un nuevo partido, el Partido Liberal y el ascenso al poder del Partido Liberal, junto con los Monagas tuvo que enfrentar a una fuerte oposición política, económica y militar, conformada por la oligarquía conservadora desplazada del gobierno. Finalmente, la Oligarquía Conservadora vuelve al poder derrocando a los Monagas, y la reacción popular no se hace esperar, conduciendo al país a la Guerra Federal. Los vencedores liberales, ahora federalistas, en 1864 vuelven al gobernar con  Juan Crisóstomo Falcón.

Tal vez sea oportuno reevaluar las causas y consecuencias de la Guerra Federal. Es tan importante la fecha del 20 de febrero de 1859 para nuestra patria que todo documento oficial debe incluir los años de independencia y de federación para recordar que hubo dos guerras sangrientas para propiciar la igualdad entre venezolanos. Ni realistas, súbditos de un rey, ni oligarcas usureros. Eso si, busquemos historiadores que no editen la historia.



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Manuel Gragirena

Profesor Universitario. Ingeniero Electricista. Especialista en Telecomunicaciones. Diploma de Estudios Avanzados en Educación. Ex Sidorista

 manuelgragirena1@gmail.com

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