El debate en Miraflores

El encuentro convocado por el presidente Nicolás Maduro con los alcaldes electos de la oposición y los gobernadores destacándose la ausencia del gobernador de Miranda, tiene su significación por el hecho de que tuvo una cobertura comunicacional que permitió a los venezolanos observar las intervenciones y las posturas en torno a los temas pertinentes en lo político y las funciones inherentes con respecto a las políticas públicas.

Uno de los temas tratados por no decir el más significativo, fue las posibles medidas a tomar con respecto a los precios de la gasolina. Otro de los temas de la agenda se refirió a los recursos y/o insuficiencias que tienen los gobierno regionales y locales para cumplir con los pasivos laborales de unas estructuras burocráticas, y que hay que señalar, tienen una inmensa carga laboral la cual significa un peso estimable para el Estado venezolano. El gasto público-no inversión pública, que genera la burocracia estatal genera un gran impacto que como consecuencia inmediata, debilita al Estado en su función y responsabilidad ante el conjunto de la sociedad-comunidad.

Un Estado debilitado en lo estructural y cualitativo, es un fardo negativo para la posibilidad y superación del Estado ineficiente hacia el nuevo Estado participativo,responsable y corresponsable con la comunidad y en función de una nueva cultura política; donde representantes y representados se conjuguen en las responsabilidades políticas y económicas; donde las comunidades organizadas se constituyan en poder político corresponsable en función de atender sus demandas y necesidades bajo el principio de las capacidades y el trabajo.

Los grandes ausentes en las intervenciones de los presentes, fueron el rol determinante que tienen los reales poderes fácticos de la economía nacional los cuales se han seguido beneficiando de la renta petrolera y de una manera inmoral conspiran contra nuestra divisa y desarrollan la fuga de capitales. De esa actitud y práctica perversa no se habló y, indudablemente es el factor epicéntrico considerando el carácter "capitalista" parasitario y estéril que comporta.

Un nuevo Estado,llámese como llámese, tendrá que responder ante la necesidad de superar el estigma del capitalismo rentista parasitario. Decir que el modelo debe ser Estatal,socialista y/o con el concurso de iniciativas privadas,tal como está en el texto constitucional,debe superar la retórica y emprender la verdadera voluntad política para propiciar el desarrollo cualitativo productivo donde el trabajo prime sobre el capital.
De no ser así, más de lo mismo ....


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Luís Palencia


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