Harold Brillenburg Salvatierra se acercó lentamente al espejo y - ¡No puede ser!
Se siguió acercando más y...
- ¡Me estoy quedando calvo!
Se alejó del espejo preocupado y dejó la revista YQque estaba leyendo sobre la mesa. Se recostó en un sillón de cuero y se colocó en una posición típica del Pensador de Rodín. Así estaba cuando dijo en voz alta:
- ¡Chávez es el culpable!
Entonces, desde su sillón Ortega XVI, tomó una especie de control remoto y comenzó a ubicar a sus mejores amigos de las familias Zuloaga, Machado, Phells, Montoya, Mendoza, Alcot, y vio que un Pérez se le había coleado en su agenda; sin verificar quién era, lo borró de una vez.
Harold realizó una llamada múltiple, y esperó para hablar con ellos en alta voz y en grupo familiar. Cuando todos sus amigos:
Rupert. Alex. John. Max.
Anthony y Will, contestaron la llamada, Harold les dijo:
- Amigos, ¿cómo tienen esas cabezas?
- Bien puestas -contestaron todos a coro.
- No. Les pregunto si ustedes no se han dado cuenta de que estamos quedando calvos.
Todos los apellidos corrieron a verse en los espejosmáscercanos.
Al rato, todos contestaron a coro: “Sííííííí”.
Después, Harold los convenció de que el culpable era Chávez. Que les ponía los pelos de punta cada vez que lo escuchaban.
Que les estaba tomando el pelo porque no había renunciado cuando le dijeron por todos sus medios de comunicación que abandonara el poder.
Que menos mal que se les estaba cayendo el pelo y no otra cosa.
Que con la cabeza brillante y el cerebro vacío no se va a ninguna parte. Que tenemos que hacer una marcha. Que...
Y planificaron una marcha.
La marcha de los calvos. Y pintaron consignas. Crearon comerciales.
Invitaron a todos los demás calvos a unirse a esta protesta. Y no se puede permitir que un presidente nos siga tomando el pelo.
- Ahora sí es verdad que de tonto no tengo ni un pelo, dijo Harold tocándose la cabeza.
Ya un motorizado me trajo la tarjeta de invitación para la marcha: Que el chavismo no te tome el pelo. Únete a la marcha de los calvos. Así dice la tarjeta.
Y ya estoy listo para marchar, sólo espero que el amigo Montoya me pase buscando en su Jaguar para que me lleve a Miraflores a protestar contra la caída del pelo.
robertomalaver@cantv.net